lunes, 4 de noviembre de 2013

¿VENEZUELA, UN PAÍS QUEBRADO MORALMENTE?

¿Venezuela está quebrada moralmente? La Socióloga Isabel Pereira Pizani, responde esta pregunta en su más reciente trabajo “La Quiebra Moral de un País” (2013), edición conjunta realizada bajo el patrocinio de: Artesano Editores; Fundación Artesano Group y Cedice Libertad. Con prólogo de Leopoldo Castillo y Epílogo a cargo de Emeterio Gómez.


La respuesta dada por la autora es un rotundo “Si”, Venezuela esta moralmente quebrada. Lo cual es lógico si se parte de la definición de  que la quiebra moral de un país sucede cuando la intención política de convertir los recursos públicos en instrumentos de coacción material y espiritual de la población, es la vía para la permanencia en el poder del gobierno de turno.
Uno de los grandes aportes de este libro, es el de situar el inicio de esta quiebra coincidente con la llegada de Rómulo Betancourt a la presidencia del país (Estado Betancouriano) “La hipótesis de este trabajo se funda en la intención de develar la quiebra moral de Venezuela ocurrida por el agotamiento del Contrato Social mantenido entre el Estado y la sociedad venezolana, desde el preciso momento en que decide construir los fundamentos de la democracia con base en el pacto de Punto Fijo, celebrado entre los partidos políticos en 1958, acuerdo que de forma tácita consagraba la omnipotencia del Estado como institución propietaria y controladora de la existencia social, de la economía, de la política, las leyes y la conciencia de los venezolanos.
Es decir, el Chavismo es la culminación de un proceso iniciado en 1958, en que el Estado como propietario del petróleo, principal producto de exportación y generador de ingresos en Venezuela, se convierte en el centro de la economía, situación  que para muchos analistas es incompatible con la democracia, “… porque  en los regímenes absolutistas o en las democracias incipientes, las instituciones democráticas no existen o carecen de fuerza para enfrentarse al poder de gobiernos muy ricos y altamente concentradores. Si esos países en lugar de petróleo hubiese encontrado fabulosa minas de oro y el Estado hubiese podido apoderarse de ellas, la situación sería exactamente la misma; es decir, hubiese sido igualmente difícil y complejo fortalecer instituciones que contrarrestasen el poder de Estados que se apropiarían de esta nueva riqueza.”   
¿Ha llegado el momento de revisar el papel del petróleo en la economía de Venezuela? Todo  parece indicar que si, Economistas de gran importancia en la opinión venezolana, como son Emeterio Gómez y Maxim Ross, apoyan esta revisión. La autora sostiene en el libro que incluso se hace necesario constituir un nuevo “Contrato Social” entendiéndose este concepto como la combinación de acuerdos implícitos y explícitos  que determinan lo que cada  grupo contribuye al Estado y lo que percibe de él.
Incluso, Isabel Pereira asume una posición muy valiente, a nuestro entender, al plantear la necesidad de transformar el sistema de propiedad, lo cual significa superar a desconfianza en lo seres humanos, desechar la creencia irreductible de que el único valor humano que puede prevalecer es el egoísmo individual. Esto solo será posible como producto de un proceso gradual de avance hacia un nuevo contexto cultural y valorativo que implique el fortalecimiento progresivo e indetenible de instituciones que gocen de la confianza y el respeto de los ciudadanos.
CREAR PROPIRDAD es un derecho humano; es el producto del esfuerzo, pero sobre todo del ingenio humano […] DONDE NO HAY LIBERTAD, NO HAY PROPIEDAD”.

La Quiebra Moral de un País HACIA UN NUEVO CONTRATO SOCIAL” escrito por la Dra. Isabel Pereira Pizani, Coordinadora de Políticas Públicas de CEDICE, desde su aparición en las librerías, ha formado parte importante en el debate de las ideas. Es un estudio concienzudo de la necesidad imperiosa de abandonar u sistema económico fracasado e iniciar lo más pronto posible un modelo más humano enmarcado en la economía de mercado, en e cual se convierta al Estado Patrimonial en un Estado al Servicio de la gente.

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