No crean que nos volvimos locos y
que estamos recomendando que no se ajusten los sueldos y salarios. En una
economía inflacionaria como la nuestra, el mantenimiento del poder adquisitivo
de nuestros ingresos es una necesidad, pero cualquier ajuste siempre será menor
a la inflación dado el rezago que existe, los ajustes son anuales o en el mejor
de los casos semestrales, el aumento de los precios se puede considerar que es
diario. Todos los días se ajuste algún precio.
Lo
que queremos comentar es que en la actualidad una política económica seria se
debe enfocar, en materia laboral, en la generación de puestos de trabajos
dignos. Estudios recientes de la Universidad Católica Andrés Bello, han
demostrado que la verdadera salida de la pobreza se encuentra en la generación
de nuevos y buenos trabajos y no en la redistribución del ingreso.
Es
propio de la naturaleza humana alegrarse de recibir algún dinero extra que le
permita adquirir algo que ha deseado por
mucho tiempo o que le permita cancelar algunas deudas. Pero nada se compara a
la cara de felicidad que nos ilumina la cara cuando conseguimos un buen trabajo
que nos genere un ingreso seguro cada quince y último (o semanal según sea el
caso), que nos permita ahorrar, ya sea en una caja de ahorro o cualquier otro
sistema, que nos facilite el acceso al sistema de salud y sobre todo, una vida
digna en nuestra vejez.
Un
buen trabajo, necesariamente es formal. Por lo tanto, una política económica
debe fomentar la formalidad, es decir la legalidad y esto debe pasar por
facilitar la creación de nuevas empresas.
Hemos
referido en sucesivas ocasiones que la era industrial murió el siglo pasado
para darle paso a la era del conocimiento y la alta tecnología. Los paradigmas
laborales y las relaciones obrero patronales han cambiado, incluso, muchos
países están revisando el papel de los sindicatos, por lo que se necesita una
mayor flexibilización contractual. Recordemos, porque muchas veces se olvida,
que cuando una persona consigue un trabajo, esta firmando un contrato en el
cual ofrece su habilidad a cambio de una retribución, ya sea monetaria o en
especie.
En
la actualidad hay anuncios de la promulgación de una nueva Ley del Trabajo (la
más importante después de la Constitución). El Vicepresidente de la República
ha anunciado que esa nueva ley contempla dos disposiciones que queremos
comentar brevemente porque a nuestro parecer van en contra de lo que se ha
señalado en los párrafos anteriores. Estas se refieren a la retroactividad de
las prestaciones y a la reducción de la Jornada.
La
retroactividad de las prestaciones en nada mejora el poder adquisitivo de los
trabajadores y por ende en nada beneficia el consumo actual, ya que estamos
hablando de los ingresos futuros. Lo que si trae en consecuencia, es un aumento
de los costos para las pequeñas y medianas empresas. En referencia a la
reducción de la jornada esta al no ser la consecuencia de una mejora en la
productividad lo que hace es aumentar el costo de producción. Es decir ambas
medidas no son convenientes para la modernización de un país
Lo
único que podemos decir para cerrar este
punto, es que dada importancia del tema, repetimos, solo superada por la
promulgación de una nueva constitución, por favor saquen el tema del debate
político y discútanlo con todos los venezolanos. Entre todos podemos lograr una
mejora significativa en la legislación laboral venezolana.
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