lunes, 21 de octubre de 2013

ESTATISTAS, PRAGMATICOS Y LIBERALES

Como se señaló en un artículo anterior, la discusión entre izquierda y derecha ha muerto. En la actualidad se discute sobre el grado de intervencionismo del Estado en la economía.
            En un extremo tenemos a los que piensan que el Estado debe participar activamente y tomar el control de la economía. Los defensores de esta posición son los herederos del socialismo y el comunismo, de la fenecida Unión Soviética, que en los últimos años han encontrado su refugio en Venezuela apuntalados por la gran cantidad de Petrodólares que han ingresado.
            En el medio tenemos un grupo muy variado de pensamientos que al llegar al poder han enfocado su acción a la satisfacción de la necesidad de sus electores. El pragmatismo  como corriente filosófica se basa en que sólo es verdadero aquello que funciona, enfocándose así en el mundo real objetivo. De esta manera que políticos y mandatarios de raíz socialista y obrera como Dilma Vana Roussef de Brasil; Verónica Michelle Bachelet Jeria de Chile o “neopopulistas” como Alan Gabriel Ludwig García Pérez de Perú, han afrontado con un relativo éxito sus tareas de gobierno siendo pragmáticos.
            Un caso muy especial es el de Ecuador, el cual es dirigido por el economista Rafael Vicente Correa Delgado, graduado de la Universidad de Chicago, templo del libre mercado. Correa utilizando un lenguaje socialista, ha obtenido fondos del gobierno venezolano para financiar una economía en la cual funciona el libre mercado. Por ejemplo, preparando este artículo nos encontramos con unas interesantes declaraciones del político ecuatoriano y presidente del partido socialista Germán Rodas Chaves: “…el   gobierno del presidente Rafael Correa no es socialista como se lo quiere hacer creer. Sino que se trata de un régimen neodesarrollista  que ha  cubierto en  pequeñas partes los problemas del país y no ha realizado los cambios estructurales que Ecuador necesita para que se lo considere Estado socialista” (El Universo de Ecuador, marzo 2010).
            En el otro extremo tenemos a los liberales, furibundos defensores del libre mercado y la propiedad privada. El liberalismo, como su nombre lo sugiere, está basado en la libertad del individuo y de la limitación del papel del Estado.
            Según el periodista Carlos Alberto Montaner, en su libro: “No perdamos también el siglo XXI” (1997, Plaza & Janes Editores)  el nuevo pensamiento liberal se basa en los siguientes puntos:
·         La Naciones más desarrolladas y estables, se basan en un régimen democrático, donde las instituciones se organiza en torno al Estado  de Derecho.
·         El elemento fundamental para el desarrollo de los pueblos es el capital humano.
·         La gran tarea de los gobiernos no es indicarle a los ciudadanos, los trabajos que trabajos deben realizar, sino obedecerlos, poniendo al servicio de la sociedad una administración de calidad, profesional y honorable, que realice sus transacciones mediante operaciones y concursos transparentes.
·         La primera responsabilidad administrativa de los gobiernos no es producir bienes y servicios, sino mantener estables los equilibrios macroeconómicos: una fiscalidad no deficitaria, estricto control del gasto público y una moneda sana libremente convertible. De la combinación  de estos tres elementos suele   derivarse la ausencia de la inflación, uno de los peores flagelos de cuantos afectan a los pueblos.
·         Corresponde al gobierno –y a la sociedad  ordenárselo- establecer reglas justas para que la competencia funcione libremente dentro de las fronteras del país y con relación al exterior. Es fundamental abrirse a las inversiones, al comercio  y –en definitiva- a la competencia externa. Donde no hay competencia los precios se distorsionan.

            En particular, nosotros nos identificamos con el pensamiento liberal, pero más cercano al pragmatismo.. ya que nos parece poco realista la ausencia de gobierno que proponen algunos extremistas. Caer en el anarquismo no es la solución. Necesitamos un gobierno descentralizado donde el ciudadano pueda exigir la verdadera satisfacción de las necesidades comunales. Con un gobierno central y unas instituciones sólidas e independientes que garanticen la supervisión, fiscalización  y la defensa del más débil. Para finalizar queremos suscribir lo expresado por Montaner: “… de lo que se trata no es decirles a la personas lo que tienen que hacer, sino de liberar su capacidad creativa, forjando las condiciones para que esta libertad rinda sus frutos de la manera más adecuada posible. De lo que se trata es de invertir las relaciones de poder, Para que sea el Estado el que viva de los ciudadanos   y no los ciudadanos del Estado. De lo que se trata es de que el gobierno no mande, sino que obedezca […] De lo que se trata es de formar individuos libres, responsables y críticos, y de convertirlos en gestores principales de sus propias vidas. Incluso, la esencia  del pensamiento nuevo puede concretarse en una sencilla oración: la clave de la prosperidad descansa en tres pilares: la libertad para perseguir nuestros anhelos con ahínco, la responsabilidad para respetar las normas, y la existencia de unas instituciones que permitan un balance entre estos dos factores no  siempre fácilmente armonizables” (Ob.Cit.1997:26)

domingo, 13 de octubre de 2013

LA ESPECULACION, EL ACAPARAMIENTO, LA INFLACION Y LA GUERRA ECONOMICA

El Gobierno Nacional sigue insistiendo en señalar  como principal causa de la inflación a la especulación y el acaparamiento, con la novedad de que ahora estas forman las armas principales de una “Guerra Económica. Esto obliga a tocar una vez más este tema (ya analizado en marzo de 2009) a fin de que el lector comprenda que el único culpable de la inflación es el gobierno y su insistencia en tratar de implementar un modelo fracasado.
            Gente de la mal llamada “Izquierda”, siguen insistiendo (con desconocimiento de la materia) en definir, la especulación como sinónimo de robo, apropiación y delito. Si no lo creen, vean el comentario que escribió en mi blog un partidario de la intervención estatal: “Hermano, me disculpa la expresión, pero no sea cara de tabla. Decir que "en economía, especular es simplemente tratar de generar un beneficio al realizar una transacción comercial" es el ardid más utilizado y gastado de todo capitalista, de aquél que oculta adrede el verdadero origen de toda ganancia, para hablar de que se hizo rico "a través del mero esfuerzo y dedicación individual", cuando que toda ganancia es producto de la plusvalía, y el precio es precisamente el valor agregado que el capitalista hace a un producto; y para que tenga sentido para el capitalista producir, necesariamente tiene que producir plusvalía, si quiere obtener alguna ganancia. Haya control de precios o no el capitalista siempre va a ganar porque toda producción dentro del sistema capitalista se basa en la generación la plusvalía por parte del trabajador y el robo de la misma por parte del capitalista
            Como, se puede leer, el comentario repite las mismas sandeces que repiten los socialistas Marxistas-leninistas. Analicemos algunas de ellas: En primer lugar, la definición no es de nosotros. Especulación es un término tomado de las Finanzas. En el Diccionario de la RAE, se puede leer, en su acepción No 4, que especular es: “Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios”. Igualmente, la enciclopedia virtual Wikipedia, señala al respecto: “En economía, la especulación es el conjunto de operaciones comerciales o financieras que tienen por objetivo la obtención de un beneficio económico, basado en las fluctuaciones de los precios. Una operación especuladora no busca disfrutar del bien o servicio involucrado, sino obtener un beneficio de las fluctuaciones de su precio con base en la teoría del arbitraje. En sentido extenso, toda forma de inversión es especulativa; sin embargo, el término se suele aplicar a aquella inversión que no conlleva ninguna clase de compromiso con la gestión de los bienes en los que se invierte, limitándose al movimiento de capitales (mercado financiero), habitualmente en el corto o medio plazo. La especulación se basa, por tanto, en la previsión y en la anticipación, de forma que el especulador también puede equivocarse si no prevé correctamente la evolución de los precios futuros, de forma que tendrá que vender barato algo que compró caro. El mercado especulativo por tanto premia a los buenos previsores y castiga a los malos.
            Esta definición es importante para entender la acción especulativa al resaltar dos hechos. En primer lugar se destaca la fluctuación de los precios. Teóricamente si hay  precios regulados  no debería existir la especulación. Pero la hay, es decir hay presencia, o los agentes económicos así lo perciben, de que hay un diferencial de precios que permite una ganancia a corto plazo. El otro punto a destacar es que la especulación implica riesgo. Como se puede ganar, se puede perder ¿Será que el amigo que me envío el comentario, nos puede asegurar que todo especulador se  hace rico? Si lo hubiera sabido antes, ¿por qué no monté mi empresa? hace años que me hubiera vuelto millonario. Las personas vinculadas al emprendimiento coinciden en que el 80% de las Pymes fracasa antes de los cinco años y el 90% no llega a los diez años ¿no parece tan fácil verdad?
No hay duda que el acaparamiento, es una violación en contra el buen desempeño de la economía productiva. En eso no hay discusión. Ahora bien, ¿Quién acapara? Para responder a esta pregunta hay que distinguir entre dos tipos de acaparamientos: el que busca afectar los precios y el doméstico precautalativo. Comencemos por el segundo. Es innegable que en los últimos mees se ha registrado un aumento en las compras de ciertos productos, que no pueden ser atribuibles a un aumento al consumo. Los hogares están realizando compras nerviosas dada la escases de varios productos de la dieta diaria y la cual es bastante notoria en los anaqueles de los supermercados ¿Cómo puede usted criticar a un padre o madre de familia de estar nervioso si no tiene suficiente leche para sus hijos, o alimentos en general ¿No fue el propio presidente Chávez quien comentó que no era delito robar para alimentarse? En este caso no  es robar sino adquirir los bienes necesarios con un dinero que cada vez rinde menos. Recordemos que la escases genera inflación, nunca al revés.
¿Quién acapara, el que quiere o el que puede? El acaparamiento involucra una serie de costos que no es realista que un pequeño comerciante incurra en ellos, almacenaje, seguridad, transporte, etc. Aparte de que el volumen que pudiera guardar no puede modificar el precio del producto. De tal forma que solo una empresa grande con una participación importante en el mercado pudiera obtener un beneficio del acaparamiento..
En un libro de reciente publicación: “La quiebra moral de un país” (2013, Artesano Editores),  la socióloga Isabel Pereira, nos presenta un cuadro cuya fuente es el economista Moises Naím  y cálculos realizados por su equipo de investigación. En el mismo se puede ver que en el período 1998-2011 el parque industrial venezolano paso de 14.000 industrias a  9.000, lo que representa una reducción de 36%. Así mismo más de 100 empras han sido expropiadas, algunas de las cuales son monopolios en su área, como lo son: Agropatria, monopolio en el suministro de insumos agrícolas, las cementeras, las procesadoras de harina de maíz, en la actualidad una sola marca a quedado en manos del sector privado (harina Pan del grupo Polar). Como se puede observar, el Gobierno es el que tiene mayor capacidad de acaparar (esto no quiere decir que lo haga). Para el mes de septiembre de 2013 la el aumento acumulado en los precios de los BIENES REGULADOS es de 38,2%, alrededor de 8 puntos superior a la variación general.
Los voceros gubernamentales han agregado un nuevo componente, la existencia de una guerra económica basados fundamentalmente en la experiencia Chilena, cuando la CIA intervino en el gobierno del presidente Allende. A este respecto resulta muy  esclarecedor el artículo del periodista Vladimir Villlegas de fecha 08/10/13 (http://www.el-nacional.com/vladimir_villegas/guerra-economica_0_277772461.html),  en el cual podemos leer: “… Pero tampoco se puede, en nombre de lo que pasó en Chile, establecer paralelismos mecánicos. El presidente Allende tenía minoría en el Congreso, no contaba con el apoyo de las Fuerzas Armadas, y de hecho es derrocado, y ni siquiera habían transcurrido tres años de su gobierno. Es decir, era un presidente rehén de las circunstancias históricas. Por una parte la ultraderecha sembrando la ingobernabilidad y la violencia, y también por la otra una ultraizquierda desesperada por calcar escenarios de otros procesos, para lo cual promovían acciones que terminaban por apoyar indirectamente los planes de los factores de poder que no aceptaban los cambios en la sociedad chilena.”


Para concluir debemos afirmar que en Venezuela, el proceso inflacionario es explicado fundamentalmente por el rotundo fracaso de un modelo económico basado en la regulación de precios y de la economía en general. Es decir el fracaso del Socialismo del siglo XXI como  modelo económico-social.


lunes, 7 de octubre de 2013

IZQUIERDA Y DERECHA, CONCEPTOS ANACRONICOS

Es menester que en este articulo se deje plasmada de una vez, la tesis de trabajo. Los conceptos de izquierda y derecha, han dejado de tener importancia, son anacronismos, con los cuales se quieren justificar un sistema económico y político-social que ha muerto.
Como no los señalan los profesores  María Teresa  Romero y Aníbal Romero, con el paso del tiempo, el significado de estos términos se han hecho cada vez más imprecisos. De hecho, son tan amplios y ambiguos que se han hecho que se ha desechado como categoría política en la ciencia política actual. (2005: 121)
            La validez de esta tesis implica que el uso de estos términos en el discurso cotidiano por parte de un sector de la dirigencia política del país, representa un comportamiento también anacrónico. Totalmente alejado del debate ideológico moderno.
            Los términos de izquierda y derecha nacieron el 11 de noviembre de 1789 cuando se instala  la Asamblea Constituyente que surge con la revolución Francesa. A la derecha de se sentaron los diputados que representaban a la nobleza, siendo su principal orador, el aristócrata Jacques Antoine Marie de Cazalès (1758-1805), en representación de la nobleza, y el abad Jean-Sifrein Maury, en representación del alto clero. Se oponían sistemáticamente a todo tipo de reformas y buscaban más sembrar la discordia que proponer medidas.
            En cambio a la izquierda se sentaban los diputados del partido de la nación, conformada por dos tendencias: la alta burguesía cuyos principales diputados fueron: Honoré Gabriel Riquetti, Conde de Mirabeau (1749-1791); Marie-Joseph Paul Yves Roch Gilbert du Motier, marqués de La Fayette, (1757-1834) y el académico Jean Sylvain Bailly (1736-1793), mientras que el triunvirato compuesto por: Antoine-Pierre-Joseph-Marie Barnave (1761–1793), Adrien Duport (1759-1798) y Alexandre-Théodore-Victor, comte de Lameth (1760-1829), encabezaban a los que defendían las clases más populares. Este sector era el que promovía las más osadas reformas. De esta manera se asoció  a la izquierda política, el sector reformista y a la derecha política, el sector conservador, no reformista.
            Es importante hacer notar la presencia de la alta burguesía en el sector izquierdista, lo cual es lógico, ya que de este sector burgués (Marx, Engels y Lenin por citar a los tres fundamentales, fueron burgueses) donde generalmente provienen los intelectuales que le dan una base teórica y filosófica a los grandes cambios políticos.
            La izquierda como categoría política, surge con fuerza gracias al pensamiento Marxista socialista que cual espectro se cierne en Europa a comienzos del siglo XIX y, que con el aporte teórico de Lenin, se crea un nuevo régimen político-social y económico, el comunismo.
            De esta manera se  consideró como izquierdista a los partidarios del socialismo y el comunismo y como de derecha, a los empresarios capitalistas.
            El comunismo fue el sistema imperante en La Unión Soviética China, Vietnam Corea y Cuba. En el año 1987 (la edición en español  fue publicado por la editorial Oveja Negra de Colombia al año siguiente), el mundo es estremecido con la aparición de un libro escrito por  Mijail Gorbachov, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista y líder de la Unión Soviética: “Perestroika Nuevo pensamiento para mi país y el mundo”. En este libro cuyo título se puede traducir como reestructuración y cuyo autor define el término como: “…una política de aceleración del programa social y económico del país y de renovación de todas las esferas de la vida.”(1988:8).  Gorbachov también nos señala: “…nosotros, en el liderazgo soviético, llegamos a la conclusión –y lo reiteramos- de que se necesita un nuevo pensamiento político. Más allá de esto, los líderes soviéticos buscan de manera  enérgica poder trasladar ese nuevo pensamiento a la acción […] En cuanto al alcance del nuevo pensamiento histórico, realmente abarca todos los problemas básicos de nuestro tiempo […] La política debe basarse en realidades…”.
En la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, cae el muro de Berlín, una pared de concreto que dividía a las dos alemanias, la oriental, comunista y la occidental, capitalista. Estos dos hechos, el proceso de reestructuración en la Unión Soviética y la caída del muro, marcan el hecho histórico  del fin del comunismo. Como un dominó, los demás países han entrado en un proceso de transformación, en la cual se ha abandonado el comunismo para adoptar un  raro híbrido, mezclando la economía de mercado y un gobierno fuerte, dictatorial. Hay que destacar la realidad cubana en la cual se le echa la culpa de las dificultades económicas al bloqueo impuesto unilateralmente por los Estados Unidos hace más de 50 años, ciertamente criticable y no justificable desde todo punto de vista, pero que no explica la existencia de un rico sector turístico  en la región de Varaderos, con un nivel de modernidad totalmente alejado del promedio de las restantes actividades económicas y de las grandes inversiones que ha realizado España en la Isla. Simplemente el fracaso del modelo comunista explica esta diferencia sectorial.
La pregunte básica es: ¿Si ha fracasado el socialismo-Comunismo como corriente política, se justifica hablar de izquierda y derecha? La respuesta es un rotundo NO, ya no hay nada que justifique hablar de izquierda o derecha cuando casi todos los gobiernos del mundo (a excepción de Venezuela) en la actualidad centran en sus esfuerzos en lograr la viabilidad de país, basado en la apertura económica, la alta tecnología y la economía del conocimiento.

Actualmente, gran parte de la discusión ideológica se basa en el grado de intervención del Estado en la Economía. Por un lado tenemos los intervencionistas, que fomentan la idea de que el sector privado no puede, por sí solo, ser el motor del desarrollo económico, por lo cual el Estado debe intervenir, para garantizar el reparto equitativo de los ingresos generados. En USA el partido demócrata, es el representante de esa tendencia. En el otro lado tenemos, a los que piensan que el Estado no debe intervenir en la economía. El partido Conservador es el ejemplo en USA. Ambos partidos engloban en su seno, diferentes grados, que van de los moderados a los radicales. En la actualidad son más las coincidencias que las diferencias en los pensamientos político-económicos.
            Hay un repunte importante en los llamados partidos verdes o ecológicos, conformando una tercera vía. Sin embargo sin importar si son intervencionistas, conservadores o verdes, por lo señalado en los párrafos anteriores, nos parece una GRAN ESTUPIDEZ, parafraseando al Dr. Emeterio Gómez, hablar en la actualidad de esos dos conceptos anacrónicos de izquierda o derecha.