jueves, 23 de julio de 2015

LA CRISIS

La crisis económica está golpeando fuertemente al venezolano de a pie. La inflación y la escasez diluyen la quincena del trabajador.

Las familias ya no saben que comer, todo depende de lo que se consigue. Igual sucede con los repuestos de los vehículos y las medicinas, están desaparecidos de las tiendas. La contracción económica sigue creciendo (fuentes extra oficiales estiman en 7% la contracción para el 1er trimestre de 2015) y se sigue culpando a la guerra económica y sus principales herramientas: El bachaqueo, la especulación y el acaparamiento como causantes de la crisis. “La situación económica de Venezuela es alarmante, más grave que una recesión tradicional provocada por una caída en algún componente autónomo de la demanda, ya que  obedece a una restricción agresiva de la oferta de divisas y un entorno institucional adverso para el desempeño del sector privado…” ( 2014, Oliveros, Asdrúbal) La crisis es económica, por lo tanto requiere de medidas económicas para superarla y no políticas como se han intentado hasta el momento.

 Esta es una crónica anunciada. La academia y las universidades advirtieron sobre la situación. Una muestra la podemos ver en los libros: (2011) “propuestas a la nación”, Academias Nacionales de Venezuela Y “Venezuela 2015, Economía, política y Sociedad” de la Universidad Católica Andrés Bello. En el debate diario, se han propuesto medidas. La literatura económica documenta en forma clara como Brasil, Argentina, Etc., pudieron superar sus episodios de hiperinflación.

Muchas personas se preguntan ¿por qué el Gobierno no toma en cuenta estas recomendaciones y realiza los ajustes necesarios? ¿será que desconocen lo que hay que hacer? Nosotros partimos de la idea que si conocen las medidas necesarias para salir de la crisis, no en balde socios políticos, como es el caso de Bolivia, conocen del tema. Lo que sucede es que son esclavos de su ideología, lo cargan como un lastre. No vemos al gobierno tomar medidas que han tildado de neoliberales y contrarias a todo lo que han pregonado. Sería admitir el fracaso del modelo Social rentístico que se viene aplicando.

En resumen ¿cuáles son esas medidas? 1) Sincerar el régimen cambiario. En primer lugar hay que unificar el tipo de cambio, flexibilizar la oferta de divisas y devaluar. El régimen cambiario actual es inoperante, distorsionador. Irreal y fomenta la corrupción. 2) Controlar el gasto público y así evitar la monetización del déficit, principal causante de la inflación. 3) fortalecer la institucionalidad del país, en especial el Banco Central de Venezuela. 4) Levantamiento gradual del control de precios y, 5) Revisar la política de subsidios a fin de generar nuevos ingresos y, 6) diseñar políticas de oferta que tengan la intención de recuperar el aparato productivo venezolano.

Este conjunto de medidas, por necesarias, están por encima de la ideología. Son costosas, la inflación tendrá un salto descomunal, pero a mediano plazo tenderá es estabilizarse en niveles bastante bajos.


Es urgente que se tomen estas medidas u otras que diseñe el gobierno, pero hay que hacerlo ya. El peor escenario, el que más graves consecuencias traería, es la inacción, el no hacer nada  y que se agraven las distorsiones existentes en la economía venezolana.

miércoles, 1 de julio de 2015

SIMPLE RACIONALIDAD ECONOMICA


Venezuela experimenta la crisis económica más grave en su historia. Todos los sectores se han visto afectados de alguna manera. En el sector externo tenemos una crisis en la balanza de Pagos como consecuencia de un régimen cambiario múltiple ineficiente y que estimula la corrupción. El dólar SIMADI es 3.036,5% más alto que el preferencial de 6,30 Bs./USA. Por ejemplo,  si se pueden adquirir un millón de dólares al tipo de cambio preferencial. Se gastarán 6,3 millones de Bolívares, si luego se venden en el mercado paralelo, se pueden ganar sin muchos esfuerzos, más de 450 millones de Bolívares.

El sector fiscal está sometido a grandes presiones al ser el eje de la política social. PDVSA y el fisco han asumido la responsabilidad de financiar una serie de programas de transferencias directa  (misiones) a los sectores más humildes de la sociedad, Esta situación pone en apuros al gobierno central para financiar un gasto que le dé continuidad al régimen de populismo rentista (populismo basado en el reparto de la renta petrolera) que  caracteriza a Venezuela en los actuales momentos.: La cantidad de dinero puesto en circulación ha perdido toda relación con la producción doméstica de bienes y servicios incrementando la presión inflacionaria.

El parque industrial está fuertemente afectado, la dificultad al acceso a las divisas y el sistema de control de precios denominado “precios justos” han producido una merma en sus inventarios que ha generado niveles de desabastecimiento nunca vistos en el país.

Lo más grave es la persistencia de altos niveles de inflación que están comiendo los ingresos del venezolano, aunque no se publiquen las cifras oficiales. El consumidor siente en carne propia la elevación de los precios, que muchos perciben  como si los ajustes en los mismos fueran a diario, Igualmente perciben la pérdida del poder adquisitivo, cada día es mayor la cantidad de billetes que hay que tener en la cartera para afrontar los gastos del día

¡Hay que hacer algo! Es necesario tomar un conjunto de políticas que  son considerados por algunos como “neoliberales” (término utilizado libremente por la izquierda, para calificar cualquier cosa o elemento como contrario al interés popular), pero que deben ser considerados como de simple “racionalidad económica”. Por ejemplo, no podemos por un largo período de tiempo, gastar más de lo que nos ingresa. Hay que controlar el gasto y/o mejorar las fuentes de ingreso y así reducir las necesidades de financiamiento del déficit y su posterior monetización por parte del BCV, y de esta forma rebajar las presiones inflacionarias.


Es urgente tomar las medidas necesarias, las cuales lamentablemente serán dolorosas, es como aquel paciente que debe ser sometido a un tratamiento muy fuerte para poder recobrar la salud. Más retardo significa mayores desequilibrios y por ende tomar medidas más fuertes.

martes, 9 de junio de 2015

¿ESTAMOS A LA PUERTA DE UNA HIPERINFLACION?

Venezuela está viviendo la crisis más acentuada de su historia. Aunque no haya cifras oficiales, se estima que la inflación alcanzará cifras record, siendo la variación de precios más alta del mundo.

El consumidor venezolano tiene la percepción que  los artículos que compran  se hacen más caros cada día que pasa ¿estaremos a la puerta de una hiperinflación? como las que vivieron Bolivia, Perú, Argentina y Brasil, en las décadas finales del siglo pasado.

Felipe Pérez Martí en un artículo  recientemente publicado (Efecto inflacionario de la NEP, cambio de modelo y análisis estratégico) por la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela 2015, economía, política y sociedad) señala que en el país están presentes  las  causas clásicas; de hiperinflación: 1) un déficit fiscal endémico de dos dígitos en puntos del PIB, por cinco años consecutivos. 2) Monetización de ese déficit  y 3) caída de la demanda real de dinero,

El proceso generador de inflación, en forma simplificada es el siguiente: el déficit se produce cuando el gobierno gasta más de lo que le ingresa. Este es un año electoral, el gobierno ofrece y ofrece sin que este claro su financiamiento. Se estima un déficit entre 10 y 12 puntos del PIB, el que tarde o temprano asumirá el Banco Central de Venezuela (BCV). Como hemos señalado en distintos artículos. Cuando el BCV financia al gobierno lo que hace es acreditar a la cuenta del tesoro el monto necesitado, es decir crea dinero mediante un simple asiento contable, Cuando el gobierno lo gasta, simplemente  saca a la calle dinero sin respaldo (inorgánico). El dinero en circulación pierde su relación con la oferta de bienes y servicios en el país presionando de esta forma el alza de los precios.

Si esta monetización del déficit continua, la presión inflacionaria continuará hasta el pinto que se produce una caída en la demanda real de dinero, ya nadie quiere  la moneda local, se le pierde la confianza al perder la propiedad de ser reserva de valor, por ejemplo, si alguien deposita sus ahorros en la banca comercial, al final del año ganará  una cantidad dada por la tasa de interés pasiva vigente, pero perderá poder adquisitivo al ser la variación en los pecios mayor a la tasa pasiva (DPF a 90 días, 15%, inflación estimada, mayor a 100%).

Ante esta situación los individuos tratarán de  preservar el valor de su ingreso. Acumularán bienes no perecederos, comprarán bienes inmuebles, vehículos, línea blanca y demandarán divisas extranjeras presionando el tipo de cambio, alimentando las presiones inflacionarias La gente usará la moneda local  para sus transacciones diarias, pero tratará de convertir sus ahorros en una moneda dura, dólares USA o euros. Al haber una escases de divisas por la caída del precio de la canasta petrolera, se incrementa la presiones al alza de los tipos de cambio.

Resumiendo,  el proceso inflacionario venezolano es alimentado por 3 vías: monetización del déficit fiscal, Sobredemanda de divisas y una disminución en la oferta de bienes.


Como se puede observar las condiciones están dadas para que Venezuela experimente un cuadro hiperinflacionario, el cual se puede evitar controlando el gasto y evitando la monetización del déficit, mediante la modificación de la Ley del BCV.

jueves, 14 de mayo de 2015

DIASPORA DEL TALENTO


Durante la primera mitad del siglo XX. Venezuela fue receptora neta de talentos. Miles de ciudadanos europeos llegaron al país huyendo de la barbarie de la segunda guerra mundial. Agricultores, artesanos y sobre todo personas con estudios universitarios fueron la base de un parque industrial que estaba naciendo. Estos europeos echaron raíces en tierra venezolana integrándose a la sociedad productiva.

Con la bonanza petrolera de inicios de la segunda mitad del siglo XX, se detecta la necesidad de tener una población altamente calificada y en el año 1974 se crea el plan de becas “Gran Mariscal de Ayacucho”. Permitiendo que jóvenes venezolanos se formaran en las principales universidades del mundo. En el proceso se comienza a observar que algunos estudiantes deciden no regresar al país al poder obtener una mejor calidad de vida y mejores condiciones para el desarrollo de la carrera profesional en otros países, especialmente en los Estados Unidos de América (USA). Se comienza a hablar de “Fuga de cerebros (Brain  Drain) o fuga de talentos.

Con el desarrollo de las tecnologías de la información y el conocimiento así como el desarrollo del transporte, a nivel mundial se hacen esfuerzos para atraer talento de alta calificación (con estudios de maestría, doctorado y postdoctorado) ofreciendo condiciones altamente favorables para su trabajo (por ejemplo, gracias a la internet, ya no hace falta el traslado o presencia física para la transmisión del conocimiento) Los especialistas comienza a utilizar el término de “Circulación de cerebros” (Brain Circulation) para identificar el fenómeno, donde, tanto el país origen como el receptor se ven beneficiados.

Sin embargo en Venezuela a finales de los 90´s, se observa un fenómeno diferente. Aumenta la cantidad de estudiantes y profesionales que deciden irse del país en forma definitiva, fenómeno denominado “Diáspora de talento” Aunque no hay cifras oficiales al respecto, estudiosos del tema estiman que para el año 2013, ya sea por vía terrestre, marítima o aérea, han emigrado más de 1 millón doscientos mil venezolanos (parte importante esta conformados por técnicos y jóvenes estudiantes o profesionales), lo que representa un 4,28% de la población,  (De la Vega. 2014) En USA, la emigración paso de menos de 2.000 venezolanos en 1984 a 2500 en 1999; 5300 en 2002 y más de 11000 en 2005 (Sánchez y Massay. 2014).Esta diáspora de talentos pone en peligro el stock de capital humano del país y afecta considerablemente sus capacidad para competir en un mundo globalizado que en el siglo XXI se caracteriza por la supremacía del conocimiento.

Entre las principales razones que llevan al venezolano a emigrar se pueden señalar: la seguridad personal, mejores perspectivas de desarrollo profesional y mejores ingresos.

La emigración implica una pérdida de las inversiones de recursos y tiempo que hacen los Estados en sus sistemas educativos para construir masa críticas de científicos, tecnólogos y profesionales y debilita la fuerza de trabajo en países de menor desarrollo (De la Vega. 2014)

Lo antes expuesto señalan la importancia del estudio de este fenómeno, por lo que celebramos la reciente publicación del libro: “Diáspora del Talento, Migración y Educación en Venezuela: análisis y Propuestas”.2014, editado por la Fundación Talento Venezolano en el Exterior (TALVEN).

jueves, 23 de abril de 2015

LIBRE CONVERTIBILIDAD

Si usted toma en sus manos un billete (papel moneda de curso legal) de dos, cinco, diez, veinte cincuenta o cien bolívares, podrá leer la siguiente leyenda: “Pagaderos al portador en las oficinas del banco”.
Esta simple frase nos señala dos aspectos vitales de la política monetaria y cambiaria de un país: la primera es que el dinero en circulación está respaldada, ya sea por oro o por divisas (especialmente  el dólar estadounidense) y segundo, que el bolívar puede ser libremente convertido a dólares, con la única condición de que se tengan los bolívares correspondientes según el tipo de cambio vigente,
            En los últimos años en Venezuela, las políticas monetaria y cambiaria aplicadas han socavando estos principios, La moneda nacional ha perdido su respaldo y ya no goza de libre convertibilidad.
La continua emisión de dinero inorgánico causado por el financiamiento del déficit fiscal por parte del Banco Central de Venezuela (BCV)  ha permitido que por ejemplo,  el saldo del dinero en circulación (M1) al cierre de enero de 2015, sea de 2.003.771.892.097 miles de Bs, el cual, con unas reservas internacionales (RI) de 22.538 millones de US$, al cierre del mismo período, llevan al tipo de cambio implícito (TCI) a 88.91 Bs./US$m (TCI = M/RI), tipo de cambio muy superior a las tasas de cambio preferenciales de 6,30 y 12, mayormente utilizados en las transacciones comerciales. Como se puede observar esta gran brecha es tentación para la especulación y solo puede ser reducida mediante un control de la cantidad de  dinero en circulación y/o una devaluación. Al ser el TCI mayor al real, nos indica que gran parte del dinero en circulación no tiene respaldo, es decir, si todo el mundo quisiera dólares, el tipo de cambio debería ser mayor a 89 Bs/US$, a tasa de cambio menores no alcanzarían los dólares.
            Al no querer devaluar, ya que esto agregaría una mayor presión inflacionaria, el gobierno tiene que controlar la  venta de las divisas, atentando contra la libre convertibilidad del bolívar, lo cual resulta discriminatorio, ya que no se pueden adquirir las divisas cuando se requieran, sino cuando nos lo permitan.  
            Para poder solventar este problema hay que atacar la causa principal. El financiamiento del déficit. Punto polémico para una administración basada en la inversión social. Hay que controlar el gasto queramos o no.

            Hay que ir  al desmontaje progresivo de los controles. Como se ha dicho en reiteradas ocasiones, esta es una medida coyuntural que ha probado su incapacidad para soportar una política económica dinámica, No podemos seguir aplazando el trago amargo de unas medidas que son necesarias, cada día que pasa se profundizan los desequilibrios económicos y cuando por fin nos decidamos a corregirlos, serán tan grandes que el costo será impagable.

jueves, 9 de abril de 2015

MAS INFLACION

En los últimos 6 meses tenemos la percepción de que la inflación se disparó, Disculpen si usamos una expresión tan imprecisa como es “percepción”, pero todavía no tenemos a disposición las cifras oficiales para el primer trimestre de 2015.
Cada vez es mayor la cantidad de dinero que necesitamos para adquirir la misma o menor cantidad de productos. Un billete de Bs. 100 (el de más alta denominación en Venezuela) ya no logra comprar casi nada. También se está observando una de las consecuencias de la inflación, el uso de una gran cantidad de papel moneda en las transacciones diarias. En febrero de este año, según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores, Cendas, reportó que la canasta alimentaria alcanzó un monto de Bs.19.858 (representa una variación de 122% con respecto al mismo mes del año anterior y equivale a 3.5 veces  sueldo mínimo), lo que obligaría a un consumidor no bancarizado  a tener 199 billetes de Bs. 100 para adquirirla. Más temprano que tarde el Banco emisor tendrá que emitir un billete de mayor denominación.
            En días recientes se nos preguntó qué si en el futuro bajaran los precios, lamentablemente la respuesta es negativa, Quizás, los precios de algunos productos podrán bajar. pero, el precio de la canasta de bienes y servicios utilizado para el cálculo de la inflación continuará aumentando ya que no se han anulado las causas que generan esta alza. En economía la baja sostenida del nivel de precios se denomina “Deflación” y es causado básicamente por una caída en el consumo que obliga el ajuste a la baja de los precios. Sólo Japón ha experimentado este fenómeno que básicamente es causado por una caída en el consumo,
            Este no es el caso de Venezuela ya que en primer lugar existe una severa contracción en la oferta de bienes, producto de la disminución de la producción doméstica y sobre todo de las importaciones, herramienta con la que venía trabajando el gobierno para contener la presión inflacionaria.
            Continúa el déficit fiscal, obligando a su financiamiento por parte del Banco Central de Venezuela. Al sacar más dinero a la calle con una cada vez menor cantidad de productos que comprar, aumenta la presión sobre para que suban los precios.
            La caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingreso de divisas del país obliga el racionamiento en el suministro de dólares. Se le está dando prioridad al servicio de la deuda, lo que queda se reparte entre las distintas necesidades de importación. Estas divisas no alcanzan para satisfacer a todos, por lo cual seguirá la escases de productos en los mercados venezolanos, fomentando la especulación y el acaparamiento.
            Se estima un decrecimiento en la actividad económica del 3%, lo cual conlleva una vez más a la utilización de las importaciones como herramienta para combatir la inflación. Ya no estaríamos hablando de una recesión económica sino de algo más severo, de una depresión económica. Motivo por el cual, la situación económica de Venezuela debería denominarse “Depreflación”, depresión con inflación.
Ha fracasado la política de control de precios, incluso los bienes sometidos a regulación han visto incrementar de manera importante sus precios,
            Todo esto genera un cuadro sombrío, se espera para el 2015 una variación de tres dígitos en el nivel de precios, la más alta del mundo.



lunes, 16 de marzo de 2015

GOBERNAR CON EL MERCADO

En días pasados, escuche una entrevista que le realizó Oscar Schémel al economista cubano Juan Triana Cordovi, profesor de la Universidad de la Habana y asesor del Gobierno de la isla.

Me interesaba conocer por que caminos transitaba la economía cubana. Me impresionó gratamente el reconocimiento que le concedió a la economía de mercado y su sistema de precios. Destacó la importancia que tienen los precios para transmitir la información correcta sobre el comportamiento de los bienes y servicios ¿Cuáles escasean? ¿cuáles tienen una sobre oferta? Etc. Cuando se controlan estos precios esta vital información se pierde, adicionalmente sin precios reales, no se pueden calcular los costos reales, lo cual imposibilita producir eficientemente.

El economista cubano  enfatizó lo perjudicial de prolongar en el tiempo los controles: “Creo que hay que manejar los países y los proyectos de desarrollo de acuerdo a las leyes económicas. Los controles de precio y de cambio al final son transgresiones de determinadas leyes económicas. (…) Si los precios se distorsionan, las señales hacia el sector productivo se distorsionan y los efectos sobre la productividad y la eficiencia son al final muy malos, son costosísimos para el país en mediano y largo plazo”.

Igualmente destacó la apertura del mercado y el reconocimiento del sector privado para el logro del desarrollo del país, pero lo más sorprendente fue la afirmación que realizó sobre el papel del  Estado en la economía y el sistema económico que se debe aplicar: “Hay que gobernar con el merado, no contra él, ni para él. Reconocimiento explícito de la economía de mercado como el mejor sistema económico para la producción y distribución de bienes y servicios y del fracaso del sistema de planificación centralizada. “…existe la convicción de que el socialismo que Cuba conoció y se empeñó en llevar adelante hasta finales de los 90, y que después fuera nuevamente «rescatado», es inviable, no solo desde el punto de vista económico sino también social y político”(Triana Cordovi. Juan. “Cuba: ¿de la «actualización» del modelo económico al desarrollo?, Nueva Sociedad 242)

Parece que hay vientos de cambio en la Economía Cubana, el tiempo dirá si es simple retórica o se basa en hechos  reales.


Cambiando el tema, debemos decir que nos parece totalmente exagerada la calificación realizada por el presidente Obama de Venezuela como peligro para los Estados Unidos de Norteamérica. Así como también nos parece exagerada la reacción del Gobierno Venezolano. Deben existir mecanismos diplomáticos para solucionar cualquier devanencia entre ambos gobiernos.

martes, 24 de febrero de 2015

¿SE AGOTÓ EL MODELO?

Desde inicios del siglo XX, el petróleo ha formado parte vital del sistema económico venezolano, La economía se basó en el modelo denominado “rentismo petrolero” o “capitalismo rentístico”, con el cual nos acostumbramos a vivir de un ingreso producto de la venta de un producto que no producimos sino que extraemos del subsuelo venezolano y que es propiedad del Estado.
            Este modelo trajo muchas deviaciones a la economía nacional: corrupción, desigualdad en el ingreso, un sector privado dependiente de las dádivas del gobierno de turno, inflación, etc. Lo que permitió que en el año 1989 el comandante Hugo Chávez alcanzara la presidencia de Venezuela, quien promueve una Reforma constitucional para refundar la República y conducirla a un modelo “Socialista del siglo XXI”. El economista  Víctor Alvarez (Ex-ministro de Industrias Básicas y Minería), lo denomina “Neo-rentismo socialista” y lo caracteriza por el uso intensivo de la renta petrolera para financiar la inversión social y crear una red clientelar que le sirve de apoyo social. Muchos economistas también lo denominan “Neo-populismo”. Al igual que el capitalismo rentístico, el Neo-rentismo socialista se sustenta en el extraordinario poder político, económico y social que confiere el control de la renta petrolera.
            Este modelo ha reproducido y hasta cierto punto ha magnificado los problemas generados por el capitalismo rentístico: El aparato productivo está paralizado, lo que se traduce en una severa escasez de productos en el mercado de bienes, un aumento de precios superior a 60%, un crecimiento de la burocracia, una moneda fuertemente apreciada que fomenta las importaciones y la especulación, un sistema cambiario que no permite La adquisición oportuna de divisas y permite el aumento de la brecha entre el tipo de cambio controlado y el paralelo. Estimulando la sobrefacturación y corrupción
Estos síntomas pudieron ser atenuados por la renta petrolera, pero la caída de los precios del petróleo en 50% aproximadamente, han puesto al desnudo a un sistema económico que no da para más, y, al igual a su predecesor, el capitalismo rentístico, muestra síntomas de evidente agotamiento. Se hace necesario tomar medidas urgentes, sobre todo la revisión del modelo económico. Como dijo Arturo Uslar Pietri en su época: “Debemos abandonar de una vez por todas la dependencia que tenemos a la renta petrolera urge crear sólidamente en Venezuela una economía reproductiva y progresiva. Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia”.


martes, 10 de febrero de 2015

SALIDA DE LA CRISIS

¿Venezuela puede salir de la crisis? Algunos piensan que la repuesta es afirmativa, pero condicionada a que el gobierno, adopte una serie de medidas de carácter integral, que comienzan con el diagnóstico correcto del problema: Una creciente deuda externa pública, una moneda altamente apreciada, un gasto fiscal desbocado, Una severa inflación con una pronunciada escasez de productos y una merma sustancial en la producción de bienes y servicios.
¿Venezuela cuenta con las armas necesarias para revertir esta situación? Muchos analistas piensan que sí, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias para cambiar esta situación.
En días pasados, 60 economistas,  sacaron al debate público un documento (http://prodavinci.com/2015/01/22/actualidad/60-economistas-se-pronuncian-sobre-la-crisis-economica-en-venezuela-monitorprodavinci/), en el cual advierten sobre la grave crisis que vivimos y hacen una serie de recomendaciones, entre las cuales se señalan:
1)      Establecer un nuevo proceso presupuestario ordenado, con el objetivo de reducir el déficit del sector público. Este último debe apuntar a no exceder del 4% del PIB en un plazo de dos años; y en un año de aguda caída del ingreso petrolero se debe establecer una meta transitoria más alta, aunque acorde con un programa macroeconómico y financiero de acciones coordinadas.
2)      Rescatar la autonomía del Banco Central de Venezuela, con el nombramiento de un Directorio independiente.
3)      La Ejecución inmediata de un plan de reorganización y saneamiento financiero de PDVSA, dentro del contexto de un nuevo plan económico, para iniciar la recuperación y elevación de la capacidad de exploración, producción y exportación de petróleo y productos derivados. Operaciones de pasivos que permitan mejorar y reducir el perfil de vencimientos de  la deuda externa de la República y PDVSA, además de revisar o suspender otras facilidades crediticias recibidas o provistas a otros países, dentro de un plan de reformas y nueva política económica. Según el economista Francisco Rodríguez (Fue director de la Oficina de Asesoría Económica y Financiera de la Asamblea Nacional (2000-2004). Actualmente forma parte del equipo de análisis de entorno para América Latina en Bank of America Merrill Lynch) El país cuenta con 70 millones de US$ en activos externos, que le dan capacidad negociadora, para enfrentarse con la banca internacional, complacer el servicio de la deuda y quizás obtener recursos frescos que nos permita reforzar las reservas internacionales
4)      Desmontar el régimen de control de cambio, como objetivo central dentro del plan económico – fiscal, monetario, financiero – para lo cual es fundamental crear las condiciones económicas y sociales para mejorar la producción, distribución y comercio de bienes y servicios. Esta es una tarea compleja que exige fortalecer las reservas internacionales y coordinar con el sector privado para un proceso gradual de desmontaje de los controles de cambio y de precios, hasta llegar a una situación de estabilidad, en un plazo a establecer, donde los mercados puedan volver a operar, en un mejor ambiente económico con una tasa de inflación disminuyendo rápidamente. Debemos llegar a disponer de un mercado cambiario funcional sin las generalizadas prácticas de corrupción para aprovechar los diferenciales cambiarios. La coordinación entre Gobierno Central, PDVSA y BCV es esencial para el éxito de este proceso de transición a un nuevo régimen cambiario.
5)      Diseñar políticas sectoriales en el contexto de los cambios de la política económica y petrolera del país, para así estimular la recuperación económica y mayor productividad laboral en los sector agrícola, manufacturero, minero, construcción, turismo. Los trabajadores venezolanos se beneficiarán directamente de la recuperación sólida de los sectores económicos ahora deprimidos, con más bajas tasas de inflación, mejores salarios reales y generación de nuevos empleos. El capital privado venezolano, que ahora invierte en varios países de las Américas podrá volver a ver a Venezuela y ayudar mucho a elevar la inversión privada y las reservas internacionales, al percibir al país como una economía en vías de estabilizarse y prosperar. Se deben continuar con las obras de infraestructura que estén en marcha; y con apoyo de organismo multilaterales avanzar en la modernización de la infraestructura física y de servicios públicos.
Estas son propuestas que velen la pena estudiar y debatir ya que solo el consenso y el compromiso de los agentes económicos permitirán la salida a la crisis.




lunes, 26 de enero de 2015

LAS MEDIDAS

El pasado miércoles 21 de enero, el Presidente de la República de Venezuela, en la Asamblea Nacional anunció una serie de medidas con las cuales pretende solventar la grave crisis económica que está viviendo Venezuela.

En primer lugar anunció una serie de inversiones en infraestructura así como un aumento del 15% en el salario mínimo. Con estas medidas pretende realizar una política anticíclica, estimulando la demanda, en el más puro Keynesianismo, a fin de preservar el ingreso del consumidor. En ningún momento se dijo como se va a financiar este aumento del gasto público, aunque muy loable en su pretensión, no parece muy conveniente aumentar el gasto ante una caída del ingreso, a menos que se quiera emitir más dinero inorgánico, lo que se traduciría en más inflación.

En segundo lugar anunció una modificación en la política cambiaria. Se establecieron tres mercados: uno preferencial, otro SICAD unificado y un tercero atendido por las diferentes bolsas privadas y públicas existentes en el país. Solamente se aclaró cuál  sería el tipo de cambio para el mercado preferencial (alimentos, medicinas y salud) de 6,30 Bolívares por dólar. De los otros dos mercados no se especificó nada. El mercado externo tiene dos problemas básicos. En primer lugar,  un tipo de cambio apreciado, es decir muy barato, lo cual aumenta la demanda por encima del requerido para las transacciones reales. Es tentador tratar de adquirir dólares a 6,30 para venderlos a 50. En segundo lugar, el sistema utilizado en la actualidad para suministrar las divisas requeridas es ineficiente, lento y poco transparente, lo que retarda las importaciones de los bienes requeridos por la economía. El  Presidente, no pudo aclarar como solventar estos dos problemas, corriendo la arruga para un posterior anuncio de las autoridades económicas. En tercer lugar anunció la recuperación del abastecimiento de bienes, mediante un aumento en la supervisión de las diferentes empresas distribuidoras existentes en el país. Más control y supervisión.

La semana pasada un grupo de 60 economistas, entre los cuales se encuentran académicos, profesores y consultores privados, sacaron a la luz pública un documento en el cual advierten sobre la grave situación económica del país. En referencia al mensaje del presidente señalan: “En el contexto de la fuerte caída de los ingresos petroleros en 2015, a un estimado de la mitad de los recibidos en 2014,  con pesadas obligaciones financieras y petroleras que se  analizan en este documento, la disponibilidad de divisas para proveerlas bajo este régimen cambiario son muy limitadas. La expansión del gasto público anunciada por Maduro, no puede sino aumentar la liquidez en manos del público y la presión sobre la nueva tasa de cambio vía casas de bolsa y el mercado paralelo. Esta tercera tasa de cambio, todavía por ser definida en sus detalles, será, sin embargo, mucho más alta y elevará el costo del gran volumen de importaciones que no recibirán divisas a las tasa preferencial ni Sicad.  Sin un conjunto de medidas económicas coherentes, como se plantea en la segunda sección de este documento, un régimen cambiario como el anunciado  no puede sino reflejar la muy fuerte presión alcista en los precios y en las tasas de cambio de libre fluctuación. El ajuste del salario mínimo en 15%, a partir de febrero, es insuficiente, y ocurre en medio de presiones que elevaran la inflación por encima de 100% anual; los anuncios están lejos de constituir un verdadero plan coherente y creíble para estabilizar la economía venezolana y sentar las bases para su recuperación”.

Lamentablemente no se satisfacieron las expectativas  creadas por el propio Presidente.  La gravedad de la situación económica requiere un conjunto de medidas oportunas, integrales, coherentes  y que ataquen la raíz del problema. La teoría establece que se deben utilizar tantos instrumentos como objetivos de política económica se establezcan. Por lo menos se hacen necesarios tres objetivos a corto plazo: disminuir la inflación, equilibrar el sector externo y aumentar la producción interna de bienes y servicios. Hay que restablecer  la oferta de bienes y servicios,  Es preocupante el silencio y retardo en la acción mostrado por los máximos dirigentes del país, mientras que la población pierde un valioso tiempo haciendo largas colas para poder adquirir los productos de su dieta diaria 

martes, 20 de enero de 2015

LAS COLAS Y EL DESABASTECIMIENTO

El año 2015,  el venezolano lo comenzó haciendo colas frente a los diferentes negocios de venta de alimentos al detal, con la esperanza de poder adquirir productos como: mantequilla, aceite, café, leche, pañales, artículos de aseo personal, etc., que tienen tiempo sin poder comprarlos regularmente.

La  formación de las colas es atribuible al temor que vive el consumidor ante el desabastecimiento de los productos básicos de su dieta diaria. Este temor ha causado un aumento inusual del consumo, lo que algunos llaman el “acaparamiento doméstico”, el cual es entendible totalmente. Si una venezolana, asiste a más de un supermercado y no consigue pañales, por ejemplo, es comprensible que cuando los encuentre, quiera llevarse una cantidad superior al acostumbrado, para prevenir, dirán algunas.  Tal es la paranoia, que muchas personas, que hacen cola, si le preguntamos  que venden, no saben la respuesta, solo dicen, “no sé, compraré lo que saquen, lo que haya llegado”. Parte  de la formación de las colas es explicado por innumerables comerciantes informales, que tratan de adquirir los productos a precios regulados, para revenderlos posteriormente a precios que involucran beneficios extraordinarios.

Otro factor que ha incrementado el consumo es la fuerte inflación que está viviendo el venezolano (en alimentos supera el 100%, anual) la cual ha obligado a aumentar las compras, tratado de ganarle al aumento de precios, utilizando recursos monetarios que estaban destinados a otras actividades e incluso, utilizando el crédito bancario a través de la utilización de las tarjetas de crédito.

Estas colas son resultados visibles de un proceso real de escasez que viene desarrollándose desde hace tiempo en el país,  producto de una mala política económica basada en el exceso de controles y la estigmatización  y persecución del sector privado, sumado a un crecimiento del poder del gobierno central más una profundización del modelo rentista petrolero No es nuevo el proceso de estatización de empresas del sector privado así como la posterior formación de empresas públicas que con el tiempo han demostrado su ineficacia (Agropatria, Cemex, Sidor, etc.). También es notorio la mudanza de empresas a distintos países latinoamericanos (en especial Colombia) de las casas matrices de importantes compañías extranjeras que utilizaban a Venezuela como eje de su política, dado la posición geográfica estratégica de nuestro país (P&G). Así como la criticable acción de algunos empresarios que han ido del país, abandonado  sus activos y  abandonado a los empleados. (Clorex). Lo anterior es una pequeña muestra de los factores que han producido una gran disminución en la oferta de bienes y servicios. Que se ha tratado de compensar con productos importados.

Los excesivos controles, ente los cuales, lo más importantes son los de precios y la tasa de cambio, han vuelto muy muy difícil la actividad industrial y comercial, La regulación  de precios y el lento proceso de ajustes en los mismos, como el difícil acceso a las divisas ha producido el cierre de un gran cantidad de establecimientos.

La realidad es que la actividad económica en Venezuela se ha convertido en una economía comercial,  de productos importados por un gobierno (en detrimento de la industrial, productiva),que ha demostrado su incapacidad en   la distribución de bienes y servicios, que se escuda con la tesis del acaparamiento y la especulación, como armas fundamentales de una “guerra económica”, negando la verdadera causa, la aplicación de un modelo económico ineficiente.


La eliminación de las colas es bastante difícil, desaparecerán con el regreso de la confianza del consumidor, confianza de poder adquirir un producto cuando lo necesiten y a un precio acorde con sus ingresos. 

martes, 13 de enero de 2015

¿FIN DE UNA ERA?

Expertos petroleros han manifestado que la era de los precios altos (por encima de los US$ 100)  ha llegado su fin.


Entre las posibles causas que explican este hecho, señalan entre otros aspectos, la reducción en la demanda de hidrocarburos por parte de los Estados Unidos y los avances tecnológicos que elevaron la eficiencia en el uso del petróleo.

La administración Obama viene desarrollando, desde hace algunos años, una política de independencia petrolera. Hace seis años, EE UU producía por debajo de 20 millones de barriles diarios de petróleo y gas natural, repartidos a partes iguales. Rusia superaba ese nivel combinando las dos fuentes fósiles, mientras que Arabia Saudí era el mayor productor de crudo. Ahora la producción total estadounidense se acerca a los 25 millones de barriles y supera en el petróleo al país árabe (El País, España) y supera a Rusia en la producción de gas natural. Esos notables avances en el ámbito energético de Estados Unidos se sustentan en importantes innovaciones tecnológicas incorporadas en la producción de petróleo y gas, las cuales incluyen las técnicas de perforación horizontal y la denominada fracturación hidráulica o fracking, lo que ha permitido el aprovechamiento de reservas de hidrocarburos en formaciones de esquistos (shale o roca madre) y otras formaciones rocosas impermeables, antes imposibles de explotar por las técnicas de producción tradicionales. (El Mundo, Venezuela)

Si nuestro principal cliente en el mercado perolero, inició y ha venido desarrollando tan importante cambio de paradigma ¿Cuál ha sido nuestra previsión? ¿cuál ha sido la planificación estratégica, establecida para combatir los efectos adversos? De acuerdo a lo visto hasta los momentos, ninguno, El gobierno siguió desarrollando y profundizando el modelo de renta petrolera, lo cual, ha traído como consecuencia una dependencia cada vez mayor al ingreso por concepto de exportaciones petroleras.           


Desperdiciamos la época de las vacas gordas y la de las vacas flacas nos agarró sin estar preparados, Dicen que el tiempo de crisis es igual a tiempo de oportunidades, estoy de acuerdo, pero esto requiere una profunda autocrítica y mucho diálogo con los factores productivos del país, que nos permita establecer un modelo eficiente de país, que nos lleve de nuevo a la senda de crecimiento y que esté alineado con el nuevo paradigma del mercado petrolero, precios por debajo de los 100 dólares. No creo que el gobierno pueda hacerlo sólo, necesita un sector privado fortalecido, que sea capaz de asumir el compromiso. Nunca ha sido tan importante, como en los actuales momentos, la unión de los sectores, público y privado, para identificar las oportunidades que se nos presentan.