sábado, 27 de julio de 2013

DESARROLLO Y LIBERTAD


Tradicionalmente se ha definido el desarrollo económico en términos cuantitativos, como aquel proceso que resulta de una serie de períodos en la cual se ha observado un crecimiento económico, lo cual permite la mejora de la calidad de vida de la población.

El indicador utilizado para medir el crecimiento económico es el Producto Interno Bruto (PIB), el cual mide el valor de las mercancías producidas dentro del territorio nacional durante un período determinado, generalmente un año. Por esta razón es que observamos como los gobernantes de un país anuncian con orgullo un crecimiento del PIB, o con preocupación un descenso de esta variable. Si se supone que todo el valor generado por lo producido se reparte entre los factores productivos se puede decir (en forma general) que el PIB = Ingreso nacional y, este lo dividimos entre el No de habitantes, obtenemos el llamado ingreso por habitante o ingreso per cápita. Por ejemplo según las cifras suministradas por el BCV, al cierre del 2012 el PIB real (eliminado el efecto inflación valorado a precios del 2007) alcanzó un valor de Bs. 61.409.103.000,00, lo que representó un incremento del 5,6% con respecto al año anterior.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la población venezolana para octubre del 2011 era de 28.946.101 habitantes. Lo cual representaba un ingreso aproximado de Bs. 6.864,23 por habitante. Para  diciembre de 2012 el sueldo mínimo era de Bs. 2.047,52, lo que en términos de capacidad de compra representaban Bs. 622,9 (lo que quiere decir es que los 2047 son equivalentes a Bs,. 622,9 si los precios de las mercancías fueran iguales a las del año 2007). Muy por debajo del ingreso por habitante que se supone, que este es el promedio, lo cual es característico de una sociedad en donde está muy mal distribuido el ingreso.

Como se puede ver esta metodología usualmente utilizada para saber si estamos creciendo o no, es bastante complicada. Y, si le añadimos otros indicadores par ver la mejora en la calidad de vida, como son: el grado de alfabetización, la esperanza de vida, el No de camas de hospitalización por habitante, etc. Se complica mucho más.

Muchas críticas ha recibido este enfoque, el cual puede traer muchas contradicciones, como es la de tener un país rico con una población sumergida en la pobreza, o países de ingresos modestos que están alcanzando grandes logros en la calidad de vida de su población.   

Esto ha llevado que muchos economistas estén revisando el concepto de desarrollo económico. En este proceso podemos destacar la labor del  economista Bengalí (India) Amartya Sen (1933-), Director del Trinity College de la Universidad de Cambridge y premio Nobel de economía de 1988. El cual plasma sus ideas en el Libro “Desarrollo y Libertad” (1999, Editorial Planeta).

Sen, realiza este estudio en el cual concibe el “… desarrollo como un proceso de expansión de libertades reales de que disfrutan los individuos. […] La libertad es fundamental para el proceso de desarrollo por dos razones distintas: 1) La razón de la evaluación. El progreso ha de evaluarse principalmente en función del aumento que hayan experimentado o no las libertades de los individuos. 2) La razón de la eficacia. El desarrollo depende totalmente de la libre agencia de los individuos. “ (p.20)

El Dr. Sen, igualmente nos informa que “Se trata principalmente de un intento de concebir el desarrollo como un proceso de expansión de libertades reales que disfrutan los individuos. En ese enfoque, se considera la expansión de la libertad es 1) el fin primordial y 2) el medio principal de desarrollo. Podemos llamarlos, respectivamente, «papel constitutivo» y «papel instrumental» de la libertad en el desarrollo. El papel constitutivo de la libertad está relacionado con la importancia de las libertades fundamentales para el enriquecimiento de la vida humana. Entre las libertades fundamentales se encuentran algunas capacidades elementales como, por ejemplo, poder evitar privaciones como la inanición, la desnutrición, la movilidad evitable y la mortalidad prematura, o gozar de las libertades relacionadas con la capacidad de leer, escribir y calcular, la participación política y la libertad de expresión, etc. Desde esta perspectiva constitutiva, el desarrollo implica  la expansión de estas y otras libertades básicas. Desde este punto de vista, el desarrollo es el proceso de expansión de las libertades humanas, y su evaluación ha de inspirarse en esta consideración.” (p.55)

Esta concepción del desarrollo, concibe a la pobreza, no como una falta de renta, sino como una carencia de libertades. De la misma forma, le da importancia vital a las instituciones, al sistema democrático (no se puede concebir que un gobierno que restrinja las libertades, sea considerado democrático) y al sistema de mercado, el cual se base en una libertad fundamental, la libertad para elegir lo que queremos consumir.

The Eritage Foundation calcula anualmente un índice de libertades económicas, en el 2013 el valor del índice para Venezuela es 36,1 ocupando el puesto 174 de 177, donde el primer puesto lo ocupa Hong Kong con un valor  de 89. Igualmente,  The Fraser Institute y Liberales Institute, editado por Fred Mchom, publica el Indice de Libertades Humanas. Venezuela está ubicada en el puesto 109 de 123 con un índice de 6,5. En el puesto 1 está ubicado Nueva Zelanda con 8,73. Ambos índices se pueden consultar en la página web de Cedice, institución asociada en nuestro país.

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