martes, 27 de octubre de 2009

¡SEÑORES CUIDADO CON LA HIPERINFLACION!


Para el día de hoy viernes, tenía previsto escribir mi artículo de la semana, había seleccionado un tema bastante optimista como respuesta a una petición que me hicieron, pero amanecimos con la preocupante noticia de que el parlamento discutió la reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela para permitir que el instituto emisor pueda adquirir los bonos de PDVSA y que el cálculo del Nivel Adecuado de Reservas se realice semestralmente.

Resulta muy delicado el camino seleccionado por nuestros parlamentarios ya que es uno sumamente peligroso porque su punto de llegada normalmente es la hiperinflación. Para explicar las razones de mi afirmación, con el permiso de mis lectores voy a retomar un texto que escribí hace ya algún tiempo donde expongo el mecanismo que genera tan grave situación.

La hiperinflación se puede definir como un proceso inflacionario en el cual la variación de los precios es superior al 50% mensual. En principio conozcamos como se emiten las monedas y billetes en el país. Comencemos con saber que si usted toma en sus manos un billete observará que en el anverso está escrito la siguiente frase: “Pagaderos al portador en las oficinas del banco”. Esta leyenda lo que indica es que un billete es simplemente una obligación de pago emitida por una institución financiera.

Por mucho tiempo los países relacionaron su moneda a la cantidad de oro que se poseía, así es que si un banco adquiría cierta cantidad de oro, podía emitir billetes con un valor equivalente al oro que estaba depositado en sus bóvedas, de tal manera que si usted tenía en su poder uno de esos billetes, tenía el derecho de ir con el a las taquillas del banco emisor y solicitar le fuera cambiado por cierta cantidad de oro. La garantía que el cambio se efectuase es lo que le daba valor al billete, un pequeño trozo de papel, impreso en múltiples colores, y que realmente sólo vale el poco material utilizado en su elaboración.

En la actualidad ya no se utiliza como respaldo el oro, Venezuela relaciona el bolívar fuerte con el dólar de los Estados Unidos de Norteamérica. A partir del año 1940, el único organismo autorizado para emitir monedas y billetes es el Banco Central de Venezuela. Por lo tanto la cantidad de monedas y billetes en circulación deben guardar relación con la cantidad de dólares que tenga el BCV en sus cuentas. Por ejemplo, cuando PDVSA que es el principal exportador nacional le vende dólares al BCV, éste último adquiere el derecho de poder emitir una cierta cantidad de bolívares a cambio de esos dólares, ¿Cuánto? lo que indica el tipo de cambio oficial, es decir que por cada dólar que adquiera el instituto emisor, puede poner en circulación Bs.f. 2,15 de esta manera, la cantidad de monedas y billetes que están circulando en Venezuela deben ser equivalentes a la cantidad de dólares que tiene el BCV (reservas internacionales). Así que si usted posee Bs.f 2,15 tiene todo el derecho de poder cambiarlo por un dólar USA. Razón por la cual los economistas señalan que las reservas internacionales son el respaldo de la moneda nacional y la razón porqué desde el punto de vista contable, las monedas y billetes representan un pasivo para el Banco Central de Venezuela.

Cuando el proceso de emisión se realiza de la manera antes señalada, es decir a través de la adquisición de divisas productos de nuestras exportaciones, se habla de emisión de dinero “orgánico”, y es la forma correcta de hacerlo. Ha sucedido el caso que algunos gobiernos por necesidad de financiar sus gastos han obligado a sus respectivos Bancos Centrales a otorgarles préstamos, en cuantía cada vez mayores. Cuando un Banco Central otorga un préstamo al gobierno (PDVSA es propiedad del Estado), lo que hace simplemente es crear un documento que certifique la deuda, registra en sus activos esta obligación, y asienta un pasivo por la cantidad prestada y emite el dinero. Como se puede ver, esta emisión es simplemente el resultado de un acto contable, sin ninguna relación con la actividad productiva del país. Esta forma de emitir dinero (inorgánico), es lo que se denomina comúnmente la maquinita de hacer dinero. Si este acto se realiza continuamente tendremos como resultado que cada vez habrá más dinero en circulación con igual actividad industrial, con la idéntica cantidad de bienes y servicios que comprar. Si aumenta la demanda y la oferta permanece se produce una presión para qué aumenten los precios (inflación)

Argentina, Brasil y Perú, por ejemplo, que recurrieron a la emisión de dinero inorgánico para financiar el gasto público, tuvieron una variación de los precios de sus bienes y servicios por encima del 100% mensual, lo que en la literatura económica se conoce como “hiperinflación”. Un vez un amigo argentino me contó que en esa época era común, al ir a un automercado, que un producto tuviera un precio al entrar, uno mayor al llegar al estante y otro superior al momento de pagar, que lo usual era que al momento de cobrar algún dinero, ir corriendo a comprar, ya que se tenía la seguridad de que mientras más tarde se hacían las compras, menos eran los productos que se adquirían. Entonces, el efecto principal de la hiperinflación es el envilecimiento de la moneda, lo que trae como consecuencia que cada vez el dinero valga menos y haya que usar más unidades de monedas y billetes para cubrir las transacciones diarias. Imagínese usted que dado un proceso hiperinflacionario, el costo de un autobus es de Bs.F. 1.000; el desayuno, Bs.F. 7.000; del periódico, Bs.F. 2.000; del almuerzo, Bs.F. 15.000 y así sucesivamente, ¿Cuántos billetes se necesitarían?, bastantes, verdad. Esto no es una exageración, esto sucedió en los países antes señalados.

De aprobarse la reforma a la Ley del BCV, la tentación de que se le obligue al instituto Emisor a comprar reiteradamente bonos de PDVSA es muy grande y la emisión inorgánica de dinero conduce inexorablemente a la hiperinflación. Señores mucho cuidado con lo que están haciendo, con la economía no se juega.


Publicado por Opiniónynoticias.com el 23/10/09


martes, 6 de octubre de 2009

¿CUAL ES EL TIPO DE CAMBIO EN VENEZUELA?


El tipo de cambio se define como el precio de una moneda en términos de otra, es la cantidad de moneda local que hay que pagar para adquirir una moneda extranjera. Su importancia radica en que permite denominar los precios de las mercancías en una moneda común (el euro por ejemplo) facilitando de esta manera el comercio internacional.

En la actualidad en Venezuela se tienen tres tipos de cambio, dos operativos y uno referencial. Estos son: el oficial, el permuta y el implícito dinero-reservas. ¿Cuál de ellos representa la verdadera relación del bolívar con respecto al dólar?

Durante el primer trimestre del año 2003, el gobierno estableció un control de cambio, fijando el tipo de cambio en Bs/US$ 2.1446 para la compra y Bs/US$ 2.150 para la venta, o su equivalencia actual BsF/US$ 2,1446 y BsF/US$. 2,15 respectivamente. Por más de seis años este tipo de cambio ha permanecido inalterable y durante este lapso los precios en el país han aumentado en un 253%. Variación muy superior a la experimentada por los precios de los bienes producidos por nuestros socios comerciales. Eso ha traído como consecuencia una pérdida de competitividad de nuestros productos en el comercio internacional. ¿cómo es eso?. Al ser la inflación más alta en Venezuela que en el resto del mundo los productos nacionales se hacen cada día más caros, con lo cual, los consumidores (incluyendo los venezolanos) prefieren comprar en otros países. La consecuencia de esto se ve reflejada en un aumento de las importaciones y en una caída de las exportaciones. Al tener más de seis años sin haber tenido las correcciones necesarias, el tipo de cambio oficial difícilmente represente la verdadera relación bolívar-dólar.

El otro tipo de cambio es el innombrable, es decir el llamado permuta o paralelo. Digo innombrable porque el gobierno prohibió que se hablara de él. Este tipo de cambio, muy superior al oficial, es fijado por el mercado, es decir por el libre juego de la oferta y la demanda. Tiene el inconveniente que es un mercado con una oferta de divisas muy limitada, lo que hace que el tipo de cambio sea superior al que debería ser. Por lo tanto el tipo de cambio permuta, tampoco refleja el tipo de cambio correcto.

Por último existe un tipo de cambio referencial que usamos los economistas y parte del proceso de emisión del dinero. Se sabe que los bolívares en circulación los emite el Banco Central de Venezuela únicamente cuando se incrementan las reservas internacionales. En otras palabras, cuando el BCV adquiere un dólar puede emitir 2,15 bolívares. Por esta razón es que se dice que las reservas internacionales son el respaldo de los bolívares en circulación. Supongamos que todo el mundo que tiene bolívares quiere dólares. Teóricamente no habría problemas, todo aquel que quiera un dólar tendría que pagar 2,15 bolívares por él, lo que estamos diciendo es que si dividimos los bolívares en circulación entre lo dólares que hay en las reservas internacionales, deberíamos obtener un tipo de cambio implícito o de referencia. Lo deseable sería que esta relación diera Bs/US$ 2,15. Para la semana que terminó el 25/09/09, las Reservas internacionales (RIN) cerraron con un saldo de US$ 32.581 millones y la liquidez monetaria (M2) cerró con un saldo de 221.491.055 miles de bolívares. Si dividimos M2 entre RIN, nos da un tipo de cambio de BS/US$ 6,79.

Este último valor refleja la devaluación que ha tenido el tipo de cambio producto de las transferencia de dólares que ha realizado el BCV al FEM sin recibir lo respectivos bolívares de contrapartida. En definitiva tenemos tres tipos de cambios muy diferentes: el oficial, el permuta y el implícito ¿Cuál es el correcto? Nadie lo puede saber y justamente ese es uno de los más graves problemas que se tienen. ¿Cómo contabilizan las empresas sus costos si no saben cuál es el tipo de cambio correcto? ¿Cómo se puede planificar con esa incertidumbre?. Ya hemos pasado mucho tiempo con este control de cambio y mientras más tiempo pase mayor será la distorsión existente en la economía, mayor la desventaja de nuestra empresas y cada día seremos más dependiente (si es posible serlo más) del petróleo.




VEA EL BLOG "ECONOMISTAS"