domingo, 20 de enero de 2013

EL PENSAMIENTO KEYNESIANO (I)


En los próximos artículos, nos proponemos explicar muy resumidamente. Los principales conceptos del pensamiento keynesiano, el cual, ha marcado un punto de inflexión en el pensamiento económico, justificando la participación del Estado como motor del crecimiento económico Aunque John M. Keynes fue educado en el pensamiento de la escuela Clásica de Cambridge, siendo alumno de Marshall, se considera sus ideas y aportes, como una rama distinta y con derecho propio­.

Como comenta el Prof. Dudley Dillard (1914 -1991) de la Universidad de  Maryland, USA, en su libro “La Teoría Económica de John Maynard Keynes. Teoría de una economía monetaria” (­Aguilar, 1980):”…Desgraciadamente,  para los estudiantes y para los lectores generales en General, la General Theorhy está dirigida a los economistas profesionales y no es muy inteligible para los demás. Sin embargo, las ideas fundamentales subyacentes  en la obra de Keynes son relativamente sencillas y pueden ser comprendidas…” Dillard: XI).  En las siguientes líneas trataremos de explicar y hacer más digerible los conceptos de: expectativa, demanda global, consumo y propensión a consumir, aunque es innegable que en algunos momentos se tenga que escribir las palabras del propio Keynes (todas las citas son tomadas de la edición del Fondo de Cultura Económica, México, del año 1983,  traducción de Angel Martín Pérez. El número de la Pag., donde esta la cita, se escribirá entre paréntesis.).

Keynes, utiliza el tiempo en su metodología de análisis el tiempo, diferenciando el corto y largo plazo e introduciendo las expectativas. Esta últimas están conformadas por un conjunto de factores,  que hacen que la persona tenga un comportamiento determinado o tome una decisión específica en el futuro. “Toda producción tiene, por fin último la satisfacción de algún consumidor. Normalmente pasa un tiempo, si embargo –y a veces mucho tiempo-, entre que el productor soporta los costos (teniendo en cuenta al consumidor) y  u la producción por el consumidor final  (existe una clara diferencia entre el momento que el productor fabrica el producto y del momento que se la vende al consumidor final, el cual lo utiliza para satisfacer una necesidad), entre tanto el empresario (incluyendo en este término tanto el productor como el inversionista) tiene que hacer las mejores previsiones que estén a su alcance sobre lo que los consumidores podrán pagarle cuando esté listo para abastecerlos (directa o indirectamente después que haya pasado un período. (El empresario debe planificar su producción futura para no incurrir en gastos innecesarios o pérdidas por costos elevados.  Si su producción supera mucho a sus ventas, el empresario incurrirá en costos elevados por inventario almacén, vigilancia, operadores, etc.), Estas expectativas de la que dependen las decisiones negocios se dividen en dos grupos (…) El primero se relaciona con el precio que un manufacturero puede esperar de su producción “terminada en el momento en que se compromete a comenzar el proceso que la producirá; considerando que este” terminada” (desde su punto de vista) cuando se encuentra lista para se vendida a otra persona. El  segundo se refiere a que el empresario puede esperar ganar en forma de rendimiento futuro, en el caso que compre (o quizá manufacture) producción “terminada como adición  a su equipo de producir.. Podemos llamar al primero as expectativas a corto plazo y al segundo, las expectativas (expectativas  que se tengan en el precio de producto –comparándolo con los costes de producción- y a largo plazo en el rendimiento esperado de la inversión)- (50).

El punto de partida lógico para la teoría del empleo (ocupación) de Keynes, es el principio de la “Demanda Global”. El empleo total depende de la demanda global y el paro es el resultado de una falta de la demanda global. (Dillard:31).  “La función de demanda global relaciona cualquier nivel dado  de ocupación con los productos de las ventas que se esperan del mismo.. Los productos se forman de la suma de dos cantidades. La que se gastará cuando en consumir (C) cuando la ocupación esta a cierto nivel y la que se destinará a la inversión (I)(57).  Esquemáticamente `podemos decir que: DG=C+I.. La demanda global –que es simplemente el ingreso global (DG=Y), o importe de ventas que los empresarios piensan recibir, incluyendo los ingresos que hacen pasar a manos de los otros factores de la producción por medio del volumen de ocupación que deciden conceder (57)- . Si los niveles de ocupación aumenta, debe aumentar también el ingreso global (Y), por lo tanto la ecuación anterior la podemos reescribir de la siguiente forma Y=C+I. En otras palabras, la comunidad gasta su ingreso global en consumir, para satisfacer sus necesidades y en la compra de bienes de capital para invertir (en el siguiente artículo se tratará el tema de la inversión) en la producción de bienes de consumo.

De acuerdo a Keynes: La suma que la comunidad gasta en consumo depende  evidentemente 1) desmonto de su  ingreso, otras circunstancias objetivas que lo acompañan, y 3) las necesidades subjetivas y las inclinaciones psicológicas y hábitos de los individuos. (88) (…) La ley Psicológica fundamental en que podemos basarnos con entera confianza, tanto a priori partiendo de nuestro conocimiento de la naturaleza humana como de la experiencia, consiste  en que los hombres están disgustos, por regla general y en promedio, a incrementar su consumo a medida que su ingreso crece,  aunque no tanto como el crecimiento de su ingreso (93) (esta es la definición de la propensión a consumir). Si lo vemos desde el punto de vista del análisis marginal, lo que Keynes nos indica es que por cada bolívar adicional que nos ingrese, destinaremos por ejemplo, 90 céntimos al consumo. Teóricamente, lo máximo que se puede gastar es un bolívar. Si lo queremos ver esquemáticamente C = cY; donde donde c es menor o igual que uno, en otras palabras, El consumo es una proporción c del ingreso global, c, que se denomina propensión marginal a consumir es un valor que es mayor que cero pero menor que uno. Lo que no se consume se ahorra. Siguiendo a Keynes: Ingreso=valor de la producción= consumo+inversión; ahorro=ingreso-consumo, Por tanto, Ahorro =inversión.






lunes, 14 de enero de 2013

KEYNES


En el año 1936 aparece un libro, de esos que dividen a la historia en un antes y un después. Al igual que la Riqueza de las Naciones de Adam Smith. En 1776; Principios de Economía Política,  tributación de David Ricardo en 1817 y el Capital de Carlos Marx, tenemos Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, libro de aproximadamente 265 páginas y escrito por el economista inglés, John Maynard Keynes (1883-1946).
 Keynes fue profesor en la Universidad de Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la Royal Economic Society, alto funcionario de la Administración británica y negociador internacional en nombre de Inglaterra en diferentes ocasiones; trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una compañía de seguros, y de asesor financiero del King´s College, del Banco de Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro también del mundo de la economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas. Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge se interesó por la matemáticas, estadística, filosofía, literatura y solo finalmente por la economía. Fue también director y principal accionista del Teatro de las Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura moderna y  bibliófilo de la literatura científica (Wikipedia).
            Entre las principales obras, podemos señalar: (1919) Las consecuencias económicas de la paz, en el que anunciaba las implicaciones y consecuencias de las condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles; (1930) Tratado sobre el dinero (en dos volúmenes) expone su teoría sobre ciclo de crédito; ¿Cómo pagar la guerra? (1940), donde señala que el esfuerzo bélico debería ser mayormente financiado mediante el aumento de colonias en África y por mayores impuestos, en lugar de gasto deficitario, para de esa manera evitar la inflación.
            ¿Pero qué fue lo revolucionario de las ideas de Keynes?. En el prólogo del libro su principal obra:, se lee: “He llamado a este libro Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero, recalcando el sufijo general, como objeto de que el título sirva para contrastar mis argumentos y conclusiones con los de la teoría clásica, en  que me eduqué y que domina el pensamiento económico, tanto práctico como teórico, de los académicos y gobernantes de esta generación igual que lo ha denominado durante los últimos años. Sostendré que los postulados de la teoría clásica sólo son aplicables a un caso en especial, y no en general, porque las condiciones que se supone son un caso extremo de todas las posiciones posibles de equilibro. Más aún, las cara características del caso especial supuesto por la teoría clásica no son los de la sociedad económica que hoy vivimos, razón por la que sus enseñanzas engañan y son desastrosas si intentamos aplicarlas a los hechos reales”. (Keynes, Teoría General de la Ocupación,  el interés  el Dinero,  Fondo de Cultura Económica,1983:15).
            Ambicioso proyecto que el mismo Keynes resume de la siguiente forma: “… Cuando aumenta la ocupación  aumenta también el ingreso global real de la comunidad: la psicología de ésta, es tal que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso. De aquí  que los empresarios resentirían una pérdida si el aumento total de la ocupación se destinara a satisfacer la  mayor demanda de artículos de consumo inmediato. En consecuencia para justificar cualquier cantidad dada de ocupación debe existir cierta cantidad de Inversión que baste para absorber el excedente que arroja la producción total sobre lo que la comunidad decide consumir cuando la ocupación se encuentra a dicho nivel; porque a menos que exista este volumen de inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirlos a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate. S desprende, por tanto, que, dado lo que llamaremos la propensión a consumir de la comunidad, el nivel de equilibrio de la ocupación, es decir, el nivel que no induce a los empresarios en conjunto a ampliar o contraer la ocupación, dependerá a su vez, de lo que llamaremos el incentivo para invertir[…] Así, dada la propensión a consumir y la tasa d nueva inversión, sólo puede existir un nivel de ocupación compatible con el equilibrio, ya que, ya que cualquier otro produciría una desigualdad entre el precio de la oferta global de la producción en conjunto y el precio de la demanda global.
            En el párrafo anterior se observa el análisis global del comportamiento económico  de la comunidad, lo que para muchos, lo convierte en el padre de la Macroeconomía. Keynes introduce en el análisis, conceptos novedosos  (los cuales se tratarán en detalle posteriormente) como es la propensión a consumir, y premisa que so uso cotidiano, como es que el consumo es función directa de ingreso, o que la inversión está en función de la eficiencia marginal del capital. También utiliza herramientas en el análisis como son las expectativas e introduce el tiempo al diferenciar claramente el corto y largo plazo. Pero la premisa básica que lo diferencia (como el lo señala) del análisis clásico, en la posibilidad de la existencia del equilibrio a niveles inferiores al pleno empleo.
            John M.  Keynes, influyó en el New Deal del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, pero discuten aún sobre el grado de dicha influencia. Una política de gasto deficitario del tipo de la emprendida en el New Deal comenzó a efectuarse en 1938,. Pocos economistas renombrados en los EE. UU., comulgaron con las ideas de Keynes durante los años 30. Con el tiempo, sin embargo, sus ideas fueron más ampliamente aceptadas.  muere de un infarto en el año 1946.