En el año 1936 aparece un libro, de esos
que dividen a la historia en un antes y un después. Al igual que la Riqueza de
las Naciones de Adam Smith. En 1776; Principios de Economía Política, tributación de David Ricardo en 1817 y el Capital de Carlos Marx, tenemos Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, libro de
aproximadamente 265 páginas y escrito por el economista inglés, John Maynard
Keynes (1883-1946).
Keynes fue profesor en la Universidad de
Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la
Royal Economic Society, alto funcionario de la Administración británica y
negociador internacional en nombre de Inglaterra en diferentes ocasiones;
trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una
compañía de seguros, y de asesor financiero del King´s College, del Banco de
Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro también del mundo de la
economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas.
Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge
se interesó por la matemáticas, estadística, filosofía, literatura y solo finalmente
por la economía. Fue también director y principal accionista del Teatro de las
Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura
moderna y bibliófilo de la literatura
científica (Wikipedia).
Entre
las principales obras, podemos señalar: (1919) Las consecuencias económicas de
la paz, en el que anunciaba las implicaciones y consecuencias de las
condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles; (1930) Tratado
sobre el dinero (en dos volúmenes) expone su teoría sobre ciclo de crédito; ¿Cómo
pagar la guerra? (1940), donde señala que el esfuerzo bélico debería ser
mayormente financiado mediante el aumento de colonias en África y por mayores
impuestos, en lugar de gasto deficitario, para de esa manera evitar la
inflación.
¿Pero
qué fue lo revolucionario de las ideas de Keynes?. En el prólogo del libro su
principal obra:, se lee: “He llamado a
este libro Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero, recalcando
el sufijo general, como objeto de que el título sirva para contrastar mis
argumentos y conclusiones con los de la teoría clásica, en que me eduqué y que domina el pensamiento
económico, tanto práctico como teórico, de los académicos y gobernantes de esta
generación igual que lo ha denominado durante los últimos años. Sostendré que
los postulados de la teoría clásica sólo son aplicables a un caso en especial,
y no en general, porque las condiciones que se supone son un caso extremo de
todas las posiciones posibles de equilibro. Más aún, las cara características
del caso especial supuesto por la teoría clásica no son los de la sociedad
económica que hoy vivimos, razón por la que sus enseñanzas engañan y son
desastrosas si intentamos aplicarlas a los hechos reales”. (Keynes, Teoría
General de la Ocupación, el interés el Dinero, Fondo de Cultura Económica,1983:15).
Ambicioso
proyecto que el mismo Keynes resume de la siguiente forma: “… Cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso global real de la
comunidad: la psicología de ésta, es tal que cuando el ingreso real aumenta, el
consumo total crece, pero no tanto como el ingreso. De aquí que los empresarios resentirían una pérdida
si el aumento total de la ocupación se destinara a satisfacer la mayor demanda de artículos de consumo inmediato.
En consecuencia para justificar cualquier cantidad dada de ocupación debe
existir cierta cantidad de Inversión que baste para absorber el excedente que
arroja la producción total sobre lo que la comunidad decide consumir cuando la
ocupación se encuentra a dicho nivel; porque a menos que exista este volumen de
inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos
para inducirlos a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate. S
desprende, por tanto, que, dado lo que llamaremos la propensión a consumir de
la comunidad, el nivel de equilibrio de la ocupación, es decir, el nivel que no
induce a los empresarios en conjunto a ampliar o contraer la ocupación,
dependerá a su vez, de lo que llamaremos el incentivo para invertir[…] Así,
dada la propensión a consumir y la tasa d nueva inversión, sólo puede existir
un nivel de ocupación compatible con el equilibrio, ya que, ya que cualquier
otro produciría una desigualdad entre el precio de la oferta global de la
producción en conjunto y el precio de la demanda global.
En
el párrafo anterior se observa el análisis global del comportamiento
económico de la comunidad, lo que para
muchos, lo convierte en el padre de la Macroeconomía. Keynes introduce en el
análisis, conceptos novedosos (los
cuales se tratarán en detalle posteriormente) como es la propensión a consumir,
y premisa que so uso cotidiano, como es que el consumo es función directa de
ingreso, o que la inversión está en función de la eficiencia marginal del
capital. También utiliza herramientas en el análisis como son las expectativas
e introduce el tiempo al diferenciar claramente el corto y largo plazo. Pero la
premisa básica que lo diferencia (como el lo señala) del análisis clásico, en
la posibilidad de la existencia del equilibrio a niveles inferiores al pleno
empleo.
John
M. Keynes, influyó en el New Deal del
presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, pero discuten aún sobre el
grado de dicha influencia. Una política de gasto deficitario del tipo de la
emprendida en el New Deal comenzó a efectuarse en 1938,. Pocos economistas
renombrados en los EE. UU., comulgaron con las ideas de Keynes durante los años
30. Con el tiempo, sin embargo, sus ideas fueron más ampliamente aceptadas. muere de un infarto en el año 1946.
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