Según
el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reconversión Monetaria, a partir
del 1ro de enero de 2008, comenzó la circulación de una nueva moneda en el
territorio nacional, el “Bolívar Fuerte”, equivalente a 1.000 bolívares.
Los
objetivos que se pretendían alcanzar con el proceso de reconversión
implementado eran: 1.- Recuperar el
poder adquisitivo de la moneda. 2.- Reducir la tenencia per cápita de papel
moneda. 3.- Simplificar el cómputo de
las transacciones económicas y los manejos financieros y presupuestarios del
país.
A
seis años de haberse implementado esta medida, ¿Habrá sido un éxito o fracaso?
Analicemos si se alcanzaron los objetivos propuestos:
El
primer objetivo, la recuperación del poder adquisitivo de la moneda está
estrechamente ligado a la disminución de la inflación. Diversos analistas
habían advertido que la creación de una nueva moneda por si sola era una medida
insuficiente. Desde enero de 2008 hasta mayo de 2014, el Índice Nacional de
Precios al Consumidor paso de 103.1 a 612,6, lo que representa un incremento de
494,18%. Como se puede deducir, el proceso de reconversión monetaria no pudo evitar el proceso inflacionario.
Esto
nos lleva al segundo objetivo, la reducción de la tenencia per cápita de papel
moneda. Este objetivo tampoco se ha
logrado. Hoy día los requerimientos de billetes en efectivo para las
transacciones diarias, es tan alto como cuando se inició el proceso. A esto se
le une el hecho de la demora en tomar la medida de poner en circulación
billetes con denominaciones mayores a Bs. 100. Ejemplo de lo que se señala, es
el retiro en efectivo en un cajero automático. Es bastante incómodo.
En
cuanto al tercer objetivo, la simplificación de los cómputos de las
transacciones, es el que en mayor proporción se
alcanzó. Aunque hay que destacar el hecho de lo lento que resultó que la
población se adaptara a la nueva moneda. Todavía hay personas que convierten la
moneda actual a la antigua: ¿son de los de ahora o de los antiguos? preguntan al realizar una
transacción comercial.
De
lo mencionado anteriormente se puede deducir que el proceso de reconversión
monetaria en Venezuela fue un fracaso, el cual puede ser consecuencia de no
haberlo acompañado de políticas de
control de la inflación, en especial, medidas que controlen el aumento del
dinero en la calle, la liquidez monetaria (M2) pasó de 176.567.542 miles de Bs.
En enero de 2008 a 1.297.987.297 miles de Bs. en mayo de 2014, lo que
representa un aumento del 658%. Sin embargo,
hay que admitir que más temprano que tarde (dado el aumento de los
precios) hubiera sido necesario haber implementado un proceso de reconversión
monetaria. La lección es que la inflación solo se detiene con una política
monetaria seria, unida a una política fiscal que se fundamente en el equilibrio fiscal.
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