lunes, 28 de febrero de 2011

OPINIONES

Aunque resulte paradójico que un artículo de opinión lleve el título de opiniones, la intención del mismo es resumir algunas impresiones y reflexiones personales sobre lo acontecido en una semana tan agitada (interpelaciones al gabinete económico, la rebelión libia, etc.). Para la cual utilizaremos el formato de tips.

· El Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) es el indicador estadístico que se utiliza para medir la inflación, y el mismo recoge la variación del precios de los bienes y servicios a nivel nacional. Muchos voceros pregonan que la inflación ha bajado lo cual es incorrecto. Como el INPC indica una variación, un valor positivo por muy pequeño que sea, indica que los precios aumentan, por lo cual, la única manera que la inflación baje es que el INPC registre un valor negativo. Igualmente hay que recordar que todo indicador es una referencia, (alguna hay que tener) pero no es la verdad para todos los ciudadanos, por lo tanto, para una persona la percepción de que los precios aumenten en mayor o menor grado de lo que percibe otra, es totalmente posible. Todo depende de los bienes y consumos que consuma cada quien. Lo que si es claro que cada vez que vamos al mercado, nuestro sueldo rinde menos.

· Ya que hablamos de variaciones, hay que tener mucho cuidado al expresarlo en porcentaje. Para ilustrar esto claramente, supongamos que usted gana Bs 100 y por alguna razón se le reduce en Bs 50, es decir su suelos disminuyó 50% (50/100 x 100). Pero al mes siguiente lo volvió a recuperar, es decir su sueldo aumentó en 100% (50/50 x 100). Parece que usted mejoró sensiblemente su nivel de vida al aumentarle sueldo original (100% – 50%= 50%), pero como vemos ese no es el caso, o único que ocurrió es que usted regresó al sueldo inicial. La moraleja de este pequeño ejercicio es que hay que tener mucho cuidado con lo que dicen las cifras que nos dan.

· Un diputado del PSUV expresó durante la última interpelación la ecuación más utilizada para medir la producción de un país, que es por la vía del uso que se le da. La producción de bienes y servicios de una país es para el consumo interno, y si sobra algo se exporta y si no alcanza se importan. por lo tanto el Producto es igual al consumo interno más las exportaciones menos las importaciones. Lo que no dijo es que las cifras dadas no cuadran con esta simple ecuación: si el producto real disminuyó en el 2010 en 1,4% (cifras del BCV), debe ser por que disminuyeron el consumo interno y/0 las exportaciones o aumentaron las importaciones. Este comportamiento incide claramente en el bienestar del venezolano. Si se consume menos internamente o se exporta menos, las empresas tienen que reducir necesariamente las ventas par lo cual le quedan dos vías: reducir la mano de obra o aumentar el inventario de productos terminados con el peligro de que los acusen de acaparadores, por lo cual, lo más razonable es que se de el primer caso (desempleo). Si aumentan las importaciones, el efecto es parecido, aunque haya más bienes que consumir, los bienes son elaborados en el exterior en detrimento en muchos casos de la producción nacional. Pregunto: ¿Cómo cuadra entonces que haya disminuido el desempleo y a su vez haya disminuido el producto?. Por más vuelta que le den no cuadra.

· Los organismos internacionales (FMI, BM, OIT, FAO; etc.) no recopilan información primaria, es decir no realizan las encuestas necesarias a los hogares y empresas para producir las estadísticas. ¿A usted alguna vez un representante de un organismo internacional le ha tocado la puerta?. Pero si se la han tocado representantes del INE o del BCV, organizaciones públicas autorizados para tal fin. Lo que si hacen, es reunirse periódicamente con las autoridades o personas autorizadas para que les den las cifras OFICIALES, las discuten y le hacen los ajustes metodológicos que crean pertinentes. Lo anterior indica que toda cifra mostrada por un organismo internacional para un país, por ejemplo, Venezuela, le fue suministrada por el BCV. por el INE, por PDVSA y el antiguo MEM en caso de petróleo y por el Ministerio de Finanzas en el caso de la deuda pública.

· Por definición toda revolución es excluyente, nadie hace una revolución para que todo quede igual. Se supone que cuando se hace una revolución es para erradicar y excluir a un sector. ¿Es que es incluyente la expresión, el que no está conmigo es un contrarrevolucionario?.

· ¿Cómo es posible que se este sucediendo un cambio en el medio oriente y en el norte de África?, que tiene grandes repercusiones en Venezuela, país petrolero, y el Canciller se dedique a publicitar al gobierno, disculpen a respaldar a sus compañeros ministros en sus respectivas comparecencias como si no pudieran defenderse solos.

· Si una cosa hay que agradecer estos 12 años es que ha demostrado que uno no se puede divorciar de la política. La estructura y funcionamiento del Estado nos afecta a todos. Toda crisis social pasa por ser una crisis política si el que no funciona es el gobierno.

· ¿Claro que este Gobierno ha hecho cosas buenas? Pero como me decía frecuentemente una jefa que tuve, como puedo alabar por que realizan bien lo que es su labor, para lo que se les paga. En cambio hay que alabarlos si realizan algo superior a las expectativas y criticarlos duramente si realizan algo que sea inferior a lo que puedan dar. Las críticas bien intencionadas fortalecen ya que nos muestran nuestros errores, en cambio las continuas alabanzas sin fundamentos nos debilitan.

La definición de PUEBLO es muy ambigua, así como la de OLIGARQUIA, por lo que recomiendo utilizar los términos de VENEZOLANOS (somos todos) y el PODER GOBERNA

lunes, 21 de febrero de 2011

EL EMPLEO (IV)

Para finalizar esta serie de artículos sobre el empleo, hoy trataremos el tema de las distintas políticas económicas que diseñan los gobiernos para disminuir los niveles de desempleo.

El objetivo básico es la de buscar el pleno empleo, proporcionando a la población un trabajo que le permita vivir “digna y decorosamente”, expresión, esta última, utilizada para decir que la persona debe conseguir un trabajo que le guste y que le proporcione a la familia un ingreso que le permita cubrir sus necesidades de alimentación, salud, educación y esparcimiento.

Los dos enfoques fundamentales, mercado e intervención estatal, tiene diferentes instrumentos para alcanzar el objetivo propuesto, aunque es bueno aclarar, que en los países occidentales siempre ha existido una cohabitación del mercado (sector privado) y el Estado.

A raíz del éxito alcanzado por la política del “New Deal” en la década de los 30’s del siglo pasado en USA, gracias al pensamiento keynesiano, los gobiernos han justificado su intervención, mediante estímulos a la demanda de bienes y servicios a través del aumento del gasto público y facilitando el consumo del sector privado de la economía. La idea detrás de estas medidas es que un aumento en el gasto público y en el consumo presiona a las empresas a aumentar la oferta de bienes y servicios para lo cual tienen que aumentar la contratación de mano de obra, que es la forma de incrementar a corto plazo la producción. La compra de nueva maquinaria y la construcción de nuevas plantas requieren un período mayor de tiempo.

Otra forma de intervención estatal, es la regulación de l sector laboral mediante el establecimiento de leyes (del trabajo, regulación social) y reglamentos que permitan un mejor nivel de vida a la familia.

La crítica que se realiza usualmente a las políticas de demanda es que esta sería efectiva solamente cuando existe una capacidad industrial inutilizada que permite aumentos inmediatos en la producción. Si este no fuera el caso, el aumento de la capacidad de compra de la población presionaría a un aumento general de precios (inflación).

Cuando la economía de un país tiene problemas estructurales que limitan la oferta. Los gobiernos tratan de estimular el empleo mediante políticas tendentes a facilitar la inversión privada y la creación de nuevas empresas (políticas de oferta). La única crítica que se le realiza a este tipo de medidas es que generalmente se basa en el establecimiento al sistema financiero de porcentajes obligatorios de otorgamientos de crédito a los distintos sectores productivos, con lo cual muchas veces se aprueban proyectos de escasa y dudosa rentabilidad.

Finalmente para los fanáticos del libre mercado, solo se justifica la intervención estatal en la parte regulatoria. Se acuerdo a la doctrina liberal, la economía cando se dinamiza crea sus propios estímulos para que crezca la demanda de empleo.

domingo, 13 de febrero de 2011

EL EMPLEO (III)

La gran importancia de estudiar el fenómeno del empleo es su directa relación con el crecimiento y desarrollo de las naciones, A mayor empleo se corresponde mayores ingresos para la población, lo cual, se debería corresponde en un alza en la calidad de vida

El principal indicador utilizado para medir la actividad laboral es la “tasa de

Ocupación”, y se calcula dividiendo el número de ocupados entre la población económicamente activa (PEA) por cien.

Como todo indicador estadístico, este es susceptible a como se definan las variables. La comunidad internacional (através de la Organización del Trabajo) ha tratado de ponerse de acuerdo para homogenizar estas definiciones y así facilitar su comparación. Por lo tanto, antes que todo veamos como la OIT y el Instituto nacional de Estadística (INE) las conceptualizan,

OUPACION. (OIT) “se refiere a la clase de trabajo que efectúa una persona ocupada (o que desempeñaba antes si está cesante) durante el período de referencia adoptado, independientemente de la rama económica a la que pertenezca o la categoría de empleo que tenga.”

(INE): “La Población Ocupad, corresponde a las personas de 15 años y más de edad, de uno u otro sexo, quienes declararon que estaban trabajando o tenían un empleo, durante la semana anterior al día de la entrevista.”

POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA (PEA): para la OIT, “la constituyen las personas de uno u otro sexo, que proporcionan la mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos durante el período de referencia elegido para investigar las características económicas. Operacionalmente, involucra tanto a ocupados como a desocupados.”

(INE) La Población Económicamente Activa “está constituida por todas las personas de 15 años y más, con disposición y disponibilidad para trabajar en el periodo de referencia, que es la semana anterior al día de la entrevista”-.

Por ejemplo, en la página Web del INE, se pueden ver los datos para diciembre de 2010: PEA = 13.081.193 habitantes mayores de 15 años; Ocupados = 12.542.151; la tasa de ocupación es: 12.542.151 / 13.081.193 x 100 = 95.87 %. Este valor se puede leer de la siguiente forma: de cada 100 venezolanos, mayores de 15 años, que pueden trabajar, 96 están ocupados. Por supuesto, la tasa de desocupado para este período es de 4% (100-96 =4). De cada 100 venezolanos, mayores de 15 años, que pueden trabajar, 4 están desocupados

Esta cifra por si sola no dice mucho, si es alta o baja depende de su comportamiento en el tiempo o su comparación con el de otros países. Esta es la razón por la que se realizan para mejorar las técnicas utilizadas para obtener los datos. En Venezuela, el INE y el Banco Central de Venezuela (BCV) son los organismos autorizados para recabarlos mediante la encuesta de hogares, procesarlos y publicarlos con carácter oficial.

La crítica principal que se realiza a este tipo de indicador es que no nos dice nada sobre la calidad de la ocupación, Nada indica sobre si la ocupación es temporal, estacional o fija. Nada indica si es dentro de la economía formal o informal (el INE lo publica como otro indicador aparte). No es lo mismo tener una ocupación formal que una informal, aunque esta última sea de mayor remuneración, dado que los trabajos no formales no gozan de la seguridad social ni los beneficios proporcionados por la Ley del Trabajo. Aquí hay que aclarar que por el sector no formal de la economía se entiende al conjunto de empresas y personas que laboran sin la permisología necesaria. Es decir, una bodega o una empresa textilera que funcione sin la patente de comercio o industria y por lo tanto no pague ningún tipo de impuesto, se consideran dentro de la economía informal.

Finalmente en Venezuela como bien lo señala el proyecto pobreza de la Universidad Católica Andrés Bello las estadísticas gubernamentales o bien no han contado con el consenso técnico y social necesario para que los entendidos declaren los indicadores como confiables, o bien, cuando se han aproximado a tenerlos, algunos grupos de interés se encargan de desprestigiarlo.

viernes, 11 de febrero de 2011

EL EMPLEO (II)

Durante los últimos años del siglo XVIII, todo el XIX y principios del siglo XX. A lo largo del mundo, la economía sufría una fuerte transformación económica al pasar del comercio a la industrialización como principal forma de generación de ingresos, y el liberalismo era la doctrina imperante. Para los teóricos era impensable el desempleo, en todo caso se podría presentar en forma muy reducida el paro voluntario, por lo tanto el “pleno empleo” estaba garantizado, por lo tanto no se justificaba la acción productora del Estado. Para lo liberales de época, el sólo hecho de producir un producto tenía garantizada su demanda o como reza la ley de Say: “toda oferta genera su demanda” .

En la tercera década del siglo veinte, la cruda realidad hace tambalear las creencias económicas sobre el pleno empleo. En Estado Unidos de Norteamérica, una de las principales potencias industriales que emergen al finalizar la primera guerra mundial. En el año 1929, se derrumban los precios de las acciones en la Bolsa de Valores generando la más grave crisis económica hasta la fecha, la cal se conoce con el nombre de la Gran Depresión. El presidente F.D. Roosevelt, encuentra la solución en las ideas de un economista británico “John M Keynes, desarrollando un plan muy ambicioso de inversión pública conocido como “New Deal” (1933), que se basaba en : “…a) desarrollar un amplio plan de obra públicas, uno de cuyos objetivos básicos era incrementar la actividad económica y reducir el desempleo, además de impulsar las dotaciones de capital fijo social; b) aplicar un conjunto de medidas sociales de apoyo a los parados….” (Juan Cuadrado, 2001).

En Venezuela, cuando cae el gobierno de Marco Pérez Jiménez, se desarrolla el “Plan de Emergencia” , con rasgos y objetivos muy similares al New Deal.

El éxito alcanzado por el presidente Roosevelt, da inicio y justifica para muchos economistas, la intervención del Estado en la economía, mediante una fuerte inyección de recursos monetarios a través del gasto público, o como se dice, a través de una política fiscal Keynesiana.

En el año 1936, Keynes recoge todo su pensamiento en un libro de nombre “Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero”. Una de las principales ideas planteada por keynes es que el paro es un problema social y macroeconómico, por lo cual el Estado mediante un conjunto coherente de políticas económicas, puede hacer que la economía pueda volver al equilibrio sin que se llegue al pleno empleo.

A raíz de los inmensos ingresos que ha tenido Venezuela por la renta petrolera, y sobre todo por la particularidad de la propiedad estatal de la Industria petrolera venezolana, el pensamiento keynesiano ha estado muy arraigado en el país. Me atrevo a decir que todos los gobiernos desde la nacionalización petrolera, entre su objetivo principal ha sido promover el empleo utilizando una política fiscal expansiva (aumento del gasto público), inclusive el actual de corte socialista. Es decir, en menor o mayor grado los gobiernos venezolanos han sido de corte Keynesiano. El economista Maxim Ross, en su libro: “Capitalismo Salvaje o Estado Depredador” plantea que “…la causalidad de nuestra crisis hay que colocarlo en el tipo de Estado venezolano que e generó por la forma en que e condujo la industria petrolera”,lo que refuerza lo dicho anteriormente.

Terminamos esta parte mencionando que para el pensamiento comunista el pleno empleo esta garantizado mediante la planificación central. El Estado proveerá lo puestos de trabajo necesarios para que la población tenga una vida digna y decorosa.

Para el próximo artículo trataremos el tema de la medición del desempleo y de cómo pueden verse afectadas por la definición que se utilice y sobre todo de la muestra que se tome para obtenerlas.

EL EMPLEO (I)

Como no hay que olvidar cual fue el propósito que me llevo a tomar la pluma (o el laptop), que es transmitir los conocimientos económicos a la población en términos claros, y aprovechando la oportunidad de responder a la inquietud de un grupo de alumnos de economía de la Universidad de Carabobo, me referiré al tema del empleo, el porque y la forma en que los gobiernos lo estimulan.

Hay un consenso en el mundo académico que las acciones que debe tomar un gobierno (políticas económicas) deben tener como objetivo principal: el empleo, la estabilidad de precios, el crecimiento económico, la redistribución de la renta (ingreso) y la calidad de vida y conservación del medio ambiente. (Juan R. Cuadrado Roura, McGraw Hill, 2da. Edic. 2001). Los instrumentos o los medios con que se logren estos objetivos depende de la ideología económica del gobierno, de tal forma que un gobierno socialista (marxista) actuará en forma diferente a uno que este a favor del mercado.

El objetivo principal es el logro del “Pleno Empleo”, es decir, cuando todas las personas que quieren trabajar, bajo las condiciones laborales existentes y con las remuneraciones vigentes, encuentran la ocupación que quieren. Hay dos aspectos que quiero destacar en este concepto. El carácter voluntario del trabajo y su naturaleza: Si yo me gradué de economista y quiero ejercer la profesión, y si existe pleno empleo, puedo hacerlo libremente a una remuneración conforme a lo que cobren todos los economistas (recuerdo de mi tiempos de estudiante una frase que dice más o menos así: para igual trabajo, igual remuneración).

Hay que resaltar que el concepto de “pleno empleo” no indica que el 100% de las personas estén trabajando. Siempre habrá un porcentaje reducido de personas que no tienen empleo (desempleado), lo que los marxistas llaman “ejército industrial de reserva”. Imaginen que le pasaría a un inversionista que quiere montar una nueva fábrica, y no puede conseguir empleados ya que todo están ocupados, o no abre la nueva planta o busca mano de obra extranjera o simplemente ofrece una remuneración más atractiva, creando una bola de nieve que provoca que lo sueldos y salarios crezcan en toda la economía provocando inflación. Por tal motivo toda economía tiene un porcentaje de desempleados o como se denomina en economía: “tasa natural de desempleo”.

Ya que hemos tocado el tema, vamos a señalar algunos tipos de desempleo: Estructural, cuando la economía nacional o doméstica no puede abastecer los puestos de trabajo necesarios; Friccional, referido a las personas que han renunciado o han sido despedidos de su actual trabajo, pero esperan conseguir otro muy pronto de igual o mejores condiciones.

Para concluir este primer acercamiento al concepto y todo lo que involucra el término “Pleno Empleo”, quiero transcribir las diferentes opiniones de la principales escuelas del pensamiento económico, iniciando con el enfoque de los liberales económicos (a favor del mercado) a través de la opinión de Bernard de Mandeville (1670 -1733, médico, filósofo y economista Ingles) expresada en su famosa “fábula de la abejas”: ”…El gran arte para hacer una nación sea feliz y lo que llamamos floreciente, consiste en dar a todos y cada uno de la oportunidad de estar empleados. Y para obtenerlo, hágase que la primera preocupación del gobierno sea promover una variedad tan grande de manufacturas, artes y oficios como la inteligencia humana puede inventar; y la segunda, estimular la agricultura y la pesca en todas sus ramas, que se obligue a toda la tierra a esforzarse lo mismo que el hombre. La grandeza y la felicidad de las naciones deben de esperarse de esta política y no de las frívolas regulaciones de la prodigalidad y la frugalidad; porque déjese que el valor del oro y de la plata suba o baje, el bienestar de todas las sociedades dependerá siempre de los frutos de la tierra, del trabajo y de la gente; cosas ambas que, acopladas, son un tesoro más cierto, más inagotable y más real que el oro de Brasil o la plata de Potosí.”