¡Será que el gobierno no va a decretar la emergencia nacional y decretar día no laborable! Le expresaba a mi esposa al comienzo de una larga semana de incredulidad. Ese día mis hijos temprano partieron hacia Caracas, uno a trabajar, el otro a la universidad, quedándome muy preocupado y advirtiéndoles que tuvieran mucho cuidado ante las malas noticias sobre el tráfico, el mal estado de las vías y el tiempo. No encontraba la respuesta adecuada ante la verdad que me decían. Papá es que estoy terminando el semestre y estamos en las evaluaciones finales y Papá tengo que trabajar.
El día anterior no podía creer la cantidad de agua que estaba cayendo, apenas escampaba la lluvia volvía con más fuerza, ya las fórmulas acostumbradas para pasar estos momentos perdieron su vigencia, Guatire, anteriormente una zona privilegiada para la agricultura por la gran cantidad de ríos que regaban sus tierras (El Ingenio, La Churca, Guatire, etc.) era una gran laguna, no lo podía creer. Los reportes que llegaban a través de internet, cual película de terror, ponían los pelos de punta. Aunque como siempre lo ha demostrado, el pueblo venezolano es muy solidario en los momentos difíciles. Muy diferente a la actitud de sus gobernantes que han politizado las emergencia como si la lluvia tuviera sectores azules o rojos donde con toda alevosía y crueldad cayera como castigo divino y afecta a los miembros de un tolda política y otros no !No podía creer semejante disparate! Ponerle color a la ayuda es el colmo de la irresponsabilidad, venga de donde venga. Llegaban noticias de camiones decomisados llenos de alimentos, como si a la familia que ha perdido todo, le importa la procedencia de la ayuda ¡no lo puedo creer!. Igualmente me causó mucha incredulidad los rumores de saqueo, ¿es que todavía algunos sectores no han aprendido?, Esta es una forma muy burda y criminal de crear caos (si este es el caso), siempre los que pagan son los más humildes, los cuales, después no consiguen un lugar en donde adquirir sus alimentos.
Gracias a Dios la gente sabe la realidad, la incredulidad cada vez es menor, “el gobernante que trabaje, que nos de realidades, y no meras promesas o sueños no realizables serán los recompensados con nuestro voto” escuché recientemente mientras hacía la cola para adquirir algunos alimentos para la semana. Es verdad, el pueblo a veces se equivoca, pero el venezolano común es muy inteligente.
No es momento de paliativos o paños calientes ¡no me explico como alguien puede mejorar a expensa de otro!, me comenta mi esposa, es verdad, son momentos de nuevas oportunidades o de decepciones, depende de nuestros gobernantes, es una jugada cantada, de anteojito o de librito en términos peloteriles ¡No puedo creer que no lo vean!.
Ha sido una semana muy larga de mucha incredulidad, solo espero que las verdades futuras no sean tan crueles como en estos momentos. Solamente me queda expresar: ¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO VENEZOLANO EN SU LUCHA CONTRA LA ADVERSIDAD!
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