martes, 20 de enero de 2015

LAS COLAS Y EL DESABASTECIMIENTO

El año 2015,  el venezolano lo comenzó haciendo colas frente a los diferentes negocios de venta de alimentos al detal, con la esperanza de poder adquirir productos como: mantequilla, aceite, café, leche, pañales, artículos de aseo personal, etc., que tienen tiempo sin poder comprarlos regularmente.

La  formación de las colas es atribuible al temor que vive el consumidor ante el desabastecimiento de los productos básicos de su dieta diaria. Este temor ha causado un aumento inusual del consumo, lo que algunos llaman el “acaparamiento doméstico”, el cual es entendible totalmente. Si una venezolana, asiste a más de un supermercado y no consigue pañales, por ejemplo, es comprensible que cuando los encuentre, quiera llevarse una cantidad superior al acostumbrado, para prevenir, dirán algunas.  Tal es la paranoia, que muchas personas, que hacen cola, si le preguntamos  que venden, no saben la respuesta, solo dicen, “no sé, compraré lo que saquen, lo que haya llegado”. Parte  de la formación de las colas es explicado por innumerables comerciantes informales, que tratan de adquirir los productos a precios regulados, para revenderlos posteriormente a precios que involucran beneficios extraordinarios.

Otro factor que ha incrementado el consumo es la fuerte inflación que está viviendo el venezolano (en alimentos supera el 100%, anual) la cual ha obligado a aumentar las compras, tratado de ganarle al aumento de precios, utilizando recursos monetarios que estaban destinados a otras actividades e incluso, utilizando el crédito bancario a través de la utilización de las tarjetas de crédito.

Estas colas son resultados visibles de un proceso real de escasez que viene desarrollándose desde hace tiempo en el país,  producto de una mala política económica basada en el exceso de controles y la estigmatización  y persecución del sector privado, sumado a un crecimiento del poder del gobierno central más una profundización del modelo rentista petrolero No es nuevo el proceso de estatización de empresas del sector privado así como la posterior formación de empresas públicas que con el tiempo han demostrado su ineficacia (Agropatria, Cemex, Sidor, etc.). También es notorio la mudanza de empresas a distintos países latinoamericanos (en especial Colombia) de las casas matrices de importantes compañías extranjeras que utilizaban a Venezuela como eje de su política, dado la posición geográfica estratégica de nuestro país (P&G). Así como la criticable acción de algunos empresarios que han ido del país, abandonado  sus activos y  abandonado a los empleados. (Clorex). Lo anterior es una pequeña muestra de los factores que han producido una gran disminución en la oferta de bienes y servicios. Que se ha tratado de compensar con productos importados.

Los excesivos controles, ente los cuales, lo más importantes son los de precios y la tasa de cambio, han vuelto muy muy difícil la actividad industrial y comercial, La regulación  de precios y el lento proceso de ajustes en los mismos, como el difícil acceso a las divisas ha producido el cierre de un gran cantidad de establecimientos.

La realidad es que la actividad económica en Venezuela se ha convertido en una economía comercial,  de productos importados por un gobierno (en detrimento de la industrial, productiva),que ha demostrado su incapacidad en   la distribución de bienes y servicios, que se escuda con la tesis del acaparamiento y la especulación, como armas fundamentales de una “guerra económica”, negando la verdadera causa, la aplicación de un modelo económico ineficiente.


La eliminación de las colas es bastante difícil, desaparecerán con el regreso de la confianza del consumidor, confianza de poder adquirir un producto cuando lo necesiten y a un precio acorde con sus ingresos. 

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