“La dinámica de la historia tiene que generar dirigentes que estén a la altura del momento.”
“De un infeliz, de un hombre sepultado en la animalización, no se espera nunca nada; ese será asto fácil de las esclavitudes. Pero del hombre que se ha levantado sobre si mismo, se encontrará una conciencia que lo haga dueño de si mismo. Ese hombre aspirará, pedirá y soñará.”
Las citas anteriores fueron dichas por el expresidentes Carlos Andrés Pérez en una serie de conversaciones con el intelectual venezolano Caopolicán Ovalles en
Muchos amigos me han preguntado sobre la ausencia de un gran líder en Venezuela, que tanto en el partido de gobierno y la oposición pueda sentarse en la silla presidencial, una vez finalizado el período del presidente Chávez, lo que puede suceder dentro de 2, 8 o 14 años, Según sea la preferencia de cada quién y del apoyo popular. La respuesta es la misma siempre: Calma, los líderes surgen cuando los pueblos lo necesiten, ¿Quien pensaba antes del 89 que un Militar tendría la aceptación popular que tiene nuestro actual presidente. ¡Claro que hay líderes! Que, no nos guste alguien en particular no quiere decir que no sea el líder esperado para otros. Inclusive, el verdadero líder, el que va más allá del carisma, pasa por un período de aprendizaje bastante largo. Por algo es que en el mundo de la política y la economía, una persona de 50 de edad todavía se le considera joven.
Un líder es aquel dirigente que al avanzar en el camino y al voltear su mirada ve un grupo de personas que le siguen libremente, por su propia voluntad, ya que comparten sus ideas y principios. Según esta definición en la actualidad hay muchos líderes en Venezuela. En la política, en la empresa y en la comunidad. Cada día el venezolano exige más de sus líderes y este es el actual reto de nuestros dirigentes. El punto es que a nadie en particular le compete calificar a nadie como un líder, ni siquiera el mismo, El pueblo y la historia lo determinará.
Me disculpan, no quiero finalizar sin darle gracias a Dios (quien aprieta pero no ahorca, como dice el refrán) quien hace un año, en medio de mi enfermedad me concedió la alegría de un hijo, el cual, en su inocencia y con la sonrisa más hermosa que he visto, me dio la valentía de seguir luchando. Como dice mi esposa, hace un año salió nuestro sol, ¡hijo, Felicidades en tu primer cumpleaños!.
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