miércoles, 16 de julio de 2008

QUE ES EL DINERO (III) Monedas y Billetes




En el artículo anterior se observó como los metales preciosos o nobles, el oro y la plata eran los bienes que mejores características poseían para utilizarse como dinero, pero su uso planteaba dos grandes interrogantes, ¿Cómo se garantizaba la pureza del metal? ¿Cómo se garantizaba el peso exacto?, es decir puedo tener dos pepitas de oro exactamente del mismo tamaño, pero con peso y pureza diferentes, por lo tanto tendrán valores diferentes.

El Estado resultó ser el mejor garante para esta situación. Los emperadores, reyes, etc. comenzaron a acuñar monedas, donde colocaban como marca característica, la cara del soberano, así como se estampaba el valor de la misma. Las primeras monedas acuñadas aparecieron en el siglo VII A. Jc, en el Oriente Medio. La moneda al se acuñada por el Estado generaba la confianza de que su pureza y peso son los correctos.

Lamentablemente esto no siempre era así. Algunos monarcas codiciosos mandaban a limar el canto de las monedas, con lo que podían adquirir un bien pagando con monedas que valía más de lo que su contenido en metales indicaba. En Economía este proceso se llama señoreaje. En la actualidad ya nadie acuña monedas de oro y plata, a menos que sea para fines de numismática, de colección. Esto se debe que se ha observado que cuando las monedas se acuñan en uno de estos metales. Puede llegar el momento que la moneda valga más el metal con que está acuñado, que el valor que indica la moneda. Cuando esto sucede, la gente procede a acumular monedas, para proceder a vender el metal con que están acuñados. Para solucionar este problema se han venido utilizando aleaciones de escaso valor en la elaboración de las monedas.

Ahora bien, ya sea en forma de trozos de metal, pepitas o monedas, el transporte del oro o la plata siempre ha sido un riesgo. Para evitar su pérdida, alrededor del siglo XV, algunos orfebres comenzaron a ofrecer el servicio de custodia del metal. Una persona interesada podía guardar su oro en el taller de un orfebre y este le emitía un recibo indicando el valor del oro en custodia. Este recibo poco a poco comenzó a ser aceptado como dinero, ya que era aceptado como medio de pago, porque la gente confiaba que al presentar el recibo al orfebre, este le daría la cantidad de oro que indicaba el mismo. A medida que pasó el tiempo estos orfebres se convirtieron en banqueros y los recibos en billetes de banco.

Por lo tanto el billete de banco no es más que una orden de pago al portador, de una cantidad dada de oro. En la Antigüedad cualquier banco que tuviera en depósito una cantidad determinada de oro, podía emitir billetes por una cantidad equivalente al oro depositada. En Venezuela circularon billetes del Banco Caracas, del Banco de Maracaibo, del Banco Mercantil y Agrícola, etc. A partir del año 1940, el Banco Central de Venezuela es el único autorizado para emitir billetes. En la Ley del BCV, de 1940, en el artículo 54 se puede leer: “El Banco Central sólo podrá poner en circulación billetes y monedas: 1º mediante la compra de oro…”. Igualmente en el artículo 56 se indica: “Los billetes del Banco Central serán convertibles al portador y a la vista, y su pago se efectuará, a opción del Banco, en cualquiera de las siguientes formas: 1º En moneda legal venezolana. 2º En barras de oro de ciento por ciento fino, aproximadamente, y de un peso no inferior a diez quilogramos.”

Por esta razón es que usted puede ver en el anverso de cualquier billete venezolano la expresión “Pagaderos al portador en las oficinas del banco”. Cuando la moneda está atada al oro, se dice que el sistema monetario es el patrón oro. Durante el mandato de Richard Nixon (1971), Estados Unidos abandona el patrón oro, medida que es seguida por otros países como es el caso de Venezuela, en la actualidad como veremos en el próximo artículo, el bolívar está atado al dólar estadoudinense.

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