“Primero la economía… y ya vendrá
la política”, Esta frase citada por el Profesor español Ramón Tamames en su
libro: “El Siglo de China de Mao a primera potencia mundial” (Planeta 2008).
Expresión que caracteriza la estrategia de crecimiento económico aplicada por
china a partir del año 1978 bajo la dirección de Dan Xiaoping.
Frase cargada de un alto
pragmatismo solo superada por la expresión atribuida al propio Xiaoping: “Qué
más da que el gato sea blanco o negro, con tal que cace ratones”.
Tras el fallecimiento de Mao en
1976, Dan Xiaoping “supo valorizar a su favor el cansancio. El sufrimiento y
los deseos de prosperidad del pueblo chino, consiguiendo así la total
consolidación del poder durante una sesión plenaria del Comité Central del Partido
Comunista Chino en diciembre de 1978, en la que se planteó el cambio político y
social de China, con base en la idea de las cuatro modernizaciones en
Agricultura, industria, defensa, y en ciencia y tecnología”.
En la parte industrial se crearon
las Zonas Económicas Especiales (ZEE), con lo cual se impulsaron las
inversiones extranjeras, sobre todo las de
las multinacionales de uso
intensivo en capital, cuyas formas de organización sirvieron de aprendizaje a
las empresas chinas.
El avance económico de china ha
sido imparable. En la actualidad es la segunda economía del mundo, aunque lo
que tratamos de destacar no es el hecho de haber llegado sino la forma en que
llegó, dándole la importancia que le corresponde a la materia económica.
Primero la economía, con el objetivo trazado de alcanzar una “sociedad
razonablemente acomodada en lo económico.
La economía China se transformó
en una economía mixta donde en materia política continuó siendo centralizada,
pero en materia económica se liberalizó el comercio de servicios y movimientos
de capital, la aceptación del libre mercado y la adaptación al proceso de
globalización. El Prof. Tamames señala que tarde o temprano esta apertura
comercial traerá obligatoriamente una reforma política tendiente a la
democratización o “quinta modernización”.
Si tuviéramos que definir al
proceso económico que están adoptando los distintos países que han logrado un
despegue económico (Taiwán, Corea, China, Japón, Chile en Suramérica) lo podríamos
denominar: “Pragmatismo económico”, el cual se caracteriza por la aplicación
del libre mercado para el intercambio de bienes y servicios, apertura comercial,
fomento de las exportaciones no tradicionales y el cambio del rol del Estado en
la economía. Fiscalizando y dedicándose a las labores que le son propias:
seguridad y defensa, educación y la atención de los verdaderos problemas de su
población, con un marcado énfasis en la seguridad social y, dejando en un
segundo plano el componente político en resumen aplicando el principio de: “Primero
la economía… y ya vendrá la política”.