En días pasados,
el ejecutivo nacional anunció la creación del Sistema Complementario para la
asignación de divisas (SICAD), en sustitución del recientemente eliminado Sistema
de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME).
En la página
oficial del BCV, se puede leer: “El sistema complementario para la asignación
de divisas funcionará bajo un esquema de subastas, que operará con la misma
metodología utilizada por la Oficina Nacional de Crédito Público para las emisiones
de títulos de la República […] En estas
subastas solo podrán participar aquellas empresas inscritas en el Registro de
Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (Rusad). Giordani recalcó que
se dará prioridad a los casos relacionados con la salud (importación de
medicinas, equipos médicos e insumos); alimentos (materia prima, componentes y
envases) y manufactura (equipos, maquinarias y repuestos).”
Este no es una
forma novedosa de asignar divisas, ya, desde febrero de 2002 hasta enero de
2003, se subastó un promedio diario de US$ 30 millones cuando la demanda era de
alrededor de US$. 105 millones diario.
La pregunta que
muchos se hacen ¿por qué a un precio de la cesta petrolera de 102 US$/ barril (cifra
oficial de PDVSA), lo cual representa, más o menos, US$. 245 millones diarios,
suponiendo como válido el supuesto de exportación de 2,4 MBD. El gobierno no se
limitó a suministrarle más dólares a CADIVI. La respuesta es que no puede ya
que la demanda de divisas supera
ampliamente la oferta.
En la vigente
Ley del BCV del 2010 se eliminó la obligación por parte de PDVSA de vender la
totalidad de divisas al BCV (art. 125, antiguo 113), así como se establece una metodología muy polémica, que es el Nivel Adecuado de Reservas, con lo cual se
estableció un techo a las Reservas Internacionales. Todas las divisas por
encima de divisas por encima de ese nivel deben ser transferidas al un fondo
especial. Recientemente, con al alza del oro, se creo una matriz de opinión
sobre la conveniencia de traer el oro monetario (físico, es decir los lingotes)
a las bóvedas del Banco, mermando de esta manera la capacidad de negociación
del BCV con el oro monetario. Es de hacer notar que generalmente, y de hecho
sucedió, muchos Bancos Centrales, procedieron vender su oro, aprovechando el
alza del precio, (esto en términos bursátiles se denomina jugar a la baja, eso
es decir vender cuando esta caro para comprar posteriormente barato, con lo
cual se logra mantener el objeto de transacción y obtener una ganancia en su
transacción). Lo que se hizo, fue monetizar el alza en el precio del oro, con
lo cual el aumento en dólares de las reservas internacionales, se debe más a
una revalorización del oro que de un aumento físico de este.
¿A que nos
lleva esta larga explicación? Al nivel actual de las reservas internacionales
brutas o activos de BCV, como también se le conoce. Al cierre del 2012, última
información oficial publicada, las Reservas Internacionales cerraron en US$
29.887 millones y estaban compuesta por: oro monetario (67% del total); divisas
(18%): Derechos Especiales de Giro (12%) y otros (3%). Es decir, la parte verdaderamente líquida y
operativa, que representa la oferta de divisas, es de US$ 5.468 millones lo que
representa 0,11 meses de importaciones de bienes. La norma internacional
establece que se deben tener en reservas lo equivalente a 3 meses de
importaciones de bienes y servicios y del pago del servicio de la deuda
pública. Solo para pagar los tres meses de importaciones se necesitan US$
14.385 millones líquidos. Todo indica que tenemos un problema bastante grave de
liquidez.
¿Cuál es el
papel del BCV en todo esto?. En el Capítulo II, Sección Tercera, artículo 318
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se establece que:
“…Para el adecuado cumplimiento de su objetivo, el Banco Central de Venezuela
tendrá entre sus funciones las de formular y ejecutar la política monetaria, participar en el diseño y ejecutar la política
cambiaria*, regular la moneda, el crédito y las tasas de interés, administrar las reservas Internacionales,
y todas aquellas que establezca la ley.”
Como vemos la
política cambiaria es responsabilidad del Ejecutivo. El BCV tiene las manos
atadas, me consta las llamadas de alerta producidas por el personal técnico del
banco, incluso de los afectos al Chavismo. Compartimos la opinión del Econ.
Maxin Ross de que la parte de supervisión será asumida por una nueva
burocracia. El personal del BCV realizará la subasta y otras tareas operativas.
La conclusión
es que el nuevo régimen, aparte de ser excluyente (no todos están invitados),
es una medida aislada (no está acompañada de otras medidas de generación de
divisas en forma productiva) y presionará al aumento de precios vía costos
(Inflación). El gobierno está atado de manos por su propio discurso. No tiene
como generar más divisas, el 97% proviene de la industria petrolera y del
restante 3% de las exportaciones no tradicionales, el gobierno ya ha
nacionalizado a las más grandes (Cementeras, Empresas de Guayana, etc.), lo que
queda es marginal y se sigue reduciendo, la semana pasada se anunció el cierre
de la cervecería Brahma. Adicionalmente se
están cerrando algunas fuentes de financiamiento. Sin embargo el dólar sigue
siendo barato a 6,30 Bs/US$ lo cual seguirá desequilibrando el mercado
cambiario.
*El resaltado es nuestro
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