En días recientes un vecino me comentaba de que las personas que escribimos en la prensa, nos dedicamos únicamente a criticar y no aportar soluciones. Le manifesté que por lo menos en mi caso yo trato dar algunas recomendaciones, pero para ser sinceros, nunca me he detenido, a pensar y tratar de conformar un conjunto coherente de medidas de política económica, que nos permitan salir de este atolladero, que no es más grave, porque se han obtenido ingresos extraordinarios por la venta de petróleo. Ingresos que han cubierto con un manto los desequilibrios existentes en la economía venezolana.
Antes de iniciar debo dejar muy claro que soy liberal, lo que condiciona mi pensamiento a ser congruente con cuatro principios básicos: la libertad individual, la Economía de mercado como el mejor sistema existente para la asignación de los recursos, la propiedad privada y la democracia representativa.
Lo primero que hay que hacer, sin lo cual lo demás sería inútil, es lo que llamo “zapatero a tus zapatos”, es decir, cada quién debe dedicarse a lo suyo, las diferentes instituciones y poderes del país deben de recuperar independencia y ejercer las funciones para las cuales fueron creadas. La Asamblea, a legislar, la contraloría a supervisar, el sistema de justicia a garantizar el Estado de Derecho y el ejecutivo, gobernar con sabiduría y eficiencia. Hay que construir instituciones sólidas e independientes, con lo cual se logra fortalecer la democracia.
El aparato de gobierno debe reducir su tamaño, por lo cual debe profundizarse la descentralización. La ciudadanía necesita que las decisiones se tomen, en la medida de lo posible, por organismos públicos que estén lo más cercano a ellos. Aquí debería juga papel fundamental la contraloría ciudadana. Las comunidades deben participar en la toma de decisiones sobre las obras de infraestructura que le afecten y posteriormente deben responsabilizarse por su cuidado. A la par de la reducción del tamaño se debe aumentar la calidad de los funcionarios públicos. Hay que rescatar la carrera del funcionario público, ofreciéndoles, estabilidad, buena remuneración, pero exigiéndoles altos niveles de eficiencia. Menos pero mejores, es la clave.
El Estado debe dejar la producción de bienes y servicios al sector privado, dedicándose a lo que le es propio, los bienes públicos, sobre todo el más importante de ellos, “la confianza”. El gran reto es la promoción de un sector productor privado, fuerte y eficiente que nos permita una intervención provechosa en el comercio exterior. El Estado debe reforzar su papel fiscalizador, no interventor. Debe realizar un gran esfuerzo fiscal, tendiente a lograr un equilibrio. En materia de impuestos, se debe bajar el porcentaje de IVA, y su recaudación debería ser para el Gobierno Estadal, el cual es el que cuenta con menores recursos.
Se debe crear un sistema justo y eficiente de transferencias directas a los sectores más necesitados. El otorgamiento de estas transferencias tiene que estar condicionado al cumplimiento de compromisos, por ejemplo, tiempo de permanencia de los hijos en la escuela. Hay que eliminar el comportamiento paternalista del Estado. Está demostrado que la gente valora algo más cuando se lo gana que cuando se lo regalan.
Es de extrema prioridad reformar la política educativa. La Educación es fundamental para la inserción de Venezuela en el mundo moderno, debemos garantizar calidad en vez de cantidad. Hay que reforzar la primaria donde se rescaten los valores.. Realizar una fuerte inversión en Investigación y Desarrollo fortaleciendo los cursos de postgrado, maestría y doctorado. Hay que dar prioridad a la educación técnica. Hay que retomar la “Beca Gran Mariscal de Ayacucho” y enviar a nuestros jóvenes a las mejores Universidades del Mundo.
Hay que realizar un gran pacto nacional para el desmontaje gradual del sistema de controles. En definitiva la tarea a seguir es la corrección gradual de los desequilibrios existentes en la economía y el fomento de un Estado más eficiente y moderno, donde se garantice la tenencia y el uso de la propiedad privada así como la construcción de un aparato productivo, en manos del sector privado, capaz de enfrentarse a la globalización .
Estas son solo algunas ideas, les dejo a las personas que aspiran a la presidencia la elaboración de un plan formal. La tarea no es fácil, pero es realizable. Hay que mirar a nuestro alrededor y ver lo que está pasando, hay países que están creciendo a un ritmo constante y lo que es más importante, desarrollándose ¿Qué están haciendo bien?. Los pueblos lo que exigen es eficiencia, no ideologías. Las discusiones filosóficas está bien para los salones de clase o la barra de una tasca, pero para gobernar lo que hace falta es “Gerencia Pública”, resolver los problemas.
Ahora espero que mi vecino Gustavo, cambie su opinión sobre los columnistas. Le doy la gracias porque me obligó a reflexionar sobre mis creencias y convicciones en materia económica.
Antes de iniciar debo dejar muy claro que soy liberal, lo que condiciona mi pensamiento a ser congruente con cuatro principios básicos: la libertad individual, la Economía de mercado como el mejor sistema existente para la asignación de los recursos, la propiedad privada y la democracia representativa.
Lo primero que hay que hacer, sin lo cual lo demás sería inútil, es lo que llamo “zapatero a tus zapatos”, es decir, cada quién debe dedicarse a lo suyo, las diferentes instituciones y poderes del país deben de recuperar independencia y ejercer las funciones para las cuales fueron creadas. La Asamblea, a legislar, la contraloría a supervisar, el sistema de justicia a garantizar el Estado de Derecho y el ejecutivo, gobernar con sabiduría y eficiencia. Hay que construir instituciones sólidas e independientes, con lo cual se logra fortalecer la democracia.
El aparato de gobierno debe reducir su tamaño, por lo cual debe profundizarse la descentralización. La ciudadanía necesita que las decisiones se tomen, en la medida de lo posible, por organismos públicos que estén lo más cercano a ellos. Aquí debería juga papel fundamental la contraloría ciudadana. Las comunidades deben participar en la toma de decisiones sobre las obras de infraestructura que le afecten y posteriormente deben responsabilizarse por su cuidado. A la par de la reducción del tamaño se debe aumentar la calidad de los funcionarios públicos. Hay que rescatar la carrera del funcionario público, ofreciéndoles, estabilidad, buena remuneración, pero exigiéndoles altos niveles de eficiencia. Menos pero mejores, es la clave.
El Estado debe dejar la producción de bienes y servicios al sector privado, dedicándose a lo que le es propio, los bienes públicos, sobre todo el más importante de ellos, “la confianza”. El gran reto es la promoción de un sector productor privado, fuerte y eficiente que nos permita una intervención provechosa en el comercio exterior. El Estado debe reforzar su papel fiscalizador, no interventor. Debe realizar un gran esfuerzo fiscal, tendiente a lograr un equilibrio. En materia de impuestos, se debe bajar el porcentaje de IVA, y su recaudación debería ser para el Gobierno Estadal, el cual es el que cuenta con menores recursos.
Se debe crear un sistema justo y eficiente de transferencias directas a los sectores más necesitados. El otorgamiento de estas transferencias tiene que estar condicionado al cumplimiento de compromisos, por ejemplo, tiempo de permanencia de los hijos en la escuela. Hay que eliminar el comportamiento paternalista del Estado. Está demostrado que la gente valora algo más cuando se lo gana que cuando se lo regalan.
Es de extrema prioridad reformar la política educativa. La Educación es fundamental para la inserción de Venezuela en el mundo moderno, debemos garantizar calidad en vez de cantidad. Hay que reforzar la primaria donde se rescaten los valores.. Realizar una fuerte inversión en Investigación y Desarrollo fortaleciendo los cursos de postgrado, maestría y doctorado. Hay que dar prioridad a la educación técnica. Hay que retomar la “Beca Gran Mariscal de Ayacucho” y enviar a nuestros jóvenes a las mejores Universidades del Mundo.
Hay que realizar un gran pacto nacional para el desmontaje gradual del sistema de controles. En definitiva la tarea a seguir es la corrección gradual de los desequilibrios existentes en la economía y el fomento de un Estado más eficiente y moderno, donde se garantice la tenencia y el uso de la propiedad privada así como la construcción de un aparato productivo, en manos del sector privado, capaz de enfrentarse a la globalización .
Estas son solo algunas ideas, les dejo a las personas que aspiran a la presidencia la elaboración de un plan formal. La tarea no es fácil, pero es realizable. Hay que mirar a nuestro alrededor y ver lo que está pasando, hay países que están creciendo a un ritmo constante y lo que es más importante, desarrollándose ¿Qué están haciendo bien?. Los pueblos lo que exigen es eficiencia, no ideologías. Las discusiones filosóficas está bien para los salones de clase o la barra de una tasca, pero para gobernar lo que hace falta es “Gerencia Pública”, resolver los problemas.
Ahora espero que mi vecino Gustavo, cambie su opinión sobre los columnistas. Le doy la gracias porque me obligó a reflexionar sobre mis creencias y convicciones en materia económica.
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INVITACION
El fondo Editorial Núcleo de Economistas, Asociación Civil sin Fines de Lucro, tiene le placer de invitarle al bautizo del libro:
Promoción Ernesto Peltzer
50 Aniversario
50 Aniversario
Con textos de: Luis E.Marquez Cedeño
Marcos A. Sandoval y
Carmelo Paiva Palacios
Guaramato Parra, Narciso; Editor
DIA: martes 16 de junio de 2009
LUGAR: Colegio de Economistas del DC y Edo. Miranda. Ctro Profesional del Este. piso 3, Sabana Grande.
HORA: 5:00 pm
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