domingo, 24 de mayo de 2009

VENEZUELA SE DEBILITA CON RESPECTO AL EXTERIOR


Esta semana el Banco Central de Venezuela publicó las estadísticas de las variables macroeconómicas del país para el primer trimestre de 2009. En esta ocasión centraremos nuestro interés en los resultados de la balanza de pagos. Recordemos que este indicador refleja como ha sido nuestra relación comercial y financiera con el resto del mundo. El resultado registrado muestra un claro debilitamiento de nuestra economía con respecto a los demás países, el cual es consecuencia de un déficit en cuenta corriente por US$ 3.533 millones explicado fundamentalmente por un déficit en bienes por US$ 1.442 millones.

Decimos que se ha debilitado, porque como sabemos, el q ue gasta más de lo que gana ve comprometida su posición financiera. Las importaciones crecieron levemente (6%) a pesar de la caída de un 55% de las exportaciones petroleras con respecto al primer trimestre de 2008. En la página web del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.gov.ve) podemos ver como estas importaciones estuvieron conformadas principalmente por material eléctrico (35% del total), productos químicos (12%) y bienes agrícola vegetal (11%). El resultado negativo en la cuenta corriente igualmente puede ser explicado por la continua apreciación del tipo de cambio, al seguir el tipo de cambio oficial anclado en 2,15 Bsf/US$, mientras que el Indice Nacional de Precios al Consumidor acumuló un incremento de 4,8% para el primer trimestre de 2009.

Los resultados también muestran un déficit de la cuenta de capital y financiera por US$ 10.522 millones. Un signo negativo en esta cuenta representa una salida de recursos monetarios al exterior, ya sea para el pago de la deuda externa o para incrementar los activos financieros que poseen los residentes de un país en el exterior. El déficit señalado anteriormente es explicado principalmente por un incremento de los activos externos (lo que usualmente se llama salida de capitales), tanto del sector público como del privado.

La situación anteriormente descrita es el equivalente al que usted en algún momento viaje a Curacao o Aruba y se dedique a comprar una gran cantidad de bienes importados, así no le alcance el sueldo y de paso aproveche de abrir una cuenta en dólares. Si no se endeuda ¿con que puede financiar este comportamiento? Por supuesto, utilizando sus ahorros. Durante el primer trimestre de este año las reservas internacionales del país disminuyeron en US$. 15.261 millones. La mayor caída reflejada en la serie publicada por el ente emisor que parte del año 1997. Hasta este momento la mayor caída registrada en las reservas era US$ 5.606 millones en el primer trimestre de 2007.

Para finales de marzo, la posición financiera internacional registra un saldo de activos externos de US$ 104.482 millones y US$ 105.837 millones del sector público y el sector privado respectivamente. Es decir, los venezolanos tiene fuera del país alrededor de 210 miles de millones de dólares ¿Qué pasaría si todas esas divisas regresaran al país?. Para finales del 2008, estos saldos eran de US$ 26.146 millones y US$ 23.905 millones, lo que indica que en lo que va de período revolucionario el sector público aumentó sus activos externos en 300% y el sector privado en 342%.

Como comenté inicialmente, la posición externa de Venezuela se ha debilitado por una continua transferencias de recursos al exterior o como lo diríamos en las aulas universitarias, financiando el desarrollo del resto del mundo.







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MUY PRONTO






Una publicación de Guaramato Parra & Asociados


Los más completos análisis sobre la economía venezolana, la situación política del país y lo último en gerencia, escrito por los mejores especialistas en la materia

sábado, 23 de mayo de 2009

LIBERTAD, EDUCACIÓN Y EMPRESA


Venezuela está pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia. Muchos dirán que han existido situaciones más graves, pero resulta que estos son los que estamos viviendo, los que tenemos que enfrentar y comenzar a resolver. El proceso inflacionario sigue causando estragos mientras que los economistas nos encontramos debatiendo sobre el factor que lo genera y su posible solución. Algunos mantienen la tesis monetarista sobre el exceso de liquidez producto del financiamiento de un presupuesto público deficitario. Otros sostienen la tesis estructuralista, la cual expresa que factores estructurales inciden en que la oferta sea insuficiente para satisfacer la demanda de bienes y servicios.

Cada día me convenzo que en nuestro amado país, el proceso inflacionario es explicado por la tesis estructuralista. Vemos como diferentes medidas de política económica aplicada en los últimos años han afectando muy fuertemente el aparato productivo. Señalemos para que sirva de ejemplo, por lo menos tres de estas medidas. En primer lugar debemos mencionar el control de precios. Generalmente cuando se regula el precio de un bien, este es fijado normalmente por un individuo que desconoce el sector y establece un precio muy bajo desconociendo la estructura de costos, afectando a las empresas pequeñas que laboran con un costo promedio muy alto, y beneficia a las empresas grandes que por economías de escala producen con un costo promedio menor. La consecuencia es el cierre de las empresas pequeñas.

En segundo lugar debemos mencionar el anclaje del tipo de cambio. En el último quinquenio la inflación doméstica ha sido mayor que la externa, al mantener constante el tipo de cambio trae como consecuencia que los productos en el país sean más caros que en el exterior, lo cual estimula las importaciones y contrae las exportaciones. Consecuencia, el cierre de las empresas orientadas a las exportaciones.

En tercer lugar la política de importaciones masivas por parte del gobierno para su posterior venta a precios subsidiados ha sido una competencia directa y desleal con la industria nacional. Estas medidas más otras implementadas han generado una contracción del aparato productivo venezolano que se ve reflejado en inflación y escasez, la cual no ha sido mayor gracias a la capacidad importadora del gobierno.

Cada vez me convenzo de que la solución es la de estimular la oferta y apoyar la creación de nuevas empresas. No hay nada mejor para mantener el nivel de los precios, que el consumidor al llegar a un establecimiento encuentre los estantes llenos de productos y de una gran variedad de marcas.
Una política de oferta debe sustentarse en tres factores: libertad, educación y empresa. La libertad es necesaria para que surjan los emprendedores con la meta de construir sus sueños, libertad para poder identificar las necesidades de la población, libertad para errar, levantarse, errar nuevamente y volverse a levantar hasta lograr el éxito deseado. La educación y la preparación continua como generador del desarrollo personal. Estamos en la era del conocimiento, donde el factor productivo más importante es el ser humano y más específicamente su conocimiento. Los países que han experimentado las más altas tasas de crecimiento económico en los últimos años, son los que han realizado importantes inversiones en educación técnica, educación en aquellas carreras vitales para generar las nuevas tecnologías. Educación que permita a los individuos a interactuar en una economía globalizada.

Y finalmente se debe estimular a la empresa privada, enfatizando el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PyMES), y generando programas que permitan al microempresario establecerse y desarrollarse. Muchos jugarán con estas tres palabras libertad, educación y empresa para formar la frase “educar para la libre empresa”, Este es el reto y la única solución que permitirá el crecimiento y desarrollo del país, Claro, partimos del supuesto de que el gobierno realiza una sana y correcta ejecución presupuestaria.

La fortaleza de un país está en función de la fortaleza de su sector productivo privado.
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NOVEDADES EDITORIALES



El fondo Editorial Núcleo de Economistas pone a la disposición de los interesados su tercer libro, el cual es un homenaje a la promoción de economistas de la UCV, "Ernesto Peltzer" en su 50 aniversario. El mismo contiene tres trabajos a cargo de los economistas: Luis Márquez Cedeño, Marcos Sandoval y Carmelo Paiva Palacios..
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martes, 19 de mayo de 2009

ARTURO USLAR PIETRI PROTAGONISTA EN LA ECONOMIA VENEZOLANA


Amigos Invisibles, el pasado 16 de mayo, se conmemoró un aniversario más del nacimiento de Arturo Uslar Pietri, el gran humanista venezolano, quien en sus últimos años de vida fue considerado la conciencia moral del país. Para mi generación se hizo parte importante de nuestformación el saludo con que inicie este escrito, el cual con “La primavera de Vivaldi”, como telón de fondo, era el comienzo de la gran aventura del saber, algo mucho más modesto, pero efectivo, de lo que hoy son los canales de TV, Discovery ,National Geographic y History Channel. A los 103 años del nacimiento de Arturo Uslar Pietri, les presento mi modesto homenaje

El escritor norteamericano Charles Van Doren define a un hombre o mujer renacentista como una persona de muchos logros y talentos. Un hombre que no es ni un experto ni especialista, pero sabe algo más que un poco de “todo” en lugar de saberlo “todo” sobre una pequeña parte del espectro total del conocimiento moderno.

Aunque la velocidad de generación de nuevos conocimientos que presenta actualmente la humanidad hace imposible encontrar a un “hombre renacentista”, existen algunos individuos muy cercanos a este concepto. Venezuela tuvo el privilegio durante casi todo el siglo XX, de tener entre sus hijos a un hombre renacentista. Para la gran mayoría de venezolanos este hombre es indudablemente Arturo Uslar Pietri, de quien su amigo de toda la vida y valor de las letras venezolanas, Miguel Otero Silva, manifestó: “Arturo Uslar Pietri es la inteligencia mejor organizada y mejor amueblada del siglo XX”

Al momento de su muerte, Arturo Uslar Pietri pertenecía a la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, a la Academia Nacional de la Historia, a la Academia Venezolana de la Lengua y la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Como podemos ver sabía un poco más que algo.

Reseñar casi 95 años de prolífica vida en tan corto espacio es una tarea casi imposible, nació en caracas un 16 de mayo de 1906 y murió en la misma ciudad el 25 de febrero del 2001. En tan longeva existencia, entre otras cosas, logró:

• Ser uno de los principales escritores del país, con 7 novelas en su haber, 5 libros de cuentos, 31 libros de ensayo, 6 de crónicas de viaje, 2 libros de poesía y 2 obras de teatro. Obra en conjunto que le permitió ser reconocido en dos ocasiones el premio nacional de literatura, recibir el premio Príncipe de Asturias de las Letras, uno de los más importantes reconocimientos de habla hispana.
• Ser funcionario público, ejerciendo como:
- Presidente de la corte Suprema de Justicia del Estado Aragua (1934).
- Jefe de la Sección de Economía del Ministerio de Hacienda (1936).
- Director de Información de la Cancillería (1936).
- Director del instituto de Inmigración y de colonización (1939).
- Ministro de Educación (1939).
- Secretario General a la Presidencia.(1941).
- Ministro de Relaciones Interiores (1945).
• Ser Candidato presidencial.
• Senador de la República de Venezuela.
• Profesor de Literatura venezolana en la Universidad de Columbia. (1946)
• Profesor de las cátedras de Literatura venezolana en la facultad de Filosofía y Letras y de Economía en la facultad de Derecho de la UCV.
• Publicista en ARS Publicidad.
• Articulista por muchos años en distintos medios de información impresa, su columna “Pizarrón” se mantuvo con algunos lapsos de interrupción, por 50 años, en el periódico “EL NACIONAL”, del cual fue su director (1969-1974)
• Revolucionar el concepto de Televisión Cultural con su programa “Valores Humanos”, el cual se transmitió por más de tres décadas.
• Ser embajador de Venezuela ante la UNESCO (1975-1979).

Isbelia Sequera Tamayo, individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias económicas y su amiga Personal nos comenta: “Arturo Uslar Pietri también es pionero en otros campos. En la literatura abre el espacio para la novela histórica con sus Lanzas coloradas y junto a sus seis novelas más como Oficio de difuntos, la isla de Robinson y la Visita en el tiempo, entre otras, obtiene los más preciados galardones de la narrativa mundial. Con Barrabas y otros cuentos quiebra los moldes tradicionales. Y, también percibe el sentido del realismo mágico en la literatura latinoamericana. Como ensayista. Como ensayista abarca con gran profundidad y sabiduría los principales aspectos del acontecer humano. Como divulgador del conocimiento no hay otro igual. Sus Valores humanos en la televisión, y su Pizarrón en la prensa así lo atestiguan. Como Político presenta al país una opción de gobernabilidad sustentada en el Humanismo democrático”.

Es, asimismo el hombre de carne y hueso que vivió su entorno familiar, con su noble esposa Isabel y sus dos hijos, en un ambiente de amor, comprensión, felicidad y paz”.

Es digno de admirar como una persona puede hacer tantas cosas en la vida y hacerlas todas bien. Refiriéndose a lo realizado a lo largo de su vida Arturo Uslar Pietri especifica: “Yo no soy un producto de ningún plan, de ningún proyecto que concibiera hasta ahora. Fui un producto de mi manera de ser, de mi manera de entender y sentir, de mi noción de lo que era el país. Toda mi vida me he valido de todos los medios, por ejemplo, la labor que yo hice con la televisión no la ha hecho nadie en Hispanoamérica, divulgando conocimientos de una forma sencilla y directa.”

El primer contacto de Arturo Uslar Pietri con el mundo económico se ubica en el año 1936 cuando el Dr. Alberto Adriani lo invita a ser el jefe de la sección de economía del Ministerio de Hacienda, pero su contribución a la ciencia económica se ubica fundamentalmente en dos áreas: sus artículos periodísticos y la educación universitaria.

El 14 de julio de 1936, en el diario “Ahora”, aparece una editorial escrito por Arturo Uslar Pietri y titulado “Sembrar el petróleo”, en el cual el autor señala su inquietud por el carácter rentista de la industria petrolera venezolana: “Urge crear sólidamente en Venezuela una economía reproductiva y progresiva. Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas, amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayuda, facilidades y estímulo a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora el pueblo venezolano en condiciones excepcionales”.

Han pasado mas de 70 años y todavía la frase marca el ritmo de discusión sobre el futuro de la industria petrolera Venezolana. El Dr. Silva Michelena indica que “En Venezuela la famosa frase de Uslar Pietri sembrar el petróleo, lanzada como lema en 1936, ha visto transcurrir setenta años sin que se haya tenido claridad sobre el verdadero carácter de esa siembra. No se trata de repartir a todo el mundo el petróleo, no se trata de hacer demagogia, no se trata de proclamar que el petróleo va directamente al pueblo. Se trata de comprender que Venezuela, como país petrolero, debe asumir plenamente esta circunstancia natural, y buscar activamente la integración productiva y no rentística de la industria a la economía mundial”

Los Profesores Baptista y Mommer nos explican el significado inicial que tuvo esta frase para el Dr. Uslar Pietri: “Con una visión reminiscente de la concepción fisiocrática del mundo económico, caracterizaba allí a la agricultura como economía reproductiva y progresiva, en tanto que designaban a la minería como economía destructiva y por consiguiente, efímera.”

Pero dejemos al propio Uslar Pietri que sea quien nos explique cuál es el significado de la frase: “El tema central de la política económica venezolana puede sintetizar en esta consigna perentoria: Sembrar el petróleo. Es decir, no abandonarnos a la poderosa corriente unilateral que constituye la industria petrolera, sino por el contrario, canalizarla, dirigirla, aprovecharla, para que con su fuerza y riqueza anime y movilice todas las actividades económicas del país”.

Roberto Briceño León nos muestra una visión más completa de la evolución a de esta frase, que ha originado concepciones muy particulares de lo que debería ser la economía venezolana: “Esta frase ha tenido sin embargo dos diferentes acepciones: una es sembrar el petróleo en la industria; y, la otra, sembrarlo en la gente. La siembra en industrialización se la concibe como un medio para crear empleos y “desarrollar” al país. Esto se ha manifestado de maneras distintas: una es la construcción de obras públicas, y la otra el proceso de substitución de importaciones. En la práctica ello ha significado la ceración de un mercado de empleo más diverso y, en consecuencia, la aparición o refuerzo de ciertos grupos sociales …”

En los últimos años se ha iniciado un proceso de revisión de la frase Uslariana, de cómo debe interpretarse o redefinirse, para así justificar un nuevo enfoque del papel del petróleo en la economía venezolana. Al respecto el Dr. Asdrúbal Baptista nos comenta: “En lo relativo a las nuevas prácticas, por su parte, lo sobresaliente es el intento de redefinición del viejo y sobado lema “sembrar el petróleo”. El ámbito de significación de la frase, sólo local y económico como lo ha sido, se le quiere ahora desbordar para cubrir también lo internacional y lo político.”

Arturo Uslar Pietri fue profesor jubilado, en el año 1937 se desempeñaba como profesor de la Cátedra de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela y publica lo que puede considerarse el primer texto de economía adaptado a la realidad Venezolana. “Sumario de Economía Venezolana, para alivio de los estudiantes”, el cual no era en realidad un libro de texto tal cual se concibe en la actualidad. Era una mezcla de Informe económico, libro de geografía e Historia económica. La Dra. Isbelia Sequera Tamayo quien utilizó el libro en su época de estudiante, lo describe de la siguiente forma: […] No es un libro fácil, va mucho más allá de su condición de alivio a los estudiantes, o para cumplir una exigencia académica. No, es mucho más que eso. Es un libro que aporta al país un haz de informaciones, de análisis, de reflexiones y de alternativas que tiene planteado en su destino […] Es, en síntesis un libro lúcido, un libro en el cual se cuantifica con muy poca emosión, con gran frialdad y objetividad científica las diferentes situaciones de carácter económico-político que vive Venezuela a lo largo del tiempo, enmarcadas en el medio físico y Social.”


Arturo Uslar Pietri alega que la razón que le motivo a escribir el libro era la inexistencia de un texto adecuado a la idiosincrasia del venezolano, en el prólogo de la primera edición de libro. AUP, nos comenta al respecto: ”Estos apuntes, en su primera versión, fueron hijos de la necesidad […] Los textos usuales eran extranjeros y cuando hablaban de experiencias monetarias se referían siempre al dólar o al franco sin que por ninguna parte asomara un atisbo siquiera de los complejos fenómenos que determinan el valor del Bolívar en el mercado de cambio como tampoco se encontraba noticia alguna sobre nuestra situación demográfica, sobre los problemas de nuestra producción, ningún análisis de una política económica nacional, ni una brizna siquiera de nuestros campos, ni una vaharada del sudor de nuestros hombres […]
Visionario de una realidad todavía vigente, hoy nuestros estudiantes de economía siguen estudiando básicamente con libros extranjeros, alejados totalmente de nuestra realidad como país monoproductor, como país petrolero.

A pesar de la significativo de que uno de los mejores escritores de habla hispana haya contribuido con la literatura económica, el principal aporte de Uslar Pietri a los estudios de economía en Venezuela, se ubica cuando, en el año 1936, junto a los Doctores: José Joaquín González Gorrondona, Tito Gutiérrez Alfaro y José Manuel Hernández Ron, funda la Escuela Libre de Ciencias Económicas y sociales de la UCV, adscrito a la Facultad de Derecho y precursora de la actual Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.


En el futuro las nuevas generaciones de venezolanos recordarán a Arturo Uslar Pietri como un gran novelista y cuentista, como un gran intelectual pero serán pocos los que lo recuerden como un hombre que fue fundamental para el inicio de los estudios de la economía en Venezuela, ganándose con mérito propio el ser reconocido como un protagonista en la economía venezola




































jueves, 14 de mayo de 2009

Ante la situación económica nacional

La economía venezolana viene padeciendo de alta y creciente inflación, lo cual es un problema que ya se vuelve crítico para la economía venezolana y especialmente para las familias de menores ingresos. La inflación ha tomado fuerza en nuestro ambiente no obstante la vigencia de un régimen de controles de cambio y de precios, y el sostenimiento de un tipo de cambio fijo e invariable desde comienzos de 2005. Las políticas económicas del gobierno, fundamentadas desde 2003 en controles de variada naturaleza, represión económica y vulneración de los principios constitucionales de libertad económica y derecho de propiedad, han generado graves distorsiones en los patrones de producción y consumo. El deterioro de la producción agrícola, la escasa inversión en nueva capacidad productiva industrial y agrícola; la corrupción generalizada, tanto en la administración de los controles como en el funcionamiento ordinario del Estado, que persistentemente se señala en los medios; el estancamiento de la producción petrolera, el colapso de las empresas básicas de Guayana y la insolvencia de las empresas financieras públicas, son todos síntomas de problemas económicos graves, que se han manifestado con mayor virulencia desde que los precios del petróleo iniciaron su drástica declinación en el tercer trimestre de 2008.

En éste contexto, el gobierno presentó un Plan Anticrisis el 21 de marzo de 2009. Las medidas que lo componen se corresponden con una equivocada interpretación fiscalista de la naturaleza de los desequilibrios, además de atribuirlos a supuestas perversiones del mercado y del sistema capitalista, y a conductas desviadas de los paradigmas que se corresponden con el llamado “Socialismo del Siglo XXI”. Esa interpretación conduce a prescripciones de política ajenas a las causas que provocan los desajustes. Entre las causas reales se inscriben las propias políticas del Estado, las cuales se retroalimentan en respuesta a su ineficacia, enfatizando así su signo distorsionador. La conducción de los asuntos públicos se resume, a gran escala, en un proceso de cambios económicos e institucionales improvisado, cuyo elemento más destacado es la creciente intervención del Estado en la economía como ente regulador, pero también como un productor, altamente ineficiente, de bienes y servicios, devenido en esa condición a través de un proceso errático de expropiaciones y compras coactivas de empresas privadas.

Esta circunstancia, unida a la debilidad de la producción nacional, ha exigido un flujo creciente e insostenible de importaciones, y al desbordamiento del gasto público, lo cual ha exacerbado la dependencia de la actividad petrolera, precisamente cuando se ha revertido el ritmo creciente de los precios internacionales de los hidrocarburos. La severa crisis económica global, intensificada a partir del tercer trimestre de 2008, ha contribuido a agravar el cuadro económico nacional, pero en modo alguno puede ser invocada como la causa originaria de los trastornos que afectan a los venezolanos.

El deterioro institucional

Según la Constitución de 1999, la República es un Estado democrático y social de derecho y de justicia, organizado en forma Federal con fundamento en el principio de la descentralización. Se preservan en esa Constitución, en general, los derechos civiles, políticos y económicos que ya venían del ordenamiento constitucional precedente. Entre los principios que acoge la Constitución económica se encuentran el de libertad económica y el derecho a la propiedad, limitados solamente en los términos que fijen la Constitución y la ley en función del interés colectivo. La expropiación sólo procede por causa de utilidad pública y social, mediante sentencia firme y mediando el justo pago de indemnización. Estos principios han sido consistentemente vulnerados por el Ejecutivo, con la anuencia y el respaldo de los restantes poderes públicos. Se confiere, además, rango constitucional a la coordinación de políticas macroeconómicas y se consagra, aunque con deficiencias, la autonomía del Banco Central de Venezuela. Estos principios, de aceptación universal, no encuentran correlato en la práctica y, por el contrario, la pérdida de la autonomía del Banco Central, en la ley y en los actos, lo inhabilita para el cumplimiento de sus funciones y diluye la pertinencia de la coordinación interinstitucional.

En agosto de 2007, con el expreso propósito de construir una economía y un Estado Socialista, en abierta violación a lo dispuesto en la Constitución de 1999, el Presidente promovió, mediante un referéndum, la aprobación de un proyecto de reforma constitucional que permitiría su reelección indefinida, introduciría nuevos conceptos de propiedad de los medios de producción, con el consiguiente debilitamiento del régimen de propiedad privada, y definiría una nueva “Geometría del Poder”, según la cual, se anularía la descentralización y se concentraría un poder omnímodo en el Presidente de la República. Todo ello con el objeto de imponer un sistema de planificación central de la economía y el sometimiento y control de los niveles de gobierno de elección popular, es decir, gobernaciones y alcaldías. Aunque el proyecto fue rechazado por 51% de los votantes, la Asamblea Nacional aprobó, a fines de 2007, el Primer Plan Socialista de la Nación (2007-2013) y en julio de 2008 el Presidente aprobó 26 decretos-leyes compatibles con la reforma derrotada en la consulta.

El desconocimiento de mandatos constitucionales no comenzó en 2007. En julio de 2005 se modificó la Ley del BCV para obligarle a transferir (es decir, entregar sin pago alguno) US $ 6 millardos de las reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), destinado a cubrir parte del gasto público. Aunque esa debió haber sido la única entrega conforme a la ley, el BCV ha transferido a ese Fondo más de US$ 30.000 millones desde entonces, en virtud de la aplicación de un concepto difuso y arbitrario, cual es, la transferencia de aquella porción de las reservas internacionales que exceda al nivel que se aprecie como adecuado. Como consecuencia de esta nociva práctica, se han exacerbado las causas monetarias de la inflación y, con base en principios contables propios de la banca central, puede afirmarse que el patrimonio del BCV es hoy negativo.

En un sentido más general, se ha intensificado la utilización de las instituciones democráticas con propósitos de retaliación y como medio para neutralizar la oposición política al régimen, por vía de procesos judiciales espurios, mediante la inhabilitación de personas con indiscutible respaldo popular, y para desconocer y anular la voluntad expresada a través del voto en las elecciones regionales.

Las políticas económicas

Desde la aplicación de las medidas de recorte del gasto público en 1999, como consecuencia de la merma en los ingresos petroleros, pasando por las políticas derivadas de la turbulencia política interna y los ataques terroristas a EE UU en los primeros años del siglo y, luego, por una fase de intensa expansión del gasto público en correspondencia con los altos precios del petróleo registrados, fundamentalmente, a partir del año 2008, el país enfrenta, de nuevo, una sensible reducción tanto en los precios como en la producción de hidrocarburos, que ha determinado una mayor presión tributaria y la intención de reducir drásticamente el gasto público. Desde la perspectiva de la política fiscal, la respuesta a los vaivenes del mercado petrolero ha sido la de adaptarse a los cambios, elevando o reduciendo las contribuciones y el gasto público, según el caso. En Venezuela se carece de los mecanismos estabilizadores que reclama su condición de país petrolero y, de hecho, los recursos que existían en el entonces llamado Fondo de Estabilización Macroeconómica, fueron consumidos en dos años. Desde el punto de vista cambiario, persiste la política de sustentar la lucha contra la inflación en la relativa estabilidad del tipo de cambio –como fue el caso hasta 2003– y en los controles administrativos con un tipo de cambio fijo, a partir de ese año.

La conducta fiscal del gobierno ha inducido un patrón de inestabilidad económica que repercute en la producción, el consumo, la inversión y el empleo productivo, y de allí que ha comprometido las posibilidades de desarrollo integral que anunciaba la favorable circunstancia petrolera mantenida por cerca de una década. Así, el aumento en el gasto público que se correspondía con la bonanza petrolera, estimuló la demanda de consumo, con la consecuente repercusión en el crecimiento de la actividad económica no petrolera, principalmente en los sectores financiero, de comunicaciones, construcción y comercio, no tanto así en la manufactura y la agricultura. La abundancia de divisas favoreció un rápido y marcado aumento de las importaciones, que en 2008 alcanzaron US $ 48.095, es decir, 55% de las exportaciones petroleras de ese año. Y, sin embargo, el desequilibrio de los mercados y la incapacidad de la política monetaria del Banco Central, contribuyeron a crear intensas presiones sobre los precios de los bienes, especialmente los de primera necesidad. El gobierno ha enfrentado estas presiones con controles de precios, de cambio y una penetrante represión sobre el aparato productivo privado, cada vez que supone conductas alejadas de sus propios parámetros, los cuales resultan ajenos por completo a las realidades de la economía y de los mercados. Por ello, desde fines de 1998 hasta fines de 2008, el Índice de Precios para Caracas ha crecido 556%. La improvisación ha sido un rasgo consistente de las políticas del Estado. En 2007, por ejemplo, mientras aplicaba la reconversión monetaria, el gobierno presentó un Plan Antiinflacionario, que incluía emisiones de bonos en divisas, la reducción de la alícuota del IVA, ampliación del crédito al sector agrícola y una ley especial contra el acaparamiento, la especulación y el boicot. El corolario de estas medidas fue una aguda escasez de bienes básicos y elevadas tasas de inflación de 22,5% y 31,9% en 2007 y 2008, respectivamente.

El gobierno ha podido hacer mucho más por contener la inflación en beneficio de los sectores de menores ingresos, pues ha dispuesto de ingentes recursos para asegurar el crecimiento de fuentes permanentes de trabajo y mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Pero es que no existe coherencia en las políticas que aplica, ya que la contraparte de un gasto abultado, con transferencias sociales que conceden dividendos políticos en el corto plazo, ha sido la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, un deterioro sostenido en la cantidad y calidad de los servicios públicos, inseguridad e incertidumbre, en cuanto a la capacidad del Estado para enfrentar la crisis que se avecina y en cuanto a la propia integridad de bienes y personas en razón del avance de la violencia de carácter principalmente urbano.
Del Plan Anticrisis de marzo 2009 y otros planes por venir

El precio promedio del barril del petróleo venezolano fue de US$ 86,8 en 2008, por lo que una reducción estimada hasta US$ 40 para 2009, en el contexto de los serios problemas económicos acumulados, representa un impacto de magnitud considerable en el orden económico y social, y de allí, en la gobernabilidad del país. Sin embargo, la situación pudo haber sido distinta si hubiese prevalecido un mínimo de sensatez y de orden en la conducción de los asuntos públicos. Al tomar en cuenta el precio promedio del petróleo que ha prevalecido desde 2004, el gobierno podría disponer hoy de elevados ahorros en el fondo de estabilización que contribuyeran a suavizar los efectos de la caída del ingreso petrolero. Más aún así, si hubiese adoptado una política racional de producción y de comercialización, preservando el interés nacional por encima del interés geopolítico circunstancial. Pero no es ese el caso. En respuesta a su imprevisión, el gobierno puso en marcha un Plan Anticrisis improvisado e incompleto, según el cual, reducirá el gasto presupuestado para 2009 en una proporción tal, que implicaría disminuir el gasto fiscal efectivo en términos reales en más de 30%; incrementó la alícuota del IVA –después de haberla reducido– y, por lo que hoy se conoce, endeudará a la República y a PDVSA por más de US$ 15.000 millones, con lo cual la deuda pública total de ambas entidades podría alcanzar a US $ 75.000 millones al cierre de 2009. Además, el gobierno está aplicando severas restricciones a la entrega de divisas a través de CADIVI, está excluyendo bienes de la lista favorecida con divisas preferenciales, y PDVSA ha intervenido en el mercado de permutas contrariando la ley, no obstante lo cual, el tipo de cambio en ese mercado es superior en más de 200 por ciento al tipo de cambio oficial.

La crisis encuentra a Venezuela con una dependencia casi total del ingreso petrolero, con una empresa petrolera estatal sensiblemente deteriorada en su capacidad gerencial, operativa y financiera, y con un aparato productivo privado que ha sido premeditadamente asfixiado. A ello se agrega el avance del proceso de deterioro institucional, pues los poderes públicos son cada vez más parciales y dependientes del Ejecutivo; el BCV financia el gasto público con las reservas internacionales que deberían respaldar la liquidez monetaria, y relaja su política monetaria para permitir el endeudamiento del gobierno; las cuentas públicas no reflejan transparencia y se han intensificado los alegatos de corrupción, amparada por la impunidad. En este estado de cosas, continuará acentuándose el deterioro económico, social e institucional que afecta a los venezolanos, como consecuencia directa de las políticas en aplicación y por aplicar por parte del gobierno venezolano y del clima de desasosiego que vive el país.

El paquete de medidas de marzo 2009, resulta esencialmente fiscalista, insuficiente, desarticulado y carece de la consistencia mínima para proveer crecimiento y estabilidad económica a Venezuela. Es por ello que no logrará atenuar las presiones inflacionarias, ni la caída del salario real. Sus secuelas serán percibidas por la población en forma más evidente a través del alza de los precios de los alimentos y de otros bienes y servicios, y de la erosión del valor de compra de las transferencias sociales. La escasez de productos nacionales y la inevitable reducción de las importaciones; la paralización de empresas privadas por falta de insumos y la interrupción de obras por falta de pago a contratistas y proveedores del Estado, en especial en los casos de PDVSA y las empresas básicas de Guayana; así como la menor actividad económica en la cadena de empresas relacionadas, generará un creciente desempleo y un proceso continuo de empobrecimiento. Algunos creen que éste cuadro se resolvería automáticamente con sólo elevarse el precio de petróleo. No comprenden la magnitud del daño estructural causado a la economía venezolana. Tampoco consideran la desviación de esfuerzos y de recursos desde las áreas productivas de mayor impacto económico hacia aquellas que se favorecen de las distorsiones generadas por las políticas públicas, entre ellas, la marcada apreciación cambiaria.
Queremos advertir al país sobre este grave cuadro económico, social e institucional, no con el propósito de acentuar la ansiedad que prevalece entre los venezolanos, sino para resaltar el hecho de que los desequilibrios y distorsiones que se vienen conformando en los últimos años, tendrán impactos negativos de importancia sobre la vida de los venezolanos debido a los graves errores de interpretación de la realidad nacional y de diseño y ejecución de las políticas que se llevan a cabo bajo la presente gestión gubernamental.
www.pensarenvenezuela.org.ve

Caracas, martes 12 de mayo de 2009

SARY LEVY
DOMINGO MAZA ZAVALA
PEDRO PALMA
HECTOR SILVA MICHELENA
HECTOR MALAVE MATA
HUMBERTO GARCIA LARRALDE
CARLOS HERNANDEZ DELFINO
ISAAC MENCIA
FRANCISCO FARACO
JOSE GUERRA
ORLANDO OCHOA
VICTOR OLIVO
LUIS CARLOS PALACIOS
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domingo, 10 de mayo de 2009

ALGO HICIMOS MAL

HOY ME APARTO  DEL OBJETIVO PRINCIPAL  DE ESTE BLOG, PERO ME PARECE MUY IMPORTANTE ESTE SUPUESTO DISCURSO DE OSCAR  ARIAS QUE LEGÓ A Mi CORREO. COMPARTO Y SUSCRIBO LO QUE ALLÍ SE DICE. SOLO ESPERO QUE LAS PERSONAS QUE ESTAN APOYANDO ESTE  DESASTRE QUE ESTA SUCEDIENDO EN VENEZUELA POR  FIN ENTIENDAN QUE EL MUNDO HA CAMBIADO Y HAY QUE AVANZAR Y QUE  LA FORMACION DE RIQUEZA DEPENDE ENTERAMENTE DE NOSOTROS

Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas 

Trinidad y Tobago

18 de abril del 2009

 

Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños ylatinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos deAmérica, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros.

No creo que eso sea del todo justo. No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.

 Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.

 También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir “una Ciudad sobre una Colina”, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos. Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 ó 40 años– es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.

 ¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10. Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.

En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que uN ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra.

En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo –en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día– y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.

Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.

 Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los “ismos” (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un “ismo” muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo . Para solo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo únicoque me interesa es que cace ratones” . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que “ la verdad es que enriquecerse es glorioso ”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.

La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.


Muchas gracias.

  El resaltado es mio