La gran mayoría de los economistas del país coinciden en que el año 2009 va a ser bastante difícil. Se espera que la economía tenga un leve crecimiento, inclusive cero crecimiento. Los más osados, en los cuales me incluyo, ven la posibilidad de que la economía decrezca este año. Con el agravante de que los precios seguirán subiendo. Este escenario de una economía en recesión con inflación es conocido con el nombre de “estanflación”, el cual es una traducción bastante estricta de la expresión en ingles “stanflation”.
En estos últimos días he sostenido muchas conversaciones con algunos colegas, en las cuales me manifestaban la inconveniencia de usar este término en el caso venezolano. Estanflación, comentan, debe utilizarse en el caso de una economía estancada, una economía paralizada, y este no es el caso de Venezuela que ha venido creciendo económicamente por varios trimestres consecutivos. Lo que se espera es una leve depresión, es decir una baja en la actividad económica producto de factores externos. Hay que tener claro que a pesar de todas la críticas que se puedan tener sobre las política económicas aplicadas por el gobierno, el detonante de la situación actual fue la crisis financiera estadounidense y la caída de los precios del petróleo.
El inconveniente se presenta por que en el vocabulario económico no tenemos una palabra para identificar a una economía en depresión con inflación, bueno hasta hoy, en donde me enteré que un estimado colega y amigo, en un programa de televisión, bautizo a este fenómeno con la expresión “depreflación”, por lo menos para mí es bastante clara y quién sabe si estamos presenciando un aporte al léxico económico. Lo que si es definitivo, es que queda demostrado una vez más, que en tiempo de necesidades el ingenio del hombre florece.
En estos últimos días he sostenido muchas conversaciones con algunos colegas, en las cuales me manifestaban la inconveniencia de usar este término en el caso venezolano. Estanflación, comentan, debe utilizarse en el caso de una economía estancada, una economía paralizada, y este no es el caso de Venezuela que ha venido creciendo económicamente por varios trimestres consecutivos. Lo que se espera es una leve depresión, es decir una baja en la actividad económica producto de factores externos. Hay que tener claro que a pesar de todas la críticas que se puedan tener sobre las política económicas aplicadas por el gobierno, el detonante de la situación actual fue la crisis financiera estadounidense y la caída de los precios del petróleo.
El inconveniente se presenta por que en el vocabulario económico no tenemos una palabra para identificar a una economía en depresión con inflación, bueno hasta hoy, en donde me enteré que un estimado colega y amigo, en un programa de televisión, bautizo a este fenómeno con la expresión “depreflación”, por lo menos para mí es bastante clara y quién sabe si estamos presenciando un aporte al léxico económico. Lo que si es definitivo, es que queda demostrado una vez más, que en tiempo de necesidades el ingenio del hombre florece.
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