miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡CLARO QUE ES LA OFERTA!


En el artículo anterior habíamos planteado que el principal problema para el venezolano es el proceso inflacionario causado por una oferta de bienes y servicios que no es capaz de atender la demanda. Se planteó como parte de la causa de esta situación la reducción del número de industrias en el país.

En esta oportunidad veremos lo que está pasando con la inversión. En economía se designa con el nombre de inversión al gasto que se realiza para incrementar la capacidad productiva de una empresa. También se reconoce como inversión la acumulación de inventarios. Un aumento de la inversión implica que en el futuro se pueda producir una mayor cantidad de productos ya sea para atender la demanda interna o para exportar.

El Banco Central de Venezuela reportó para el segundo trimestre de 2009 una caída de la inversión del 2,4% con respecto al mismo período del año anterior. Este comportamiento es consistente con los resultados obtenidos por el Centro de estudios Económicos y Legales de CONINDUSTRIA y reportados en su boletín de coyuntura semanal No 192 de fecha 18/09/09. En este documento se observa que el 19% de las grandes industrias, el 38% de las medianas y 56% de la pequeña industria no están realizando nuevas inversiones. Es preocupante este resultado porque el problema está afectando principalmente a las pequeñas industrias, quienes según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) representan aproximadamente 65% del total de industrias. Sacando una pequeña cuenta el resultado da que 48% (la mitad) de las industrias del país no están invirtiendo.

Entre los factores que señala la encuesta como limitantes de la inversión, tenemos el debilitamiento del consumo explicado por la recesión económica, la incertidumbre política y social, así como las dificultades existentes para el acceso de las divisas. Otra razón señalada es la pérdida de la competitividad de los productos venezolanos por las distorsiones existentes en materia cambiaria y precios.

Otros resultados que señala el informe de coyuntura son: “58,4% de las empresas encuestadas reflejan caídas importantes en su cartera de pedidos (45,4% en el trimestre anterior); En cuanto a tiempo asegurado de trabajo, la mayor parte de las empresas (68%) refleja tener sólo entre 0 y 2 meses.; Con respecto a las ventas, el 56% de la gran industria, el 67% de la mediana y el 69% de la pequeña reflejan caídas en sus niveles de ventas, lo que evidencia una fuerte disminución en el consumo; El 53,1% de las empresas encuestadas reportan caídas significativas en los inventarios, siendo las más afectadas las pequeñas y medianas industrias, por las dificultades en el acceso a las divisas preferenciales para las importaciones y el impacto de las restricciones en las importaciones desde Colombia”.

Como se puede observar las expectativas para el sector industrial no son buenas, habrá que esperar que continúen los factores limitantes de la oferta provocando presiones a la variación de los precios, por lo que los niveles de inflación deben mantenerse alrededor de los actuales, quizás un poco mayores por la decisión de cambiar de socio comercial (Argentina por Colombia) que en el corto plazo puede traducirse en un menor monto de importaciones agravando de esta manera el desabastecimiento de los productos. Recuerden que en el comercio internacional cambiar de mercado no es tan fácil como que uno deje de ir a un supermercado para ir al mercado municipal. Se deben establecer nuevos canales de distribución, nuevos canales de financiamiento, nuevos permisos sanitarios, etc. Restablecer un flujo normal de importaciones puede llevar su tiempo, ¿y mientras tanto? Los precios suben.

En el año 1992, el comando de campaña del entonces candidato a la presidencia Bill Clinton produjo una frase publicitaria con la cual se pretendía alertar sobre el verdadero problema que tenía Estados Unidos, era un llamado de atención al presidente George Bush padre, ”The economy stupid” (la economía estúpido). La hemos tomada prestada y con cierta libertad se ha cambiado por: ¡Es la oferta tonto! ¡Claro que es la oferta!. Si el gobierno quiere ganarle la batalla a la inflación tiene que realizar una política agresiva de estímulo a la oferta así como generar la confianza para que se realicen nuevas inversiones en el país, recordando que el grueso del aparato industrial está conformado por las pequeñas y medianas industrias.







martes, 22 de septiembre de 2009

¡ES LA OFERTA TONTO!


El principal problema que nos estamos enfrentando los venezolanos es el de la inflación. Al cierre de agosto el Banco Central de Venezuela reportó una variación acumulada de los precios de 15,6% medido a través del Indice Nacional de Precios al Consumidor. Sin embargo, si utilizamos otros indicadores, la inflación resulta mayor. El Núcleo Inflacionario que es el resultado de la integración de las agrupaciones Alimentos Elaborados, Textiles y Prendas de Vestir, Bienes Industriales No Energéticos y Servicios, registró una variación de 20% para el mismo período. Y no se diga de la variación de los precios que aprecia el consumidor a la hora de hacer sus compras y ver como con su ingreso cada vez adquieren una menor cantidad de bienes y servicios. La inflación empobrece a la familia que no tiene los medios para cubrirse de ella, como sería la compra de bienes que se revaloricen en el tiempo, como es el caso de las viviendas, joyas, oro, obras de arte y una moneda extranjera fuerte, como el dólar o el Euro.

El aumento de los precios sucede porque la economía está en desequilibrio. La demanda de bienes y servicios es superior a la oferta de los mismos. Para explicarlo mejor, si dos personas van a una tienda con el deseo de adquirir un bien, pero solo existe una unidad del mismo, una de las personas no podrá adquirirlo. Si las personas tienen el dinero suficiente, ofrecerán un precio mayor al marcado con la esperanza de poder realizar la compra El vendedor le entrega el bien a la persona que ofrezca el precio más alto. Resultado, el precio aumenta. Ahora imagínense que esto sucede en toda la economía, los bienes y servicios que se encuentran a la venta no son suficientes para satisfacer a todas las personas que los requieren. Todos los precios de la economía subirán y esto es lo que se conoce como inflación.

Es importante destacar que el aumento de los precios es el síntoma, es la señal de que algo está mal en la economía. Digo esto porque muchos gobiernos han querido combatir a la inflación regulando los precios de los bienes y servicios, y no atacando el verdadero problema.

Por mucho tiempo los economistas han explicado que la causa de que la demanda sea mayor que la oferta es netamente monetario, la inflación surge cuando en la economía hay más dinero del necesario. Debemos tener claro que el dinero es un bien cuya función básica es facilitar la compra venta de los bienes y servicios. Si hay poco dinero, la gente no puede comprar y la actividad comercial se deprime. En este caso las tiendas tratarán de hacer ofertas a menores precios, para poder vender. En cambio si hay más dinero del necesario, las personas estarán, como ya vimos, dispuestas a pagar un precio mayor ¡para eso se tiene dinero!. Por lo tanto según el enfoque monetarista, basta con regular la cantidad de dinero en circulación para controlar la variación de los precios.

Ahora bien esta tesis tuvo validez en Venezuela por muchos años. Los gobiernos que se han sucedido en el país a partir del primer repunte de los precios del petróleo en los años 70’s, basaron su política de desarrollo en el gasto fiscal. La proliferación de empresas públicas, el aumento desmedido de la nómina de trabajadores en el sector público, la corrupción etc. aumentaron los niveles de liquidez provocando un proceso inflacionario que lleva alrededor de 30 años afectando al consumidor venezolano.

La política antiinflacionaria del Gobierno revolucionario del presidente Chávez ha repetido los errores del pasado, control de precios, con ajustes muy desfasados. Congelamiento por 6 años del tipo de cambio, con la consecuente apreciación del bolívar. y una política de importación de bienes y servicios para su posterior comercialización en mercados públicos a precios con los cuales no puede competir el sector privado. No sólo las medidas en si, sino la demora para hacer los ajustes que se requieren han traído como consecuencia una caída en la planta física industrial de Venezuela. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el año 1998 habían 11.117 establecimientos industriales en el país, y en el 2004 (último año publicado) el número era de 6.309 industrias.

Por tal razón comparto la opinión del Dr. Domingo F. Maza Zavala, de que el problema inflacionario en Venezuela ya es un problema de oferta. El sector industrial venezolano no puede suplir la demanda, lo que trae como consecuencia la presión al alza de los precios. Si queremos eliminar la inflación, o atenuarla en el mejor de los casos, se debe aplicar medidas de estímulo a la oferta. Como una vez lo comenté el sector público no puede suplantar al privado como productor (vean lo que está pasando con la electricidad). El Estado debe estimular la generación de nuevas empresas, ya sea en su forma tradicional de Compañías Anónimas o en Cooperativas. No hay nada más eficiente para combatir la inflación que el consumidor al llegar a los estantes del mercado, encuentre todos los productos que necesita y una gran variedad de marcas donde escoger.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿POR QUE EN VENEZUELA LOS RESTAURANTES ESTAN LLENOS?


Mucha gente me pregunta ¿Por qué si en Venezuela hay una crisis económica los restaurantes siempre están llenos?. Para esta pregunta hay dos posibles respuestas, y creo que en alguna medida en el país ambas se están dando.

En primer lugar, que los restaurantes y demás sitios de diversión estén llenos, puede ser un síntoma de crisis en las expectativas de la gente sobre el futuro de la economía. Toda persona que percibe un ingreso, tiene la disyuntiva (en la medida que le alcance) entre gastarlo o ahorrarlo. El ahorro simplemente es un gasto diferido, toda persona ahorra para gastarlo en un futuro, ya sea en una contingencia o en la compra de un inmueble, un vehículo o en un equipo para la casa. Lo que incentiva al ahorro, es la percepción de que el dinero va a mantener o incluso ganar valor en el tiempo.

¿Pero qué pasa si la persona no cree que su dinero podrá adquirir en el futuro el bien deseado?. Por ejemplo, si una persona en la actualidad deposita parte de su ingreso en una institución financiera, obtendrá en promedio un 15% en depósitos a plazo, según cifras del Banco Central de Venezuela. Las proyecciones más optimistas plantean que la inflación cerrará en 25%, lo cual implica que a final de año, el dinero depositado perdería un 10% de poder adquisitivo (25-15=10). Esta situación no es incentivo al ahorro.

Si se tiene la certeza que los ingresos perderán su valor en el tiempo, lo más seguro es que se tome la decisión de gastar todo el ingreso en el momento, tratando de obtener la mayor utilidad posible, Después de haber cubierto los gastos fijos; vivienda, electricidad, teléfono, colegio, alimentos, etc. lo más racional es darnos nuestros gustos, como sería una buena comida en nuestro restaurante preferido. En síntesis, hoy me doy la buena vida porqué mañana no sé si podré hacerlo.

La otra explicación posible, es que no existe tal crisis para un sector de la población, el cual está percibiendo ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y su recreación e inclusive para ahorrar, lo que sería síntoma de que se está distribuyendo en forma desigual el ingreso percibido por el país. Algunos dirán que simplemente no hay tal crisis, pero admitir esta alternativa es negar la posibilidad de plantear la pregunta objeto de este análisis y ocultaría la verdad de que un porcentaje bastante grande de la población, está haciendo los esfuerzos necesarios para poder sobrevivir con sus menguados ingresos.

Usted amigo lector ¿cuál cree sea la situación?: a) hay una crisis de expectativas; b) hay una distribución desigual del ingreso o c) no hay ninguna crisis. Puede usar todos los comodines que quiera.


Publicado en el Aragüeño y en www.opinionynoticias.com el 02/09/09






El Club de Emprendedores de Caracas se reúne este sábado 5, los interesados en formar parte de este encuentro tienen que confirmar su asistencia. Se tiene previsto que la reunión se realice de 2:30 pm a 4:30 pm, en los espacios de la Panadería Paladar ubicada en la Planta Baja de las Residencias Polo, en Bello Monte.


Escríba al correo (jrodriguez@tuproductora.com) para tener mayor información.