“Quiero hacer del conocimiento público los pesares que quienes sufrimos Mal de Parkinson tenemos que pasar día a día, al no conseguir los medicamentos que alivian nuestra enfermedad, y cuando logramos conseguirlos los precios son exorbitantes. Por tal motivo, agradezco infinitamente que alguien se aboque a nuestro problema y hagan una revisión a los importadores de estos medicamentos conjuntamente con sus precios. Algunos de los medicamentos que necesitamos con urgencia para combatir nuestra enfermedad son: Akineton, Sinemet y Stalevo que aumentó de BsF 65 a BsF 240,00. Los dos últimos antes eran distribuidos por Laboratorios Abbot y ahora por Laboratorios Biopass”.
“Feliz noche recurro a usted en esta oportunidad para plantearle el tema de la escasez de los medicamentos Sinemet y Akineton. ¡Hay por Dios!, como es posible que esto ocurra. No tengo recursos para comprar grandes cantidades y al ir a la farmacia para el suministro mensual me consigo con esta penosa situación, por favor si tiene alguna información de como ubicar estos medicamentos”.
En los párrafos anteriores, he copiado 2 correos que reflejan la trágica situación que actualmente vivimos las personas que sufrimos del mal de Parkinson. El primero (autorizado por el autor) corresponde a un correo enviado por el Sr Luis Merola y publicado el pasado 25-08-2011 en un importante diario de circulación nacional. El Sr. Merola, operado, al igual que yo, mediante la técnica de estimulación cerebral profunda, es entrenador de futbol en sus categorías infantiles y si no me equivoco, representante del Milan FC. en el país, el está centralizando con su voz, la protesta y preocupación de miles de pacientes que no tiene los medios adecuados para hacerse oír.
El segundo, más dramático, fue tomado de un correo electrónico que me envió la Sra. Pastora de la ciudad de Barquisimeto, quien da un grito de socorro por la salud de su madre.
Un paciente de Parkinson puede tener, si consigue las medicinas, un desembolso mensual superior a mil Bolívares fuerte, ya que generalmente se tienen que tomar alrededor de 12 pastillas diarias, comprometiendo fuertemente la situación económica de la familia y la gran mayoría no saben a donde acudir para solventar esta situación y unos pocos acuden al Sr. Merola o a mi persona, quienes en la medida de lo posible, tratamos de orientarlos.
La solución en este caso es muy fácil, aunque no lo parezca, simplemente, es la creación de un organismo mixto (público y privado) que con un trabajo serio y responsable canalice las preocupaciones y necesidades de los aproximadamente 40.000 pacientes venezolanos. A pesar de que todavía no se ha encontrado la cura, el Parkinson es tratable, y con un régimen farmacológico, se alcanza un nivel físico adecuado, que permite el desenvolvimiento laboral y familiar del individuo.
En representación de estos pacientes y, en el mío propio, solo espero que este grito de auxilio no se pierda en el vacío y alguien nos escuche.