lunes, 25 de junio de 2012

EL PENSAMIENTO ECONOMICO


Cada día crece el convencimiento entre nuestros dirigentes, de la importancia del estudio de la ciencia económica, así, como de la educación en esta materia que debe tener una ciudadanía interesada e inmersa en un proceso de desarrollo y aumento del nivel de vida.

Muchos dirán que las dificultades por mantener el nivel de consumo, para los que tienen un ingreso, y la dificultad para tener un buen empleo, son motores más que suficientes para motivar a la población a conocer sobre una materia tan criticada y condenada, y tienen razón.

Desde que nos dieron la oportunidad de publicar nuestra opinión y teniendo como profesión la carrera de economista, hemos querido transmitir con un lenguaje sencillo, y dirigido básicamente al ciudadano común, los principios que regulan al conocimiento económico.

De esta forma, en los próximos artículos, nos pasearemos por la historia del pensamiento económico, destacando doctrinas y economistas, que han marcado la dirección de la forma de ver al mundo. Como comentamos, esta será una visión muy general, no queremos llenar de principios difíciles de entender. Para las personas que quieren profundizar en el tema, los invitamos a consultar “Historia del análisis económico” de Joseph Schumpeter, editada en castellano por “Ariel” e “Historia de las doctrinas económicas”, escrito por Erick Roll, editado por el “Fondo de Cultura Económico”. Dos magníficas obras que le permitirán conocer esta materia, con lujo de detalles.

Si definimos a la “Economia” como la ciencia de la elección, ya que constantemente debemos tomar decisiones de cómo usar unos recursos que son escasos, y que puede ser usados para distintos fines (una cabeza de ganado, se puede sacrificar para alimentar a nuestra familia o se puede vender para adquirir otros tipo de bien), es innegable que el hombre es un ser económico, que le dedica una gran parte de su existencia terrenal, tomando este tipo de decisiones.

La historia de la humanidad se ha basado en ciertos principios económicos que han dominado distintas etapas de la historia. Así vemos que el crecimiento del imperio romano  fue basado en la ampliación territorial, que le permitía expandir sus sus mercados y obtener mayores ingresos por el pago de impuestos por parte de los pueblos conquistados. La aventura oceánica de Cristobal Colón, que dio a lugar el encuentro de Europa y América, tuvo un motivo netamente comercial, el cual genero el primer proceso inflacionario documentado. La cantidad de metales  preciosos que llegó a España proveniente de México y Perú, elevó de tal forma la cantidad de dinero en circulación que se produjo un aumento de los precios de los bienes y servicios.

La Guerra de Independencia iniciada en Caracas, también tuvo un origen económico. Los productores de cacao, café (equivalentes por su importancia en el ingreso por exportaciones, al petróleo actual) y otros productos agrícolas, mantenían un intercambio comercial muy activo con Holanda a través del contrabando con una de sus colonias, Curazao. Comercio  que se ve paralizado por las guerras napoleónicas, y el arribo al trono español de José  Bonaparte. Recordemos que el 19 de Abril, los dirigentes venezolanos de la época, salieron en defensa de Fernando VII.        

Recientemente, muchos analistas coinciden en afirmar que la invasión de Irak por parte de Los Estados Unidos, fue motivada por el control estratégico de los pozos petroleros.

Como vemos de estos ejemplos, se destaca la relevancia de la importancia que ha tenido la economía en la historia de la humanidad y por tanto la necesidad de conocer los principios económicos que conllevaron a los hechos señalados anteriormente y otros de igual importancia. En la próxima entrega, iniciaremos esta aventura del conocimiento, con el “Mercantilismo”.


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lunes, 4 de junio de 2012

INTERNET, INFORMACION Y CONOCIMIENTO


El 21 de noviembre de 1969, las Universidades de Stanford y UCLA, se conectan por primera vez en una red informática para transmitirse entre ellos un correo electrónico. Para tan importante logro utilizaron un proyecto encargado por el Ministerio de la Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica llamado: “Advanced Research Projects Agency Network” (ARPANET). De esta manera se dio inicio a un proceso que actualmente se conoce mediante el nombre de “Word Wide Web” o simplemente “Internet”.

El surgimiento de este poderoso instrumento ha causado una verdadera conmoción mundial al mover las bases que sustentan las formas tradicionales del aprendizaje y la manera de ver el mundo. A cada segundo surgen miles de noticias y datos, que inundan a la red, sin embargo nunca como antes, están a disposición de los investigadores de los distintos campos del saber, la información especializada que antes era de exclusivo conocimiento de unos pocos.

Así como el siglo XIX y la primera mitad del XX, se puede decir, que la producción industrial es el motor del crecimiento económico, actualmente, esta situación esta cediendo grandes espacios a los servicios y a la generación de información técnica muy especializada. Como bien lo dice la UNESCO, en su estudio: “Hacia las sociedades del conocimiento”: “…lo que constituye una transformación revolucionaria no es tanto el rápido auge de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación –Internet y telefonía móvil, entre otras- como el recurso cada vez mayor a estos instrumentos por parte de proveedores de contenidos informáticos, educativos y culturales en los que los medios tienen un papel cada vez más considerable.” Lo revolucionario no es tanto la generación masiva de información sino su utilización en la generación de conocimiento.

Se hace necesario distinguir y marcar diferencia entre información y conocimiento, no son lo mismo. La información es un dato bruto, esto es, la materia prima para la generación del conocimiento. Por lo cual no sería muy descabellado definir a la información como un “no conocimiento”. La prueba de esto la proporciona la misma Internet ¿Cuanta información que se encuentra en ella se puede considerar como basura, inconveniente o en contra de los principios morales?. El conocimiento en cambio, en cualquier campo, permite a quien lo posee tener la capacidad de actuar intelectualmente  o físicamente. De esta forma, el conocimiento  es esencialmente una cuestión de capacidad cognitiva.

La información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en si. La información que nace de deseo de intercambiar los conocimientos y de hacer más eficaz su transmisión, es una forma fija y estabilizada de estos que depende del tiempo y de su usuario: una noticia es “fresca” o no lo es. La información es en potencia una mercancía que se compra y se venden en un mercado y cuya economía se basa en la rareza, mientras que un conocimiento –pese a determinadas limitaciones: secreto de Estado y formas tradicionales de conocimientos esotéricos, por ejemplo –pertenece legítimamente a cualquier mente razonable, sin que ello contradiga la necesidad de proteger la propiedad intelectual. La excesiva importancia concedida a las informaciones con respecto a los conocimientos pone de manifiesto hasta qué punto nuestra relación con el saber se ha visto considerablemente  modificada por la difusión de los modelos de economía del conocimiento

Manuel Castells Viloria, sociólogo español, quien es considerado una de las más altas autoridades en la sociología asociada a la información, en referencia al tema nos comenta:”… Internet es la sociedad, expresa los procesos sociales, los intereses sociales, los valores sociales, las instituciones sociales. ¿Cuál es, pues, la especificidad de Internet, si es la sociedad?. La especificidad es que se constituye la base material y tecnológica de la sociedad red, es la infraestructura tecnológica y el medio organizativo que permite el desarrollo de una serie de nuevas formas de relación social que no tienen su origen en internet, que son frutos de una serie de cambios históricos que no podrían desarrollarse sin Internet. Esa sociedad red es la sociedad que yo analizo como una sociedad cuya estructura social está construida en torno a redes de información a partir de la tecnología de la información microelectrónica estructurada en Internet. Pero Internet en ese sentido no es simplemente una tecnología, es el medio de comunicación que constituye la forma organizativa de nuestras sociedades, es el equivalente a lo que fue la factoría en la era industrial ola gran corporación en la era industrial. Internet es el corazón de un nuevo paradigma sociotécnico que constituye en realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras formas de relación, de trabajo y comunicación. Lo que hace Internet es procesar la virtualidad y transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad  red, que es la sociedad en que vivimos.” (Internet y la sociedad red.2001:13)