lunes, 24 de septiembre de 2012

EL ESTADO GANA TERRENO Marx y el socialismo como excusa.


“… Sólo más tarde me percaté de que en el partido marxista había dos grupos: el de quienes jamás habían estudiado a Marx, o que, o que solo conocían algún pasaje popular de sus libros; y el de quienes, aparte de sus libros escolares, sólo conocían a Marx, o que, como autodidactas, sólo habían leído escrito de Marx, ignorando toda literatura mundial.” (Ludwing von Mises. “Autobiografía de un liberal”. Unión Editorial. Madrid. 200.p.55)

Con la Publicación del Capital, se enciende una llama que logra dividir al mundo ideológico-económico, en dos: una parte liberal o capitalista, conformada básicamente por los países occidentales con Inglaterra como cabeza visible y una socialista, conformada básicamente los países orientales, con la Unión Soviética como representante principal.

¿Por qué el éxito inicial del socialismo? ¿Por qué su propagación tan rápida? La única explicación que tengo, la podemos dividir en dos partes: la primera, es que los escritos marxistas encontraron tierra fértil, en las mentes juveniles e inconformes de una izquierda naciente. Frases como “La explotación del hombre por el hombre” o conceptos como la “lucha de clases” ”la propiedad pública de los medios de producción”, “la plusvalía”  dieron argumentos a los jóvenes revolucionarios que veían como los sectores menos favorecidos de la población, consumían su vida en los talleres industriales.

En segundo lugar, aunque el socialismo pretende tener todo un cuerpo teórico que los respalde, una   lectura detallada de sus principios nos muestra claramente que parte de unas premisas totalmente equivocadas. Conceptos como el de “valor trabajo” no pasan cualquier escrutinio económico. Si revisamos la bibliografía socialista, esta está conformada por una teoría muy oscura e imprecisa que dificulta enemente su lectura y comprensión. Por este motivo es que muchos de líderes, que se llaman marxistas, recurren a lo señalado en la cita del Prof. Von Mises que encabeza este artículo. Lo que trae como consecuencia un Estado que lo único que pretende es el poder de un solo hombre.

Como pudimos ver en el desarrollo histórico de la humanidad, durante el siglo XX. Bajo la excusa de que: “El capitalismo de Estado es la preparación material más completa para el socialismo, su antesala, un peldaño de la escalera histórica entre la cual y el peldaño llamado socialismo no hay ningún peldaño intermedio” (V.I. Lenin, Obras Escogidas, Tomo 2), surgieron en el mundo una serie de  gobiernos dictatoriales y autoritarios. Casos como la Unión Soviética, Cuba, Corea del Norte, China, Vietnam, así lo demuestran.

Sin embargo, el surgimiento del marxismo trajo otra consecuencia más sutil, y es que todo gobierno, partido político o persona que pretende representar al “pueblo”, debe ser de izquierda “SOCIALISTA”. De esta forma surge en Europa a principios del siglo XX, la Socialdemocracia, que en forma muy explícita indicaba que el futuro era “EL ESTADO”  posteriormente, la doctrina social-cristiana. Aunque la Iglesia cristiana, con dos siglos de vida, tuvo que añadir a su nombre  la palabra social ¿por qué? Lo que somos cristianos (en nuestro caso católicos) sabemos el carácter social de nuestra fe.

“La llegada del intervencionismo estatal provocó un cambio radical. Los ministros y los funcionarios ministeriales y parlamentarios era totalmente ajenos al mundo económico; la mayor parte de ellos no tenían ni idea del alcance de las medidas que adoptaban  ni estaban en condiciones de dar a las leyes, a los decretos y a las órdenes una formulación capaz de aclarar a las oficinas competentes los procedimientos concretos para su ejecución.” (von Mises:103)

El Prof. Luis Pazos, quien por muchos años ha estudiado el tema, nos señala que en nombre de Marx: gobernaron a un tercio de los seres humanos; líderes obreros estallan huelgas, guerrilleros luchan por derrocar gobiernos; intelectuales pide la abolición de la propiedad privada de industrias y comercios; gobernantes expropian tierras, nacionalizan empresas y aumentan impuestos y la religión es considerada un instrumento clasista al igual que la familia.

Según una leyenda, Marx comentó que el no es Marxista. Nosotros nunca lo seremos ¿y usted?

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