martes, 30 de septiembre de 2014

LA INFLACION Y SU IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA DE LOS VENEZOLANOS

En el año 2011, en el marco de la celebración del Bicentenario de la independencia, fue editado un libro de suma importancia contentivo de la visión de las  distintas academias nacionales de Venezuela sobre un conjunto de problemas fundamentales que afectan al país.
Con “Propuestas a la Nación” las academias trascienden las paredes del claustro  de San Francisco y aportan al debate público, con la autoridad que le da la calidad de los profesionales que las conforman, una serie de trabajos de investigación (una por cada academia) que no solo contribuyen con el análisis, sino que presenta las posibles soluciones.
La Academia de Ciencias Económicas (ANCE) es representada por los Doctores. Pedro Palma,  Luis Zambrano Sequín y Domingo Felipe Maza Zavala con el trabajo: ”La inflación y su impacto en la calidad de vida de los venezolanos”.
            ¿Por qué ANCE escogió  la inflación como el principal problema económico existente en Venezuela? La respuesta se ubica en el gran daño que este causa al ingreso. Muchos lo consideran como un impuesto que tiene que pagar el venezolano por el mal desempeño del gobierno en materia monetaria.
¿Que causa o genera un proceso inflacionario. “La inflación es un complejo proceso económico, social y político. Sus causas originarias son múltiples e interrelacionadas y los mecanismos de transmisión de sus efectos operan directamente e indirectamente sobre diversas variables que impactan la calidad de vida de los miembros de la sociedad tanto a corto como a largo plazo […] Hoy en día hay la conciencia y temor de los efectos negativos de la inflación que, en la casi totalidad de los países, uno de los objetivos  centrales y permanentes de la política económica es alcanzar y preservar la estabilidad de los precios, tanto en el corto como en el largo plazo, aún a costa del crecimiento económico y el empleo a corto plazo.”
Como lo hemos señalado reiteradamente, en la actualidad hay un consenso sobre el origen monetario de la inflación “...la política fiscal y cuasifiscal no sólo es procíclica, sino que cada vez depende más del financiamiento con emisión monetaria que se produce por varias vías: la entrega de recursos monetarios, sin contrapartida alguna, por parte del BCV. La utilización de controles y múltiples tasas de cambio; el endeudamiento interno a tasas de interés reguladas muy por debajo de la tasa de inflación; la creación de liquidez con la finalidad de fomentar un mercado para la colocación de bonos emitidos por el sector público; la dolarización de parte del gasto fiscal etc. Todas prácticas que a fin de cuentas consisten en modalidades de financiamiento vía un impuesto inflacionario.”
            Después de haber  tenido una de las variaciones de precios (alrededor del 3%) más pequeñas del planeta, tenemos 31 años con una inflación severa. Explicada en buena medida por “… la aplicación de políticas económicas erradas, caracterizadas por la ausencia de objetivos fundamentales, tales como la diversificación del aparato productivo, la menor dependencia del volátil negocio petrolero, la estabilización macroeconómica a través de la acumulación de fondos en los años de altos precios de exportación, para así evitar caer w situaciones de restricción y penuria en los períodos de bajos precios; y la implantación de una política cambiaria dinámica y racional que evitara la sobrevaluación desproporcionada de la moneda…”.
De la experiencia vivida por algunos países suramericanos (Brasil, Perú, Argentina) se pueden extraer una serie de lecciones sobre las medidas antiinflacionarias que pueden ayudar a solventar el grave problema que estamos sufriendo. Estas recomendaciones son: Máxima responsabilidad y compromiso antiinflacionario  en el manejo de la política fiscal; Creación de mecanismos que garanticen la mayor estabilidad posible en el comportamiento de la demanda agregada; autonomía operativa del Banco Central como ente rector de la política monetaria ; máxima flexibilidad posible en el funcionamiento de los mercados que componen el sistema económico nacional y estimular la inversión en capital humano y físico, tanto a corto como largo plazo.
Cinco recomendaciones de la Academia de Ciencias Económicas que valen la pena tomar en consideración



martes, 16 de septiembre de 2014

ESTADO DEL BIENESTAR

Ante la bipolaridad existente entre el capitalismo y el socialismo, algunas voces plantean una tercera vía que tome lo mejor de ambos modelos: El fuerte control estatal por un lado y la capacidad redistributiva del mercado por el otro. Esta vía  propuesta es el  Welfare State,  Estado del bienestar, Estado benefactor, Estado providencia o sociedad del bienestar.

E1 Estado del Bienestar  es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización social, según la cual el Estado provee servicios en cumplimiento de derechos sociales a la totalidad de los habitantes de un país.

Su desarrollo es producto de la izquierda europea (en especial la socialdemocracia). Muchos    analistas opinan que surge en los años 40’s  a través de la aplicación de los principios Keynesianos del pleno empleo.

El modelo del Estado de Bienestar se basa en la redistribución de la renta con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades y la extensión de los derechos sociales a toda la población, desarrollando políticas asistenciales reconocidas como derechos. Participa plenamente en la economía, regulando el mercado y actuando como empresario con la doble finalidad de dinamizar la economía y obtener beneficios económicos para financiar sus actividades (Raya Diez, Esther).

El Estado garantiza a su población un adecuado nivel de vida, empleo, servicios sociales (sanidad. Educación y jubilación). Así como la institucionalización del movimiento obrero, igualdad de oportunidades y redistribución del ingreso, De tal manera que se crea un inmenso Estado Benefactor donde su presencia en la economía es muy importante. La población lo percibe como una sociedad de derechos y no de deberes.

“Este populismo del Estado de bienestar —que embriaga naturalmente a gobernantes encantados de poder ofrecer siempre más y mejores regalos y a los gobernados que encantados votan por gentes tan ilimitadamente generosas— está en la base de los excesos que llevan a las sociedades que viven bajo los grandes Estados benefactores de la decadencia paulatina a la crisis súbita”. (Rojas, Mauricio)

La evolución del Estado del bienestar fue diferente en los distintos países que conforman la Unión Europea con un norte más desarrollado que el sur, aunque en ambos sectores, el sector público creció aceleradamente. Por ejemplo. en Suecia el gasto público alcanzó un 70% del PIB en 1976. La seguridad prometida se esfumó cuando el exceso de gasto dio origen a un insostenible déficit fiscal que llegó a superar el 10% del PIB conduciendo a la caída estrepitosa del viejo y tan afamado “modelo sueco”, (Rojas, Mauricio) el cual ha sido sometido a extensas revisiones, sobre todo, por la falta de respuestas adecuadas a la crisis económica de los años 70’, que  provocó la aplicación de medidas que muchos calificarían de “neoliberales”, como es el caso de la privatizaciones.

El crecimiento del tamaño del Estado, acompañado de un desproporcionado tamaño de la burocracia, financiado  con una pesada carga tributaria, en algunos países, superior al 40%.

Los países de Europa del sur: España Italia y Grecia, que fueron los últimos en aplicar el modelo, están viviendo su crisis. Poco crecimiento económico, altas tasas de paro y un envejecimiento de la población están obligando a la revisión del modelo y la aplicación de medidas que traten de evitar el colapso, incluso la existencia misma de España, sometida  a fuertes presiones separatistas.

Aunque son loables los objetivos del Estado del Bienestar, parece que la vía propuesta no es la más ideal, Cualquier modelo que se base en una mayor intervención del Estado, no es viable.

lunes, 8 de septiembre de 2014

EXPECTATIVAS

En el diccionario podemos leer: “una expectativa es lo que se considera lo más probable que suceda. Una expectativa, que es una suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista. Un resultado menos ventajoso ocasiona una decepción, al menos generalmente. Si algo que pasa es completamente inesperado suele ser una sorpresa”.
La expectativa es un concepto muy importante en la economía, al punto que  la ciencia utiliza  como herramienta de análisis dos variantes de este concepto: “Las expectativas racionales y las expectativas adaptativas”. La hipótesis de expectativas racionales (propuesta por John F. Muth (1930-2005) y desarrollada por Robert Lucas (1937), ambos de la Universidad de Chicago) afirma que los agentes económicos forman racionalmente sus expectativas sobre el futuro, utilizando de forma eficiente toda la información sobre el estado pasado y presente de la economía, lo que supone, incluso anticipar correctamente cuáles serán las medidas que aplicará el Gobierno ante la aparición de una perturbación económica. 
En cuanto a las expectativas adaptativas, esta hipótesis fue introducida por Philip Cagan en 1956, con la especificación de una regla por la cual los individuos revisan sus expectativas a la luz de la nueva información.
En la Venezuela de hoy, estos conceptos son muy importantes. Sin ellos no se puede explicar la formación de los precios y la actitud que ha tomado el consumidor ante la escasez de ciertos productos.
Consultando la información de cualquier página web de transacciones comerciales podemos observar el alto precio que tienen los productos, sobre todo los  bienes inmuebles (un apartamento de 3 habitaciones en la ciudad de Guarenas se oferta por BS. 1.700.000 lo que equivale a 405 salarios mínimos) Los oferentes  estiman que los precios  continuarán subiendo, por lo cual tratan de maximizar el beneficio que se espera obtener en la transacción. Igualmente podemos ver las largas colas que se forman para la adquisición de cualquier bien de consumo que lleguen al automarcado, produciendo, según quejas válidas, escasez, con compras en cantidades que superan el consumo normal. Pero, ante las expectativas de escasez que tienen los consumidores, para ellos la decisión correcta es adquirir la mayor cantidad de productos.
En ambas  situaciones juegan un papel fundamental las expectativas. Válidas o erradas, pero expectativas al fin. Toman la información disponible para tomar sus decisiones. El comportamiento y la disponibilidad de divisas, el nivel de importaciones, la cantidad de productos en los estantes. La facilidad con que se consigue un producto etc. Son algunas de las variables que  se analizan. Mientras más oscura es la información, más erradas son las expectativas y mayor la presión existente sobre los precios para que aumenten. La solución es romper con las expectativas, y esto se hace (siempre  y cuando se tomen las medidas adecuadas) a través del suministro de información veraz y oportuna (Lo peor que se puede hacer ocultar la información),  anunciar medidas que nunca se llevan a cabo  o  postergar decisiones importantes.