La caída de los precios del petróleo, ha servido de detonante a la más
grande crisis económica vivida por el país en los últimos años.
La merma de los ingresos en divisas ha puesto en evidencia nuestra
debilidad estructural al depender de un
solo producto de exportación y de la renta que este produce. En términos
financieros, tenemos un problema de liquidez, no alcanzan las divisas que conforman
las Reservas Internacionales para cubrir
las necesidades de materia prima, insumos y productos terminados, que se
requieren para la puesta en marcha del aparato productivo nacional.
Tener pocos dólares obliga a discriminar su entrega perjudicando a
muchos sectores de la economía. Lo que inicialmente fue una medida de poder,
como es el régimen cambiario, Hoy, se ha convertido en la principal fuente de
corrupción, que como un cáncer, está socavando la política económica del
gobierno e impidiendo que el tipo de cambio cumpla su función natural, equilibrar
el comercio internacional, por lo tanto la solución del problema pasa por la
modificación gradual del régimen cambiario
Como todo problema de iliquidez, se hace necesario en el corto plazo la
búsqueda de efectivo, en nuestro caso de divisas, que restituya el flujo de
importaciones que requiere el país Hay
que dejar de lado esa camisa de fuerza ideológica y acudir a organismos
multilaterales creados para este fin, como es el caso del Fondo Monetario
Internacional, que nos suministren en
calidad de préstamo, los dólares
necesarios para reforzar las Reservas Internacionales y así poder afrontar el
grave problema de la balanza de pagos
De la misma forma hay que reestructurar el servicio de la deuda pública
externa para mejorar el cronograma de pagos. Hay que plantear una política
fiscal seria y responsable, que logre el desarrollo de una industria nacional
exportadora que genere una cantidad de divisas que permita el autosustento
cambiario del sector privado.
La solución del problema no es fácil, lleva tiempo, pero hay que
afrontarlo. Ya otros países, muchos amigos nuestros, han transitado este camino
y han podido salir de él, así que no es imposible, solo falta determinación y
compromiso y un poco de sentido común.