jueves, 14 de abril de 2016

HACEN FALTA DOLARES

La caída de los precios del petróleo, ha servido de detonante a la más grande crisis económica vivida por el país en los últimos años.

La merma de los ingresos en divisas ha puesto en evidencia nuestra debilidad estructural  al depender de un solo producto de exportación y de la renta que este produce. En términos financieros, tenemos un problema de liquidez, no alcanzan las divisas que conforman las Reservas Internacionales para cubrir  las necesidades de materia prima, insumos y productos terminados, que se requieren para la puesta en marcha del aparato productivo nacional.

Tener pocos dólares obliga a discriminar su entrega perjudicando a muchos sectores de la economía. Lo que inicialmente fue una medida de poder, como es el régimen cambiario, Hoy, se ha convertido en la principal fuente de corrupción, que como un cáncer, está socavando la política económica del gobierno e impidiendo que el tipo de cambio cumpla su función natural, equilibrar el comercio internacional, por lo tanto la solución del problema pasa por la modificación gradual del régimen cambiario

Como todo problema de iliquidez, se hace necesario en el corto plazo la búsqueda de efectivo, en nuestro caso de divisas, que restituya el flujo de importaciones que requiere el país  Hay que dejar de lado esa camisa de fuerza ideológica y acudir a organismos multilaterales creados para este fin, como es el caso del Fondo Monetario Internacional, que nos suministren  en calidad de préstamo,  los dólares necesarios para reforzar las Reservas Internacionales y así poder afrontar el grave problema de la balanza de pagos

De la misma forma hay que reestructurar el servicio de la deuda pública externa para mejorar el cronograma de pagos. Hay que plantear una política fiscal seria y responsable, que logre el desarrollo de una industria nacional exportadora que genere una cantidad de divisas que permita el autosustento cambiario del sector privado.


La solución del problema no es fácil, lleva tiempo, pero hay que afrontarlo. Ya otros países, muchos amigos nuestros, han transitado este camino y han podido salir de él, así que no es imposible, solo falta determinación y compromiso y un poco de sentido común.